Capítulo 25

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Octavo Día, 12:29

Entro al cuarto y los veo desde el lado donde tuve que salvarlos; están inspeccionando cada objeto puesto en el otro lado de la habitación.

Me dirijo hacia el otro lado, viendo objetos que ya había visto durante el juego mortal: sogas, sillas, mesas, comida (que, de hecho, está dañada por el gas), tornillos, un martillo y una llave. También vemos los cuerpos muertos, pero no les hacemos atención. Sin embargo, el olor molesto a muerto inunda en nuestro cuerpo.

—Bueno, la silla no nos sirve de nada al menos que hagamos algo con madera. La soga tal vez sirva de algo. Mesa no. La comida menos... —dice Jade mirando los objetos y pensando en qué hacer con cada una de ellas. Se nota su analítica—. Lo único que nos sirve son los tornillos, la soga, el martillo y la llave.

—¿Para qué será la llave? —pregunta Rob cogiéndola del suelo. Una llave color dorado más o menos del tamaño de mi dedo índice.

—Yo vi una puerta en el pasillo —aporta ayuda Venus arrebatando la llave de la mano de Rob y se va al pasillo, me dirijo con ella también.

Ella coge la llave bien y trata de introducirla a la puerta, cosa que se logra. Mis esperanzas aumentan en ese instante igual que las de Venus. Cuando trata de girarla, no se logra.

Se va donde los chicos a pasos pesados, furiosa. Al estar con ellos tira la llave y se sulfura.

—Entra, pero no gira —les explica y ellos se frustran.

—Genial, otro camino sin salida —rodo los ojos sentándome en el suelo. Estoy muy cansado para seguir en estos juegos. Siento que se nos cierra la salida rápidamente.

—Calma, las veces que has dicho eso desde que llegaste, supongo que sí había una salida, o un avance, como quieras llamarlo —me mira fijamente Jade dándome esperanzas de que conseguiremos algo. Lo dudo—. Si nos dio todo esto es porque no nos sirve cada cosa para algo distinto o hay que combinarlas —señala todos los objetos de la habitación.

Puede que tenga razón. Este tipo de secuestros es de analizar y pensar bien, donde cada objeto que encuentres tienes que unirlo con otra cosa para hallar un avance. Hemos avanzado mucho, y es porque la persona que nos secuestró quiere que logremos algo. De lo contrario, nos hubiera dejado en una habitación por siempre hasta morir.

—Te escucho.

—Si penamos todos juntos hasta de pronto nos ocurre algo en vez de decir que no hay salida —se refiere a mí indirectamente, pero sabemos su intención.

—Recuerda que te salve la maldita vida —digo mirándolo y él se queda callado cogiendo todas las cosas.

—Chicos... —dice Stuart señalando el piso, está saliendo el gas—. ¿Es grave?

—No lo respiren —se levanta rápidamente Jade y aguanta la respiración, provocando que Stuart entre en pánico, pero hace lo mismo que Jade.

—Tranquilo, es para dormir. Igual esta persona no deja de salir humo hasta que todos estemos dormidos, así que es una pérdida de tiempo aguantar la respiración —responde Venus, convenciendo a Rob y luego a Stuart.

Jade no está convencido de Venus qué sigue aguantando la respiración. El primero en caer es Stuart, luego Rob y después Venus. Jade ve que ellos siguen respirando por el movimiento en su estómago y yo empiezo a cerrar los ojos lentamente, viendo borroso, pero antes de dormir me encojo de hombros para que Jade lo vea. Él al final se convence y deja de aguantar la respiración, para así dormirse como yo.

Al Paso de los DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora