Después de risas y juegos nos dimos cuenta de algo, la lluvia estaba muy fuerte de modo que caía muy fuerte en el piso, hasta se escuchaba cómo caían las gotas de agua en las ramas de los árboles.
La lluvia cada vez era más intensa de modo que ya ni se veía el otro lado del colegio se veía una espesa nube blanca, los desagües se habían tapado y se llenaban de agua, se juntaba contando una que otra hoja de árbol y algún envoltorio de Sabritas.
No faltaron mis compañeros de clase que por ese desagüe mandaran barquitos de papel, parecían niños pequeños, esto me dio risa puesto que a varios se hundían.
Ellos reían y a la mayoría le causaba gracia, algo que me hacía recordar cuando era pequeño y salía a mojarme en la lluvia, por lo que me traía buenos recuerdos.