Termino la clase que más odiaba y me percaté que empezó a llover, me encantaban los días lluviosos, siempre pensaba que ese clima era perfecto para ver películas tomando una bebida caliente con alguien a mi lado, dejando mis pensamientos de lado, veía como el profesor que más odiaba se iba corriendo con el fin de no mojarse, cuando en mi mente pensaba; que ojalá y se caiga y se lastime para que falte por unos cuantos días y poder descansar de el.
La maestra de la siguiente clase se estaba retrasando, después de ver que no llegaba me levante de mi asiento y fui hasta el lugar de mi compañera, ella se corrió de modo que me dio un espacio para sentarme, cosa que agradecí por la amabilidad.
Todo estaba bien, decíamos babosadas y reíamos, algo que me agradaba mucho de ella puesto que siempre sabía como sacarme una sonrisa.