In-consciente. [Taehyung]

1.🌪

-Hoy estaba sentado en el parque de la universidad y un chico castaño se acercó a mí- Tae sonrío amplio.
-¿enserio Tae?- preguntó alegre la chica frente a él mientras recogía algunos trastes y servilletas.
-¡Claro que si Sun!-Tae soltó un suspiro- fue muy lindo, me hablo con mucho respeto, me dijo que le he atraído- Tae llevó sus manos a sus mejillas mientras recordaba aquellas palabras que el castaño había mencionado haciéndolo suspirar de nuevo.
-¿cuál era su nombre, pequeño Tae?- pregunto Sun.
-Jung Ho Seok- Tae se acomodó sobre sus codos- el es mi tipo ideal.
-tiene un lindo nombre- Sun se levanto de la cama tomando la gran charola que contenía trastes y basura y camino hasta la puerta-bien, es hora de dormir.
-Hasta mañana Sun- Tae se despidió de ella con una bella sonrisa- te veré luego.
-Descansa- la chica salió del cuarto sonriente.

Tae cerró los ojos quedando profundamente dormido.

...

Y allí se encontraba Tae, envuelto de nuevo en aquella despreciable pesadilla, diario era lo mismo, ¿cuántas pesadillas van? Ni él lo sabe, ha perdido la cuenta, decepcionado esperando que en algún momento comenzará a soñar cosas mejores. Se dice a sí mismo que es una pesadilla inútil, que tal vez hay un propósito para soñar tanto con aquello.
El único momento realmente alegre de esa pesadilla es cuando su enfermera asignada, Hwa-Min, le lleva las pastillas que mágicamente le hacen despertar de aquel sueño atroz.

-¿qué clase de pesadilla eterna es esta?- pregunto Tae aún mirando la ventana recargándose sobre sus codos.
-Tae, ¿cuándo entenderás que no es una pesadilla?- la enfermera Hwa-Min arqueo una ceja.
-¡Nunca! ¡Está no es mi vida! Mi vida es mejor...-con su índice delineó la parte de inferior del cuadro de la ventana- mucho mejor-miro a su alrededor- si fuera real- giró sobre la cama dirigiendo su vista a la enfermera- ¿qué hago aquí? ¿Qué o quien me trajo aquí?
La enfermera levanto su vista al contrario- no tengo respuesta a esa pregunta Tae- negó múltiples veces con la cabeza.
-¿lo vez? ¡Es absurdo que lo digas!- Tae levanto los hombros-que sitio tan aburrido- Tae bufo.
-¿aburrido?-la enfermera rió levemente ante el comentario- sal allá afuera Tae, será divertido- la enfermera dejo un pequeño recipiente con varias pastillas de muchos colores, una botella con agua y salió de la habitación con una maliciosa sonrisa en los labios.
-detesto todo esto, muros blancos... ¡Todo es blanco!-exclamo Tae casi gritando- pero afuera hay más color- se asomo de nuevo por la ventana, tomo sus pastillas mágicas y camino al lindo y amplio patio.

Para Tae era más que nuevo visitar ese hermoso patio, por un segundo sintió que la pesadilla había terminado mas sin en cambio no fue así, los múltiples colores, el fuerte sol y ver a más de dos personas junta le detonaron un fuerte dolor de cabeza haciéndole perder el control de sí mismo, sus ojos habían tomado un color oscuro, profundo, siniestro, comenzó a gritar en un tono grave como si su vida dependiese de ello, parece ser otro ataque de ira que usualmente tiene en aquellas pesadillas, llegan sin aviso, como reflejo comenzó a correr mientras gritaba, se topó con un par de enfermeros y comenzó a golpearlos hasta que un tercero logró sedarlo. Tae perdió el conocimiento. Pero Tae no recuerda tener esos ataques, pues son tan fuertes que le hacen perder conciencia de sí mismo.

Tae sabe que no es más que pesadilla, su vida se ubicaba en una hermosa y pacífica ciudad, rodeado de gente amistosa, es un brillante universitario, enamorado del mejor bailarín de la universidad, Jung Ho Seok, y tiene una hermosa casa donde su nana Sun siempre le acompaña.
Su nana le contó que siempre ha sido criado por su ella pero cuando tenía veinte recibió un golpe en la cabeza haciéndole perder muchos recuerdos.