03

64 8 2
                                    

     Yoongi fue el que tomó la iniciativa, apenas se atrevió a mover levemente los labios, provocando unas leves cosquillas placenteras en ellos. Jimin tardó unos segundos en corresponder y es que no es que no quisiera, quería, claro, pero estaba muy perdido en la sensación de los labios ajenos sobre los suyos  y confundido por que Yoongi lo estaba besando y emocionado por que... YOONGI LO ESTABA BESANDO...  jamás un beso o una persona habían provocado tanto en él.
     El beso duró apenas unos segundos y fue solo un roce, al separarse, los dos regresaron a la realidad... se habían besado.

-Hyung... yo...- Jimin no sabía que decir, pero quería decir algo, solo estaba demasiado nervioso y feliz como para pensar en que decir.
-Jimin...- Yoongi se tomó su tiempo al hablar -Jimin, no digas nada, solo bésame.- No pudo siquiera terminar bien la frase cuando sus labios estaban sobre los de Jimin otra vez, moviéndolos insistentemente.

     Jimin correspondía, pero era más instintivo que nada, su mente estaba desconectada, solo podía pensar en lo que había dicho Yoongi, que por cierto lo había dejado muy sorprendido. Y también en lo bien que se sentían los labios de Yoongi presionando los suyos, haciendo esos satisfactorios movimientos.

     Yoongi quería más, volvió el beso más intenso en poco tiempo, Jimin ya respiraba con dificultad y suspiraba en medio del beso, Yoongi se estaba controlando demasiado, quería disfrutar de todo lentamente, como del delicioso sabor de los labios de Jimin, que tenían una combinación de menta y miel o de lo bien que los movía, o los expertos movimientos que hacía con la lengua, o lo bien que se sentían las manos de Jimin acariciando su nuca, profundizando el beso, o de su propia mano acariciando la cintura de Jimin, sintiendo cómo poco a poco se iba elevando su temperatura. Todo era perfecto, con ese toque sensual.

     Jimin comenzó a respirar con dificultad y dar pequeños gemiditos cuando una mano de Yoongi se atrevió a entrar bajo su camisa y la otra se dirigió a su trasero, apretándolo de vez en cuando. No sabían cuanto llevaban besándose, se separaban solo un poco de vez en cuando para tomar una bocada de aire, pero jamás se atrevieron a detener sus caricias.
     Sus cuerpos ya estaban reaccionando, los dos estaban excitados, Jimin un poco más que Yoongi, y no podía evitar jadear y gemir cada vez que tenía la oportunidad, pero es que se sentía tan bien.

     Por fin se separaron, poco a poco, Yoongi fue el primero en abrir los ojos... y no podía creer lo que veía, ahí estaba Jimin, jadeando, con los ojos cerrados, sonrojado, reflejando todo el placer y necesidad que su cuerpo sentía. Una combinación de ternura y erotismo tan mortal que solo de verlo no pudo evitar gruñir.
     No le dio tiempo a Jimin de siquiera abrir los ojos o de controlar su respiración,  fue directo a sus labios y los mordió, los mordió tan fuerte que unas gotas de sangre no tardaron en salir, Jimin gimió entre el dolor y el placer. Yoongi gimió al sentir el sabor de la sangre en su boca. Esto no podía estar pasando ahora, su monstruo interno salió, probando el exquisito sabor de la sangre de Jimin, comenzó a sentir su aroma inundar sus fosas nasales, era el aroma más embriagador que jamás había olido, era simplemente indescriptible, al igual que su sabor. Con la poca fuerza de voluntad que tenía dominó a su bestia instintiva y se separó bruscamente de Jimin, levantándose velozmente y comenzando a caminar hacia la puerta, tenía que irse ya.
-¿H-Hyung?- la entrecortada y preocupada voz de Jimin se hizo notar y Yoongi no pudo evitar sentir un escalofrío.
-¡HYUNG! ¿A dónde va?- la confusión en la cara de Jimin era épica, estaba confundido, preocupado y muy excitado.
-Jimin, debo irme... luego hablamos.- fue lo último que Yoongi dijo antes de irse, dejando a un Jimin enojado, triste y necesitado.

SEMPITERNAL →YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora