capitulo 4

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-Mirsanda - dice susurando- necesito que me hagas un favor....

Yo no le hago caso miro su herida , como pensaba la herida no​ es echa con ninguna arma este echa con magia negra

Intento reunir magia para curar pero no funciona i ahora me duele un montón la cabeza.

-Piensas que yo no he probado con esto? No hay manera de salir de esta- murmura - necesito que me prometas que guardarás el Gran Libro.

Yo no sé cómo responder a eso porque ella no tiene ningún libro encima y menos El Libro.

- Mir- usa el apodo con el que me llamaba de pequeña - Ven aquí

Me pongo a su lado y de golpe ella empieza a brillar y a desprender mucha calor
Y se que lo está haciendo es coger todo su poder y liberarlo hacia mí

-Porque yo? -pregunto- solo soy una tarada

la vidente real sonríe cordialmente mientras pronuncia sus últimas palabras

- Simplemente​ eras la persona adecuada​ que estaba más cerca . No sufras e intenta no volverte loca ni morir.

De golpe su cuerpo ya no está y una voz fúnebre anuncia:

-Mirsanda , la del triste destino yo te entrego el Gran Libro de la Inmortalidad y el deber de proteger el libro y a todos los inmortales

Mierda.

Los guardianes de la inmortalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora