Macri

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Bueno, yo andaba ahi en el colegio, porque mi vieja me obligaba a ir viste, yo no quería, pero ella me decia "Dale pelotudito, o vas a trabajar directamente o estudias para que me den el plan de Cristina. O si no andá a afanar con tu hermana."

Tonces, como que arrugué y flashee escuela viste, el colegio era de re caretas porque ya me habían echado de la 34. Y como mi vieja me dijo que no había otra escuela me tuve que meter acá, esta lleno de chetitos que me dan ganas de cagar a palo a todos. Pero mi compa me dijo "Ran, deja de agarrarte a trompadas con los otros wachos porque si no estas en el horno mal." Y bueno viste, el pibe es de la banda y como que no pinta no hacerle caso ahre era alto gobernado, no pero posta.

Macri gato.

Bueno, entré al salón con mis llantas Nike que mi hermana había choreado para mi. 'Taban re piola.

— ¿Usted es nuevo? Por favor sepa que acá, en este colegio, no aceptamos esos aros en la nariz ni en la boca. — La vieja alta refugiada viste me dice eso y yo como que me re calenté porque estos pirsin me los hicieron los wachos, vieja trola.

— Ni en pedo vieja, rescatate. No me los voy a sacar. — Yo le respondí porque ni mamado iba a dejar que la vieja esta, cara de empanada con flecos me rompa las pelotas. La señora jubilada del Anses me miró y me dijo que no le faltara el respeto, que era alto maleducado y que vaya a dirección.

— Uh loco, son todo' re ortiva acá. Yafu, me fuí. Chupenme la pija. — Agarre el coso pa abrir la puerta asi re caliente, y empujé la puerta para adelante, entonces escuché asi como un ¡PUM! Re místico. Y le había dado la puerta a un pibe en toda la jeta. Había dado alto gemido, re puto.

— ¡Ay! Boludo, me tiraste el Aifon, gordo. Más te vale que no se me haya roto el glass. Sos re dumb, o sea.— Me dijo con una voz de maricón terrible.

WACHO,
ERA
ALTO
CHETO.

— Uh, disculpa capo. Todo piola. — Me hice el buenito y le levante el celu. Estaba toda la pantalla hecha mierda. Entonces como que me entró el cagaso y no se lo quise dar. Le miré la cara y tenía como un coso rojo, onda se lo hice yo cuando le pegué con la puerta. Boludo, estaba hecho concha.
Entonces como que le quise tocar el moretón y el chabón se movió.

— AY NO, QUE HACÉS. STOP IT. No me toques con esas manos mugrientas, nene. —

— Pará facha, tenés alto tumor ahí. — Yo ya me estaba calentando, que onda este gil, mugrienta su vieja.

— Ay no, gordo, decime que no se arruinó mi pretty face... ¡Sos un boludo osea! ¡¿Ahora como voy a sacarme selfies para Instagram?! —
Me dijo con esa voz de engripado, re que ya no le daba bola al celu. Agarré y me lo puse en el bolsillo, se lo re hice.

— No puede ser boludo, YA voy al bathroom. —
El wacho se fue pal baño y yo me quedé como pelotudo mirándolo irse a la mierda.
Re flashero porque ahora tenía celu nuevo.
Igual como que me dio penita el wacho, era la primera vez que le quería devolver algo a alguien que había choreado.
Igual la pantalla estaba hecha mierda y como que no daba darselo así, porque re croto viste.
Entonces la pensé y me acordé que yo conocí un wacho una vez que arreglaba celus. Pero el chabón cobraba la re plata y yo como que no tenía guita viste.

En vez de irme a la oficina del viejo del director, agarre y me fuí a la mierda, encaré para la villa, para mi casa, la mas cheta de todas, tenía como unos cartones de La Serenísima re piola ahí afuera.
Cuando mi vieja me vió me re cagó a pedo.

— ¡Eh pendejo que hacés acá! ¡Sarpa pa la escuela porque te voy a dar un roscaso con la ojota! — Mi vieja me grito viste, y yo como que me hice el boludo, saqué el Aifon del pibe este del bolsillo y se lo mostré y ahí se le bajaron los humos.

— Tranca palanca, bajá un cambio, mirá lo que le choree a un wachín ahí en la escuela. —

— ¡No...! ¡Alto gil! —

Mi vieja no me dijo más nada entonces me metí entre las chapas ahí, y me puse a pensar, que verga podía hacer pa' arreglarle el celu a este pibe, porque, como que me daba pena.
Entonce' agarré un cacho de cinta que había al lado mío, y se lo pegué al vidriecito ¡Joya!
Había quedado diez puntitos. Prendía y todo ¡Já! ¿Que talco?
Me parece que me voy a recibir de... Em... Uh no sé, los giles esos que arreglan las netbuk del gobierno.

Agarré y corté pa' la escuela de vuelta, a esperar al wacho este a la salida, así se lo daba.
Me quedé ahí afuera una banda de tiempo, porque era re temprano.

[ ... ]

Después de como 3 horas, empezaron a salir todos viste, y yo me quedé esperando al chabón.
Entonces ví a un loco rubio que salía onda llorando con otro chetito de pelo naranja, parecía una mandarina.
Y me di cuenta que era él.

— Entonces como que vino ese negro y me robó mi iPhone, man. O sea, no me di cuenta. ¡Mirá man! ¡Ese chabón fue! — El pibe con el pelo pasado por lavandina era el, me señaló asi con todo viste y corrió hasta dónde estaba yo.

— ¡Negro de mierda, pobre, give me back my iPhone! — Como que me re bardeo viste. Y después dijo algo en Inglés pero no le entendí un carajo.

— ¡Pero hablá bien pelotudito! 'Tamo en Argentina no en Estados Unidos. ¡OLÉ OLÉ OLEEEE ARGENTINA, ARGENTINAAAA! MATE, CONURBANO, ASADO, PITUSAS, OÍD MORTALES. — Me re calenté y le grité.

— Bueno, gordo, que culpa tengo yo boludo, o sea, aprende inglés man. Porque hablar así en Inglés como que es re top, o sea. Esperá boludo, me olvidé de lo que te iba a decir.
Ah sí, DAME MI IPHONE NEGRO POBRE. —

Por fin este rubio oxigenado había hablado en español, y ahí le entendí. Pero igual me había re bardeado.

— Que decí wacho. Yo no te saqué nada. —
Me hice el boludo porque el taradito este me estaba haciendo querer darle un puntazo en el medio de la capocha.

— Dale boludo, ya se que lo tenes vos. Devolvemelo. ¡Ay no! ¡Se me va el bondi! — Me dijo, pero en un momento se dio vuelta, vió el bondi y salió corriendo. Con todas las pelotudeces que hace puedo decir tranquilamente que se olvidó el celu en mi mano y sin querer me lo guardé el el bolsillo. Verlo correr el colectivo me hizo sentir mal viste, porque como que es feo ser amigo de lo ajeno.

— ¡EH AMEO! —

— What? —

— Tomá. —

Le tiré el celu por el aire cuando se dió vuelta viste y lo agarró.
Me sonrió y yo a él. Por un momento me sentí adentro de esa película del wachin que es pobre y la mina que es re careta, esa que se hunde el barco.
Re romántico.
Yo... ¿Me estaba volviendo maricón?

— Negro de mierda, ya sabía que tenías mi iPhone, YA estoy llamando a la police. —

La cagó.

— Que decí gil. Si te lo hubiese afanado no te lo hubiese devolvido.
Y seguramente estarías morido porque conmigo no se jode wachin. —

— ¡O-M-G! Hablás como el orto, gordo. Deberías frecuentar un poco más la school. Pero bueno, tenés razón, todo okay. Thank you por devolvermelo, sweetie. Aunque está todo roto y lo intentaste arreglar, pero la cagaste más. —

Bueno, por lo menos ahora no voy en cana por tercera vez en la semana. Se estaba por ir a tomar el bondi, la verdad que el pibe no era tan careta como pensé, asi que la pensé y se me ocurrió algo.

— ¡Eu! ¡Aguantá! —

— Uy nene ¿Que querés? Que heavy que sos. —

— Si queres podemos ir al boliche juntos el sábado. O si no, podes venir a mi rancho y escabiamos... —

— Ew... Lo voy a pensar. Bye. —

Dijo que lo iba a pensar. Eso significa que sí ¿No? Zarpado.
Igual no es que me lo quiera chapar ni nada, a mi me gustan las minas, es que el pibe tiene facha, posta. 

Eh Ameo! | Yoonseok | ArgentinianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora