Capítulo 26

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Octavo Día, 23:55

Me despierto después de... No sé, después de salvar a Stuart, Rob y Jade ya he perdido la atención del reloj. Por otro lado, escucho a Jade decir algo.

—Hubiéramos aguantado la respiración y así saber si el maniático viene acá o no —responde como si lo que estábamos haciendo desde un principio ha estado mal.

—Esta persona no iba a dejar de sacar humo hasta estar dormidos todos —respiro fuertemente al sentir un dolor de cabeza, es un poco fuerte—. No creas que no lo hemos intentado.

—No, no puede hacer eso. Esa persona debe de dejar de sacar humo o si no se esparce por toda la casa, habitación, túnel, lo que sea. Lo que hace que también el humo llegue hacia esa persona y se duerma, y supongo que eso no está en sus planes, así que debe de regular la cantidad del humo para que no llegue tan lejos —me mira fijamente y señala a la pared—. Come.

—Así creas que tienes razón, no la tienes completamente —ataca Venus a Jade—. Es cierto que debe de regular el humo, pero por si no lo has notado, llevaste mucho tiempo dormido. Fui a la otra habitación y son aproximadamente son las 12:00 de la mañana. En cambio, cuando estábamos con las sogas, eran casi las 12:00 de la tarde. Han pasado doce horas.

Venus llama mucho la atención de Jade y él se pone muy concentrado en sus palabras.

—Así regule el humo, él debe de esperar a que este gas deje de producir tanto efecto como para dormir y así venir acá a hacer cambios. Y eso solo ocurre cuando el humo pasa mucho tiempo. Conclusión, tendrías que aguantar mucho tiempo sin respirar para encontrarte con la persona, y dudo que puedas hacer eso.

Vaya, eso estuvo muy inteligente.

—Interesante... —es lo único que puede decir Jade a Venus.

Al frente mío se encuentra cuatro muffins cafés en cada plato y hay cinco platos, supongo que uno es para cada uno. Me acerco hacia un plato y como rápidamente, Jade se ríe por ello.

—Lo siento, pero he estado aquí mucho tiempo y con mucha hambre. Antes de venir acá no era de aguantar mucha hambre —respondo. Miro el plato de al lado y está vacío, supongo que es el de Jade—. ¿Quedaste satisfecho?

—Supongo que con eso tengo que sobrevivir hasta la próxima ronda, tampoco quise robarles sus muffins.

—Al parecer eres leal —alzo las cejas y él sonríe.

—Mejor voy a la otra habitación a ver si hay algo nuevo —responde Venus, dirigiéndose a la habitación donde ella estuvo atada, dejándome a mí a Jade a solas porque Robert y Stuart no se han despertado.

—¿Por qué me salvaste? —pregunta Jade después de ver que Venus se ha ido a la otra habitación.

—Yo no te salvé, fue Venus —miro la puerta abierta de la otra habitación—. Es a ella que debes de preguntarle.

—Pero supongo que ustedes tuvieron que debatirlo mientras corría el tiempo.

—De hecho, las dos primeras jeringas no dijimos a quien íbamos a salvar, ella quiso salvarte por tu propia cuenta. No obstante, con Rob —lo miro y está dormido—, a él sí tuvimos que debatir.

—Entonces debo de darle las gracias a Venus de nuevo y pedirle una explicación.

—Está bien —sonrío y él también lo hace. Me fijo más en la habitación y me doy cuenta que no están los muertos ahora—. ¿Extrañas a tu hermana?

—Supongo que le hicieron un favor —tira una roca hacia una esquina—. En el informe decía que se quiera suicidar ¿No? Entonces misión cumplida.

—No te pregunté eso y lo sabes —le respondo terminando los muffins, él se queda pensando por unos segundos.

—Es mi hermana Max, obvio que la extraño, pero ¿qué podemos hacer? Ella quiso suicidarse y le hicieron el favor. De todas maneras, ella no creía en Dios, así que no creo que le preocupe si no va al cielo, si es que existe. También, si es lo que ella quería, entonces estoy un poco feliz al saber que cumplió uno de sus sueños.

Nos quedamos en silencio. Es doloroso todo esto, todos estamos pasando por una fase difícil, pero que la persona que nos secuestró haya capturado a Jade junto con su hermana y saber que no la íbamos a salvar para que Jade lo viera, es más doloroso.

Pero Jade tiene razón, si es lo que quería ella y lo cumplió, tiene que estar un poco feliz por ello. El suicidio es un tema difícil, pero es la decisión de cada quién.

—Cambiando de tema, creo que ya sé que podemos hacer con las cosas —dice Jade.

—Te escucho.

—Dijo Venus que la llave entra, pero no gira, ¿cierto? —asiento a la pregunta—. Si conseguimos algo con que podemos modificar la llave, podremos hacer que gire con la cerradura.

—Necesitaremos algo para saber cómo son las medidas exactas de la cerradura, porque el mecanismo de una cerradura es cuando los desniveles de la llave se entrelacen con el interior de la cerradura, quedando todas en una medida perfecta y poder entrar la llave. Uno de los desniveles está mal, entonces debemos de saber cuál es y modificarlo para abrir la puerta —respondo. No quiero arruinar su plan. Quiero salir de este lugar como él, pero las cosas son como son.

—Buen punto, en eso si no sé qué hacer.

—En algo pensaremos —sonrío y él lo hace. Es la primera vez que hacemos una conversación donde ninguno de los dos piense un poco mal del otro por su comentario. Es bueno saber eso, estoy socializando con él, ¿No? Compartió su plan, le dije el qué debemos de hacer y algo pensaremos para la solución.

Logramos ver que Stuart y Rob se despiertan, entonces ellos ven la comida al instante. Stuart queda sorprendido y feliz por ello.

—Comida... ¿de verdad? —pregunta Stuart con una sonrisa.

—Sí, así es —sonrío—. Come, pero solo un plato.

Stuart corre hacía un plato y come saboreando con dulzura los muffins, nosotros sonreímos por si actitud. Es un niño, debía de estar muerto de hambre, pobrecito.

Solo una persona muy enferma pone a un niño en esto.

Rob también va a comer y Venus aparece en la habitación, al ver que ellos comen, ella también lo hace.

Al Paso de los DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora