Capítulo 7

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Tercer Día, 15:11

Abro los ojos sintiendo un hambre y una sed que no puedo aguantar más, todo sigue... No, no es igual, está muy distinto ahora, estoy en la misma posición en que llegué: mirando al frente la chica, sentando, la silla está de pie y al frente veo... ¡Comida! ¿Comida? ¡¿Eso es comida, bendita sea?!

Veo al centro de la habitación una jarra de casi un litro agua, y un plato de verduras y un poco de arroz, no me da bien las verduras, pero en esa situación es un milagro que se agradece, bueno, a esta persona que es más que seguro es la misma me secuestró, no es tanto un agradecimiento, pero la pregunta ¿Cómo llegaré hasta allá? Si no llego rápido, las ratas se lo comerán sin duda.

Al mirar el reloj, son las tres y once, he dormido unas diez o nueve horas, suficiente como para estar casi un día despierto, pero no puedo estar más de una hora sin llenar mi estómago. Sin embargo, al ver abajo del reloj veo un mensaje hecho de marcador negro que dice "Tres días que llevas aquí, querido amigo".

¿Qué? ¿Cómo se atreve a comunicarse conmigo de esa manera? Será maldito,

Ya está, no aguanto más, me levanto de la silla yo corro hacia la comida con fuerza, al llegar al final donde soporta la cadena, el trozo de manera que era rodeada por la cadena se rompe haciendo que siga derecho y caiga a pocos centímetros de la comida, cuando veo la comida no pensé en algo, ¿Cómo me la como? Quedé pensando en eso por unos dos minutos, pero luego me acuerdo el cómo comen los perros y los gatos y lo hago.

Llevo casi a la mitad de la comida y de la jarra disfrutando el sabor de la comida que está rica, no es tan gourmet, pero cualquier comida en estos momentos es magistral.

Levanto la mirada y veo a la chica mirándome fijamente con sus ojos marrones claros, pero luego me doy cuenta que no me ve a mí, sino a la comida.

Al Paso de los DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora