Just Me | *BinWoo* [PAUSADA]

6.

-¿Puedo pasar?

Volteé a ver a mi madre como pidiendole permiso para que Dong Min entrara, y ella, solo asintió.

-Si adelante.

Me movi de la puerta para permitirle el paso.

Él entró y apreció mi casa.

Apenas hiba a preguntarle el porqué habia venido a mi casa, pero él habló primero.

-¿Ella es tu madre? -me dijo haciendó una mirada a la mujer sentada en el sofá-

-S-si....

-Ya veo. -caminó hasta el sofá y se sentó junto a mamá- Buenas tardes, señorita. -extendió su mano- Mi nombre es Lee Dong Min, soy de sexto grado. He venido a pedirle su permiso para llevar conmigo a Moon Bin.

-Que educación -mi mamá correspondió al saludo- Y.. ¿A dónde quieres llevarlo?

-Verá, su hijo tiene una hermosa y melodiosa voz, y yo sé tocar piano. De vez en cuando, voy a la cafeteria a tocar, y me gustaría el día de hoy llevar a Moon Bin con migo, para que él cante.

Mi mamáme miro -¿Quieres ir?

Yo asentí con emoción.

-Bueno.. am.. Dong Min, puedes llevarlo. Pero no vuelvan muy tarde; vuelvan antes de la hora de cenar.

***

Después de unos minutos de caminar, sin palabra alguna, pude notar la cafetería: cruzando la calle.

-¿Porqué no hablas?

-Es que, no sé que decir, esto me tomó por sorpresa.

Dong Min rió, y luego.... luego me tomó de la mano.
Al sentir su tacto me estremecí un poquito, y mi mano comenzó a temblar. Él notó mi nerviosismo.

-Tranquilo, cruzaremos la calle.

Cruzar la calle nunca habia sido tan hermoso.

Cuando llegamos a la cafetería, había un niño tocando la guitarra. Un niñito pelirrojo, 10 u 11 años.

-Binnie, él es Yoon Sanha, yo diría que es un niñito super dotado, sólo mira cómo toca, y sólo tiene 8.

-¡¿Qué?! 8?! Nah, ese niño tiene 10 mínino. Es mas alto que yo.

-Y que yo, pero así es él. Bien, es nuestro turno.

Me tomó de la mano una vez mas y me guió hasta un piano.
Entonces pasó algo de lo mas extraño y hermoso; me tomó de la cintura y me cargó para subirme a él, y sentarme ahí.

Después, él tomó asiento en el banco del piano para supongo empezar a tocar.

-Bien, ¿Recuerdas quella vez que cantaste Replay?

-Oh si...

-¿Podrás cantar otra vez?

-Supongo que si.. pero... cuando cantamos, estábamos solos. Aquí hay mucha gente mirándonos.

-No hay problema, -puso su mano encima de la mía y me miró- Verán lo genial que eres. -posicionónsus manos en el piano una vez mas-

Comenzó a tocar la típica tonada de Replay.

Tomé aire y comencé a cantar con los ojos cerrados.
-Nonna Nomu Yeppeo...

La canción se me hizo eterna, cuando hiba a la mitad, la olvidé.
Olvidé la letra de mi canción favorita, ¡¿Como es eso posible?! La sé de memoria, podria cantarla hasta en reversa.

Entonces el piano no se detuvo. No podia deternerse por mi culpa. Pero yo me quedé callado.
Entonces Sanha continuó la canción.

Gracias al cielo.

Cuando por fin reaccioné, también continué la letra.

Hasta que terminamos.

Entonces la cafeteria se llenó de aplausos, silvidos, gritos, cámaras de celulares, y hasta algunas lágrimas de emoción.
Fue lindo.

***

Cuando terminamos, Sanha se fué. Dong dejó el piano y me bajó de este.
Los clientes nos dieron algunas monedas, y extendí mi mano para que Dong Min me diera la suya.

-Bien, debo llevarte a casa -me dijo.

Comenzamos a caminar, con el dinero que le dieron me compró un helado.

Híbamos llegando a casa, cuando se detuvo en seco.

-Bin, debemos hablar..

-¿Quieres de mi helado? Me hubieras pedido antes

-No, no es eso -se agachó un poco hasta quedar a mi altura- Veras, nos conocemos desde hace poco, pero, ¿somos amigos no? Y yo te quiero mucho

-Yo tambien te quiero mucho Hyung, qué con eso

-Pues... me mudaré

-¡¿Qué?! ¡¿Porqué?! ¡No puede hacer eso! Yo apenas hiba a decirte que si podiamos volver a cantar júntos en la cafeteria, ¡Esto es injusto! Tiene que ser una broma, ¿verdad? Es eso. No puedes marcharte.

-Yo.. -bajó la mirada- tan solo quisiera que fuera broma. Me iré a Busan.

-¡Pero eso no es muy cerca! Osea, ¿te cambiarás de escuela?

-S-si...

-P-ero...

Fue inevitable que oas lagrimas de ambos comenzaran a brotar.

Estuvimos discutiendo un par de minutos, pero por mas que me esforzara, aunque me inqué y me abracé de sus piernas, él tuvo que irse.
Y no lo volví a ver...

No hasta después de 5 años...