Capítulo dos

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El cuarto año de Harry Potter en Hogwarts acababa de comenzar y a decir verdad no le estaba yendo nada bien todos estaban entusiasmados ante la noticia del torneo de los tres magos, sin embargo para el niño que vivió no había emoción alguna, eso significaba más chicos sobresaltados y excitados que buscarían su compañía mañana, tarde y noche, serían más abusos, más dolor, más golpes, más violaciones y humillación para el pobre Harry Potter o más bien para el juguete de Gryffindor.

Durante esos días Harry buscaba el consuelo y la tranquilidad de la biblioteca, se pasaba horas ahí huyendo de la sala común y los alumnos de la "noble" casa de los leones

-Potter- susurro Flitwick acercándose a él con un enorme libro

-Profesor Flitwick

-Por qué estás tan solo?- cuestiono con significancia

-Solo deseaba estudiar- mintió el ojiverde, sin embargo el profesor ya conocía o se imaginaba sus motivos. Había notado al azabache temblar ante el más mínimo roce de sus compañeros de casa, también noto que huía de ellos en cuanto tenía oportunidad.

-Tus notas en mi clase han bajado...

-Yo... lo siento profesor, me resulta difícil, créame que intento pero...

-Sabes? Creo que te haría bien un cambio de ambiente- dijo el mayor entregándole el libro- Te recomiendo leer la cláusula 142 sección B- y sin más se fue dejando solo al chico

Harry sin entender leyó la tapa del viejo volumen que resultó ser nada más y nada menos que el reglamento del colegio. Muerto de nervios hojeó el libro hasta llegar a la cláusula 142.

"CLAUSULA 142: SELECCIÓN

*Todo alumno al ingresar al colegio será seleccionado en una de las cuatro casas: Godric Gryffindor, Rowena Ravenclaw, Salazar Slytherin y Helga Hufflepuff por el sombrero seleccionador según sus actitudes y aptitudes siendo estas correspondientes a los ideales de cada una de las casas donde serán acogidos como hijos y parte de una familia, siendo amparados y protegidos bajo cualquier circunstancia.

SECCIÓN B: RESELECCIÓN

*Todo alumno de Hogwarts tiene derecho a exigir o solicitar una reselección sin importar el año en que curse, en el caso en que ya no simpatice con los ideales de su casa o no se sienta protegido por la misma. El alumno deberá solicitar la reselección en presencia de los cuatro jefes de casa y esta deberá ser inmediata"

Harry no pudo continuar leyendo, abrió la boca incrédulo y en su pecho creció una sensación cálida y extraña: Esperanza. No podía creer lo que sucedía, realmente Flitwick le estaba ayudando a alejarse de Gryffindor?

Sin poder controlar su euforia tomo el reglamento, su capa invisible y corrió a la entrada principal, decidió caminar bajo la protección de su capa y se sentó a la sombra de un viejo árbol leyendo y releyendo aquella clausula, estaba feliz de imaginarse lejos de los leones pero no dejaba de preguntarse a que casa iría, no se creía lo suficientemente inteligente para ir a Ravenclaw y Hufflepuff.... Pues siendo sincero siempre le había parecido soso, sin embargo Slytherin no era una opción, después de todo ahí lo odiaban incluyendo al jefe de casa, aunque en primer año el sombrero había querido enviarlo con las serpientes, tal vez rectificaría su decisión y lo enviaría a los dominios de las serpientes.

-No importa- susurro- lo que sea mientras me vaya de Gryffindor

Y con ese pensamiento y optimismo se puso de pie una vez que oscureció y entro a la torre de Gryffindor en silencio para evitar ser visto, pues no permitiría que nadie arruinara su día.

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El juguete de GryffindorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora