9.🌪

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La audiencia había sido convocada, Tae se encontraba sentado frente al juez y a un detrás estaban la audiencia, las víctimas y por su puesto, su familia.
Solo que Tae lucia diferente, Lucía más radiante, un extraño brillo estaba presente en sus ojos, cosa que a Hoseok y a Kook les preocupa.

-se le acusa por asesinato y agresión física- hablo el juez- ¿lo tiene presente.
-si- respondió Tae.
-el acusado no ha pedido abogado o defensor público, lo asumiremos como la aceptación de sus actos y el asumo responsable de las consecuencias- hablo un segundo juez.
-exactamente, me declaro culpable, acepto y asumo las consecuencias de mis actos.

Después de largos minutos Tae salió de la sala junto a un par de policías, por aceptar sus cargos le recompensaron, le han dado un día para disfrutarlo como y donde quiera, bajo vigilancia.

Tae tomó su ropa y se cambió rápidamente, dirigió sus pasos a la gran puerta y salió pacíficamente por esta cruzándose con la mirada de Kook, quien esperaba por el.

Tae sin hablar subió al coche de Kook, colocó su cinturón y esperó pacientemente al menor.

Kook subió lentamente, el aire le era insuficiente, sus piernas temblaban, los pies le pesaban, su vista estaba nublada. Al llegar a la puerta, subió cuidadosamente y cerró la puerta, colocó ambas manos en el volante y comenzó a conducir.

Llegaron a un lindo restaurante, este estaba con poca gente, Tae paseo su mirada por el lugar encontrándose con un trajeado y galante Hoseok, sonrío alegre.
Espero a que Kook se estacionara, bajo del auto y corrió hasta su amado abrazándolo fuertemente, el contrario imito su acción, suspiro y comenzó a degustar del olor de Tae, acaricio su pelo como si buscara calmarlo.

Minutos después los tres se encontraban comiendo una deliciosa pasta Italiana, el sueño de Tae era viajar a Italia y comer una.  Ninguno se dirigía la palabra, solo miradas y sonrisas. Hoseok y Kook se sentían más que tristes, el motor de sonrisas más grande de su vida estaba a punto de irse, pero querían disfrutar al máximo del mismo.

-y cuéntanos Tae- el menor tragó saliva, sintió un nudo en su garganta- ¿qué te pareció la pasta?- sonrío lo más amplio que pudo.
-¡deliciosa!- contestó Tae sonriente.
-¿te gustaría ir a comer helado después?- preguntó ahora Hoseok sin desprender la vista de su plato.
-vayamos a algún lado privado- Tae termino de un sorbo su vino.

Hoseok puso el dinero sobre la mesa y se levanto, detrás de este se levantaron los otros chicos y caminaron hasta el apartamento del mismo. Al entrar el aire se volvió pesado, sus corazones dolían, era el adiós y para nadie es fácil darlo, no tan pronto.

In-consciente. [Taehyung] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora