04

60 8 1
                                    

     Habían pasado días, tal vez semanas desde lo ocurrido en casa de Jimin. Desde ese día no se habían dirigido la palabra, Yoongi se sentía culpable y molesto consigo mismo. Jimin por otro lado moría de vergüenza, ¿había hecho algo mal? ¿no besaba bien? Tal vez todo se resumía a que Yoongi no quería arruinar su amistad, pero al final había ocurrido.

     En estos días en que no habían hablado y apenas se miraban pasó lo inevitable, Jimin conoció a un chico muy agradable, había ido a la escuela por su prima que por casualidad iba en su mismo salón, hablaron por un momento y los dos comenzaron a coquetear. El chico era muy atractivo, moreno, muy alto, delgado, con el cabello castaño, unos ojos marrones muy lindos y una sonrisa coqueta.

-Min Ho... Lee Min Ho.- se presentó el chico.

     Platicaron un buen rato, terminaron dándose sus números celulares y yéndose cada quien a su respectivo destino. Desde ese día Jimin y él habían hablado todo el tiempo, y habían quedado en tener una cita a la cual se dirigía Jimin. Si bien el chico se veía maduro no se veía de su edad (aunque no era tan grande) tal vez le ganaba por unos 7 años.

     Para Jimin no era problema salir con chicos, el tenía muy claro lo que era y no se lo escondía a nadie.
     La cita fue muy relajada, tranquila y natural. Habían ido al parque, tomado un helado y platicado de miles de temas, los dos congeniaban muy bien. Al final habían decidido ir a la casa de Jimin para pasar un tiempo ahí, pedir la cena y ver alguna película, aprovechando que al padre de Jimin le habían dado algunos días de descanso y habían decidido salir de vacaciones, Jimin no podía acompañarlos por la escuela.  

     Mientras tanto Yoongi había tomado una de las decisiones mas difíciles de su vida, ir y arreglar las cosas con Jimin o aguantar un día más sin él. Es muy clara cual fue la respuesta. Yoongi llegó a la puerta de la casa de Jimin, pero las cosas no olían bien ahí, literalmente, Yoongi percibía un olor extraño... sobrenatural. Se asomó por la ventana y ahí los vio, un chico estaba (metafóricamente) comiéndole la boca a Jimin. Se sentía triste, traicionado y molesto, pero todo empeoró cuando ese "metafóricamente" pasó a un "literalmente". Vio cuando el chico bajó al cuello de Jimin y sin más dio una gran mordida arrancando un pedazo de carne, escuchó el grito de dolor que pegó Jimin y después de eso todo pasó muy rápido, su sangre ardía, su cuerpo quemaba, su corazón latía muy fuerte y retumbaba en su cabeza... estaba perdiendo a Jimin.

     Y Jimin también vio todo tan rápido, no supo cuando pasó de estar besando a Min Ho a estar desangrándose y sintiendo un dolor agudo en su cuello. Y aún menos se enteró cuando una bestia blanca, enorme, con una orejas alargadas, dientes grandes y filosos y unas garras monstruosas entró en su casa, esa bestia era delgada y tenebrosa pero por algún motivo no sentía miedo, lo sentía familiar... Tal vez se estaba desangrando tanto que comenzaba a alucinar.

     El pánico invadió su cuerpo cuando aquella bestia dio un grito de lucha y atacó a Min Ho rapida y fuertemente, enterrándole las garras por los costados, mordiéndole el cuerpo entero y azotándolo sin piedad, no se detuvo hasta que el cuerpo quedara casi irreconocible.

     La blanquecina bestia respiró exhausta y al relajar el cuerpo se fue volviendo pequeña transformándose en una persona. Yoongi.

     Se acercó corriendo a él, llenándose aún más de sangre, sangre de Jimin.
-No te preocupes, pequeño, solo no te duermas... por favor...- fue lo último que escuchó antes de cerrar los ojos.  

SEMPITERNAL →YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora