Mamá Soltera

Capitulo dos

Capitulo dos

El miércoles había llegado, y con él, mi cita con el quinesiólogo. Simon se ofreció a llevarme y no dudé en aceptar. Al fin y al cabo dentro de unos días se volvería a Reino Unido y quien sabe cuándo nos volveremos a ver.

-Bueno mamá, aquí está todo lo necesario. Si causa problemas…

-Tranquila, Shea. Es un angelito, no haría ningún daño. Déjame a mí, yo me encargo, querida.

-De acuerdo, me relajaré. Te veré luego. Adiós, mamá. Te amo. Y también te amo a ti, mi amor.

-Adiós, señora Grey. Ha sido un placer verla de nuevo, y…tan sensual.

-Nunca cambiarás, ¿verdad Simon?

-Tenga por seguro que no lo haré.

-Adiós, querido.

-¡Dios! Ahí, ahí. Justo ahí. Trate de masajear más la zona lumbar. E…eso es. Sí, así… Tiene unas manos mágicas Doc.

-Aprecio el cumplido, Shea.

El placer que sentía en estos momentos era inexplicable. Sentía como los nudos se iban deshaciendo mágicamente. La tensión y la contractura se iban esfumando con cada presión y toque.

Una hora más tarde, Simon y yo fuimos a la cafetería de la esquina. Él leía una revista mientras que yo cerraba los ojos y me masajeaba las sienes apoyando los codos sobre la mesa.

- Escucha esto, según este test: soy una malhumorada y corrupta tenista neozelandesa que se pasa los fines de semana exhibiéndose en un mercado de pulgas a tipos a los que les falta la mitad de la dentadura y tienen tatuajes en partes que no deberían ser tatuables.- se quejó Simon.

-Te dije que no debías comprar esa revista. Juro por Dios, que pronto estaré enviándoles una mala crítica por sus estúpidas encuestas baja autoestimas.

- Y si no te molesta yo te ayudaré, comenzaré diciéndoles: “Queridos editores de mierda:

Su revista es un asco. Para su información: no dejo a la vista mis encantadores atributos de tenista neozelandesa en un lugar tan rancio y poco higiénico como un mercado de pulgas; lo hago en la calle, y cuando hace mucho frío, ofrezco un show gratis en Mc’ Donalds…”. Ahora, tú sigue.

Reí.

-Está bien, “Estoy totalmente agradecida con ustedes, resulta ser que mi mejor amigo, Simon, acaba de realizar uno de sus test, y, ¿adivinen qué? ¡Acaba de enterarse que es mujer! Ambos estábamos seguros de que era cien por cien hombre. Podríamos enviarles una foto de él mismo con los bóxer abajo…”

-¡Hey! Eso me gusta, ¿entiendes? Creo que podía comenzar una carrera como modelo playboy.

-Ya, cállate.-hice una pausa- ¿Sabes? La semana entrante será el cumpleaños de Shawn. ¿Crees que estarás para entonces?

- No lo sé. Tendré que llamar a Daniel, habíamos acordado que volvería el sábado, pero podría decirle que me quedo unos días más. No creo que se moleste, es mucho más comprensivo que mi madre, si te pones a pensar.

-Perfecto. ¿Vienes a casa?

-Por supuesto.

Luego tuvimos una pequeña y piadosa discusión sobre quien pagaría la cuenta.

Simon: Soy tu mejor amigo, y un caballero. Tal vez deje de ser tu amigo después de esto, pero no dejaré de lado mi caballerosidad.

Yo: Pues, yo soy una dama. Pero no por eso dejaré que tú, mi amigo, me consientas. Pagaré yo.