-¡Serena, necesito que me lleves a la escuela!- gritó Kate desde fuera de mi habitación.
-Ya voy- le contesté mientras abría la puerta.
-¿Qué? ¿Cómo es posible que ya estés levantada y ademas cambiada?
-Desperté temprano.
-Y... ¿No tienes fiebre?
-No, estúpida, vámonos ya.
Subimos al carro y Kate aún tenía cara de sorprendida, de hecho tuvo una sonrisa extraña todo el camino a la escuela.
**
Eran ya las 6:30pm, había pasado lo que llevaba del día en tiendas buscando ropa para usar hoy en nuestra ¿cita?. Al final me decidí por un pantalón gris, una sudadera negra y unas botas negras, no sabía si era una vestimenta adecuada, pero en caso de que no lo fuera, por lo menos estaría cómoda.
No peine mi cabello, no es lo mío, solo delineé mis ojos, rellené un poco mis cejas y me fui a la sala a esperar a que llegara.*Suena el timbre*
-Serena, creo que llegó tu novio- dijo mi hermana.
-¡No es mi novio!- le grité.
-Hola, creo que llegue unos minutos antes- me dijo Matt cuando le abrí la puerta- mi amigo me dijo que debo llegar un poco tarde porque las mujeres tardan mucho en arreglarse, pero yo comencé todo demasiado temprano así que la comida se iba a enfriar y decidí llevarte aunque sea en pijama para que no comieras la comida fría.
-Gracias, que considerado- sonreí -¿Nos vamos entonces?
-Si.
Subimos a su carro y nos fuimos, llegamos demasiado pronto a su casa, no me dio tiempo ni siquiera de prepararme mentalmente para conocer a su madre.
-Llegamos, pero, ¿podrías esperar un momento para avisarle a mamá que viniste?
-Claro, no te preocupes, ve.
Ni siquiera le había avisado que vendría, ¿y si ella es mala conmigo?
¿Se verá muy mal si salgo corriendo ahora?-Oye, espero que no te incomode, pero mamá huyó para dejarnos solos.
Maldición.
-No me incomoda- sonreí a pesar de estar nerviosa.
-Bien, entonces pasa.
Matt tenía una casa muy linda, era de esas casas típicas de las abuelitas, que por fuera son sencillas pero llenas de hermosas flores, y por dentro están plagadas de fotos de familiares por toda la pared, adornos rústicos y elegantes, y con un aroma a vainilla.
-Puedes sentarte ahí, o si quieres podemos estar en mi habitación.
-Aquí esta bien- le dije sonrojada.
Matt se fue por un pasillo que no se a donde lleva, lo mas seguro es que haya ido a la cocina por la comida.
Regresó con una caja de pizza, palomitas, sodas y agua, y una cobija.-No se si pueda comer tanto.
-Quizás tu no, pero yo si- se rió.
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Paraíso artificial
Novela JuvenilSerena vive en una pequeña ciudad con su madre, su hermana y su perro Bonnie. Una noche conocerá a un chico que la dejará perdida, del cual no sabrá siquiera su nombre, pero también conocerá a otro, quien se volverá su amigo (o algo más) con quien c...