Tengo el teléfono en mis manos, lo oigo sonar y sé que es él, por supuesto, tengo un tono determinado para sus mensajes. Sonrió como una estúpida cada vez que lo oigo. Abro el mensaje y me quedo perpleja al leer "Me haces bien, nena". Jamás en la vida me había sentido así, que irónico, hasta con un "hola" suyo sonrió y ni hablar con algún "preciosa" o "linda" pues sé que no lo soy.
Leo nuevamente el mensaje y mi mano hormiguea, mis labios tiemblan y no puedo reprimir la sonrisa agigantada que aparece en mi rostro.
Tengo miedo, mucho miedo, siempre las cosas me salieron mal.
Sonrío mientras las cosquillitas de miedo hacen estragos mi estómago.
Sé que tengo una mirada de adolescente y que siento la misma incertidumbre que sentí antes de dar mi primer beso, las expectativas, las esperanzas... Quiero un final feliz....O mejor quiero ser feliz, a su lado, sin un final.
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Historias y escritos de amor.
RomanceBreves relatos sobre el amor desde distintos puntos de vista.