capitulo 7

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-Cuidate chica.- me sonríe la morena con amabilidad.

Bajo del auto dando un portazo y miro en todas direcciones de manera inconsciente.

-De nuevo, muchas gracias.- les doy una mirada agradecida.

-No es nada.- niega la otra chica antes de acelerar.

Limpio el sudor de mis manos en los jeans y camino hacía mi casa lentamente, mis piernas tiemblan y mi garganta se siente irritada, mi respiración es muy acelerada. Afuera de mi casa hay una patrulla, y eso hace que me entren unas inmensas ganas de llorar.
Ellos me están buscando. Mis padres me están buscando.
Entro a mi casa y lo primero que  encuentro es a mis padres hablando con dos policias, al verme sus rostros cambian completamente, pasan de dolor a felicidad, y antes de poder decir algo ya los tengo pegados a mi.

-¿Dónde estuviste Charly? Estábamos muy preocupados- llora mi madre en mi hombro.

-Charly espero tengas una buena excusa- murmura mi padre a punto de llorar.

-¿Charly?- mi hermana viene bajando las escaleras y al verme corre para abrazarme.

Ya no lo soporto más y lloro.
Todas las lágrimas que no derrame en estos dos dias las estoy derramando ahora.
Aún puedo sentir el sabor amargo del miedo, la furia, la impotencia y el dolor que sentí al pensar que ya no los vería. Pero ahora estoy aquí y estoy con ellos.
Ellos estan bien, eso es lo único que importa.
Valió la pena el riesgo que corrí al escapar. Fue sencillo, pero maldita sea que sentí miedo.

-¿Qué te ha pasado?- me pregunta mi madre después de que los cuatro volvemos a la calma.

Pienso unos instantes.¿Qué me ha pasado?. De todo, definitivamente.
No puedo hablar con nadie más. No es seguro.
Busco con la mirada al policia que se encuentra a unos metros de nosotros y parece algo incómodo con la situación.

-Quisiera ir a la comisaría a poner una denuncia- le pido.

El policía parpadea perplejo pero se recompone enseguida.

-Claro, podemos ir justo ahora si lo desea señorita Archivald- habla tranquilamente.

-Si, en cuanto antes mejor.- contesto y de manera inmediata volteo a ver a mi familia.- Quiero que vayan conmigo.

No quiero ir sola, no quiero tener que enfrentrarme a esto yo sola, lo que estoy apunto de hacer probablemente sea un suicidio. Necesito hablar. Quiero hacerlo. Es peligroso, sé que Stephan querrá matarme en cuanto sepa de esto.

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Estoy en la comisaria. Esto esta lleno de policias armados y eso me incómoda un poco, pero trato de ser discreta. Tengo entrelazadas mis manos a las de mi hermana y mi madre. Estoy muy nerviosa. No les quise contar nada a mi familia, apesar de su insistencia. Solo seré capaz de contar esto una vez y quiero aprovecharla con alguién que me ayude.
«Por favor que no me busque».

-¿Es malo?.

La pregunta de mi hermana me saca de mi pensamientos y la miro confundida. Chloe le da una mirada rápida a mis padres que están hablando en voz baja y después vuelve a mirarme.

-Lo que tienes que contar. ¿Es malo?- me pregunta nuevamente.- Debe serlo. Todo fue tan horrible que aún puedo sentir el miedo- susurra mirando el suelo.

Recargo mi cabeza en su hombro y trato de respirar profundamente. Esto es tan horrible, desearía no volver a sentirme así.

-Estarás bien Chloe. Nunca más pasaremos algo así.- le prometo.

Una mujer de traje color negro se acerca a nosotros con una sonrisa amable. Es alta, pálida y tiene su cabello rubio sujetado en una coleta mal hecha.

-Señorita Archivald soy la coronel Blake. Me han informado de su caso y permítame expresar mi entusiasmo al enterarme que ha vuelto con bien. Así que, ¿En qué puedo servirle?- me pregunta en tono suave.

-Yo... yo quisiera... es decir...-No puedo hablar con tantas personas cerca.

Observo la puerta principal con detenimiento y comienzo a temblar. Siento que en cualquier momento Stephan va a entrar por esa puerta y va a matar a mi familia junto conmigo. La sola idea hace que me comience a faltar el aire. Oh, mierda.

-¿Le gustaría hablar en un lugar más privado?- me pregunta la coronel Blake al notar mi nerviosismo.

¡Por fin!.
Asiento enseguida y ella me hace una seña para que la siga, así que lo hago junto con mis padres y mi hermana. No estoy muy segura que ellos quieran oír mi historia, pero no quiero estar alejada de ellos. O al menor no por el momento.
Entramos a un despacho espacioso, con un solo sofá negro y un escritorio lleno de papeles. Lo que más llama mi atención es una pared repleta de fotos de diferentes hombres. Hay mapas, nombres de personas que nunca había escuchado. Camino hacia el mural distraída y observo sorprendida cada una de las fotografías, pero entonces veo su nombre debajo de una fotografia en blanco y negro. Es un hombre que esta de espaldas. No se ve su rostro pero no es necesario. Es él. Lo reconocería donde fuera.

-Stephan Miller- susurro bajito.

Enseguida su mirada burlona aparece en mi cabeza. Su sonrisa, su cuerpo sobre el mio... Detengo mis pensamientos enseguida. No quiero volver a tener un ataque.

-¿Lo conoce?- escucho a la coronel a mis espaldas.

-El fué quién me rapto- contesto con un hilo de voz- Es sobre él de quién quiero hablarle.

-¿Le ha visto el rostro?- El tono de sorpresa de la coronel Blake me hace mirarla.

-¿Usted no?- le pregunto secamente.

-Nadie nunca le ha visto el rostro- me mira consternada- Llevo años buscándole. ¡Años! Y lo único que he conseguido es su nombre y unos cuantos datos sin importancia, pero usted sin quererlo lo ha conocido, y ha logrado escapar de él. Por favor,  cuentame lo que sabes puede ser de suma importancia para nosotros- me pide con cierta desesperación.

Ella toma asiento en la silla de su escritorio y yo lo hago en una silla que se encuentra frente a este, mientras que mis padres y Chloe se han quedado en unas sillas detrás de mi y lo agradezco, no sé si podré contar esto frente a ellos.
Comienzo mi relato desde el momento en el que salve el trasero de Fisher cuando tenía quince años, cómo lo conocí, las miradas extrañas que siempre hubo de su parte hasta el día del secuestro. Cuento absolutamente todo sin omitir un solo detalle, no quiero guardarme nada. Pasamos a la parte donde Miller me declaro sus intenciones para conmigo, cosa que le tomo en total sorpresa.

-¿Nunca hubo ninguna interacción de su parte antes de todo esto?- me miro confundida.

-No, yo siempre me mantuve alejada de él- le asegure.

Continúe con mi relato mientras
escuchaba los sollozos de mi madre y mi hermana al contarle a la coronel lo de la violación, y por último le conté como escapé de ahí y di una descripción exacta de su rostro al igual que de el lugar donde estaba.
Cuando la coronel terminó de escribir en su pequeña libreta la cerró y me miró atentamente. Tratando de buscar las palabras adecuadas.

-Bien, señorita Archivald, su trabajo aquí ya ha culminado, nosotros nos haremos cargo del resto, arrestaremos al director de su colegio y ahora mismo prepararé un equipo para ir a la casa que nos ha dicho- habla mientras se levanta de su silla. Yo la ímito- Tú y tú família desde éste momento están bajo protección. Desde ahora tendrán guardias, y creo que deben optar por salir del país aunque sea una temporada.

Asiento tragando fuerte y miro a mis padres que me dan una señal de aprobación.
No puedo estar más de acuerdo.

La obsesión de poseerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora