La lluvia seguía y seguía sin parar, la maestra no llegaría, el agua subía de modo que ya habría sobrepasado el límite que tenía, inundando las banquetas que había.
La mayoría estaba en su relajo, pero yo no, me la pasaba asomado por la ventana como todo un idiota, pero no podía negar que amaba ese tipo de clima por eso mi reacción.
Mi idiotez se vio interrumpida por el grito de una compañera atrayendo mi atención, mi pregunta era que había pasado, después me percaté de lo que sucedía, el agua había entrado al salón, metiendo se rápidamente.
El salón era grande por lo cual no me preocupe, pero al ver como entraba y formaba charcos no pude evitar el saltar en los charcos, pero...no era el único que pensaba hacer eso también un compañero quiso saltar en los charcos, al verme me tomo de la mano, algo que no me esperaba por parte de el, le seguí la corriente sujetándolo de la mano, saltando juntos, al fin que podría pasar...
Después de un rato paramos y me fui a la esquina del salón junto con el, algo que se me hizo raro, pero no lo podía rechazar, el tomo mi mano y me abrazo, algo muy inesperado del el puesto que yo no tenía mucha comunicación con el.
El abrazo duro algunos minutos por lo cual, después de unos segundos le correspondí el abrazo. Después de un rato nos sacaron del salón, pues este se estaba inundando, algo que sería único.