-¡Hijo de puta!.- grito furiosa al llegar al despacho de Stephan.- Ella no tiene nada que ver en esto, nada. No tenías porque traerla, está aterrada.
Las palabras comienzan a quedarse atascadas en mi garganta, haciendome sentir torpe. Stephan deja su libro sobre el escritorio y se levanta despacio de la silla.
-Dijiste que extrañabas a tu família, y me parece que tu siempre dejaste en claro que ella era como una hermana para ti.- se encoge de hombros.
Muerdo mi labio con molestia y trato de controlar mi enojo.
-No la quiero aquí Miller, su família debe estár muy preocupada. Por favor deja que se vaya.- le pido desesperada
Stephan se acerca a mi lentamente y cuando esta a unos centimetros, se inclina hacía mi, sonriendo.
-No.- susurra búrlon
Y sin pensarlo dos veces, le doy un golpe en la cara con mi puño.
-¡Dejáme en paz!.- grito furiosa mientras le salto encima
Stephan forcejea conmigo para poder someterme, pero se lo hago imposible puesto que no dejo de patearlo y darle golpes en la cara. Estoy harta, de él y de su mierda. Puede meterse conmigo todo lo que quiera, pero no con ellos, no con los que me importan.
-¡Charlotte, basta!.- me ordena
-¡Déja que se vaya!.- jalo su cabello con fuerza
Me da un apretón tan fuerte en la pierna, caúsando que lo suelte. Me toma con fuerza del cuello y de la cintura para despúes aprisionarme sobre el escritorio.
-¡Tu querías ver a tu família Charlotte!.- gruñe furioso
Forcejeo para que me suelte, pero la presión que hace sobre mi cuello es suficiente para evitarlo.
-Jamás vas a estár contenta con nada de lo que yo haga y eso me tiene harto. Así que más vale que te tranquilices o te juro que volveré a lastimarte.- me advierte
Trato de arañar sus manos, pero las tiene tan tensas que dudo siquiera estar haciendóles algo.
-Señor...
Stephan nisiquiera despega sus ojos de mi y yo me remuevo para que me suelte. Escucho los pasos de Mirco acercarse y pone una mano sobre el brazo de Stephan, tratando de moverlo poco a poco.
-Señor tenemos cosas que hacer, Brooke está aquí.- le habla serio
Stephan suelta mi cuello
rápidamente y se hace a un lado, mientras suelta su agarre de mi cintura.Ignoro sus miradas y me levanto del escritorio mientras trato de aclarar mi garganta y de no demostrar el dolor de culo que tengo.
-Vete al diablo.- grazno furiosa antes de salir.
Observo a Jess dormir y me acómodo a su lado para sentir su calor, hace días que estaba deseando tener algún contacto con alguien que me hiciera sentir segura y cómo en casa. Pero no quiero que ella esté aquí, debe volver con su família. Cierro los ojos y poco a poco puedo notar como el sueño se apodera de mi.
-Sara es un zorra.- murmura Jess disgustada.- Ojalá y no me encuentre porque si no...
-Tranquila Jess, no vale la pena.- sonrío divertida.
-Claro que no, pero te quería golpear, eso si que no.- niega furiosa
Estoy encantada de poder hablar con Jess de nuevo, siempre creí que no volvería a verla jamás y ahora estamos sentadas en la cama, mientras hablamos de todo. Al parecer todo en casa se volvió una locura, arrestaron al director del colegio y la polícia duro días entrevistando a mis compañeros y profesores.
-¿Sabes lo aterrada que estaba cuando me enteré quién diablos era Stephan Miller y qué tu estabas con él?.- me abraza fuerte.- Al menos ahora sé que estás bien.
Le devuelvo el abrazo y me lleno de su energía positiva.
Después de platicar un poco más decido bajar a pedir de cenar para ambas. En la cocina solamente está Lauren, por lo que mi buen ánimo sigue intacto.-¿Podrías preparar algo para que Jess y yo cenemos?.- le pido mientras me siento en el banquito de la encimera
-Por supuesto Charly.- sonríe
-¿Porque no se prepara algo ella?
¡La re-puta!
Sara aparece en la cocina con su horrible Aura prepotente y desquiciante. Lauren me da una mirada de disculpa y la ignora mientras saca los ingredientes del refrígerador.
-¡Vengo agotada!, no he podido descansar casi nada.- suspira soñadora
Pongo los ojos en blanco y tomo una manzana del frutero antes de ponerme de pie.
-¿Podrías subir la cena a mi cuarto?.- le pido a Lauren y agradezco cuando asiente.
-No es nada señora Charly.- me guiña un ojo
Quiero soltar una carcajada, pero me reprimo.
-No es señora Lauren, ella no es nada de Stephan.- escupe Sara con desdén.
-¡Porque yo no quiero!.- contesto enseguida.- Además Sara, tu tienes que acostarte con él para sentir siquiera un poco de atención. Mientras que yo, con sólo una sonrisa consigo más, mucho más.- me búrlo
No es cierto. Pero al menos he logrado bajarle el humo a la oxídada. Prácticamente la tengo sobre mi, cuando Stephan aparece en la cocina. Sin poder reducir ni un poco mis ganas de molestar a Sara, trato de relajar el rostro y parecer calmada.
-He venido a pedír la cena para Jessica y para mi.- murmuro alejandóme de Sara
-Está bien.- frunce el ceño confundido
Le doy una mirada a Lauren, despúes a Sara y por último a Miller. ¡Si se puede Charlotte!.
-Buenas noches.- Me acerco y le doy un beso pequeño en la mejilla.
Salgo por la puerta, dejando a una Sara furiosa y un Stephan sonriente.
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La obsesión de poseerte
RomanceStephan Miller era inteligente, atractivo e insoportablemente millonario y poderoso. Solo había una cosa que se negaba a aceptar... Ella no lo quería. Charlotte Archivald era una joven hermosa, de caracter fuerte y emociones perplejas. Solo habia...