Era Sábado y la lluvia mojaba las plantas del balcón de casa, estaba aburrido, en el sofá, mirando la vieja tele mientras cambiaba de canal constantemente, no daban nada bueno.
Últimamente no había tenido mucho movimiento sexual con Miyagi, el se pasaba el día trabajando y preparando sus tesis de la universidad, y yo, hace tiempo que me canse de intentar ir detrás como un niño pequeño, igualmente... no tenia suficiente tiempo para preocuparme por cosas así. El destino la tomó con nuestra relación.
Ya faltaban escasos minutos para que Miyagi llegase, así que apagando la tele me dirigí a la cocina para comenzar a preparar la cena de hoy. Abrí uno de los armarios de la cocina y unos recipientes de fideos instantáneos.
"Podría hacerlos para variar un poco en su alimentación de solo repollos" pensé en voz alta, hablándome a mi mismo.
Herví un poco de agua en el microondas y prepare los envases de fideos instantáneos. Al escuchar el sonido mecánico de microondas indicando que el agua ya había terminado de hervir, abrí la pequeña puerta de aquella máquina y con cuidado saque el agua para ponerla en los envases de los fideos. Solo faltaba esperar unos tres minutos hasta que se hicieran.
Cuando tan solo faltaban segundos para que estuvieran preparados el sonido de la puerta abrirse llamó mi atención e hizo que me desplazara hacia el pasillo para recibir a Miyagi.
— Bienvenido a casa — me quedé mirando como se quitado los zapatos desde el final del pasillo.
— ¿Que es eso que huele tan bien?
Al acercarse a mi cerré mis ojos algo sonrojado esperando a recibir un beso de bienvenida, pero Miyagi pasó de largo rozando mi hombro, aquel acto por pequeño que fuera hizo que mi corazón se estremeciera de tal forma que me hizo tener miedo y dolor.
— He preparado la cena...— me desplacé hasta la cocina para poder poner la mesa
— Como siempre
Una vez la mesa puesta nos sentamos para comenzar a comer. Todo estaba en silencio, solo se escuchaba el televisor que destacaba las últimas noticias importantes de estos dos últimos días. El perfil de Miyagi mientras miraba la caja tonta que informaba, era simplemente perfecto, me gustaba Miyagi, estaba realmente intoxicado por su amor. Agarrándome la camiseta por el pecho sonrojado, sentía un gran dolor en mi corazón.
Al terminar de comer, como cada noche nos sentamos en el sofá para ver cualquier película o serie policial.
— Yo me voy a dormir ya— me levanté del sofá y me fui a mi habitación
Al llegar a mi cama me tumbé y cerré los ojos esperando que el mundo de los sueños me invadiera, pero como siempre, el destino no me lo iba a poner tan fácil.
— ¿Shinobu? ¿Ha pasado algo?
Escuché su voz que provenía de la puerta de mi habitación, abrí los ojos y me mordí suavemente el labio inferior buscando algún tipo de excusa.
— ¿Shinobu?— sentí su voz cada vez más cerca y poco después noté su mano en mis blancas sabanas. — Responde por favor
Me giré con los ojos inundados de lágrimas, me tapé la cara al notar que estaba apunto de llorar. Noté sus cálidas manos apartándome las mías de mi cara, cuando tuve la cara al descubierto nuestros ojos volvieron a cruzarse y nuestros labios se juntaron haciendo un beso más apasionado después.
Este capítulo lo voy a dividir en dos partes ya que ahora viene un parte fuerte, que no se si a todos los lectores les gustará. Si quieres leer escenas "obscenas" por así decirlo, continua leyendo Capítulo 7 Parte 2 (cuando sea publicada próximamente). Si no quieres leer de aquello salta hasta el Capítulo 8.
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Mi terrorista
RomanceShinobu es nuevo en esto del amor y tiene la buena suerte de que el destino le lleva a los brazos de su viejo favorito, Miyagi. Miyagi un profesor de universidad tendrá que aguantar las rabietas de Shinobu y sobretodo sus comidas donde el único ing...