Hola Oliver (Engmano!2p)

Nota 1

Oliver salio de su casa, se puso una capucha rosa dentro del bolsillo de esta tenia su fiel amigo filoso por si las cosas acaban mal y se encamino a la casa de Allen.

Después de una larga caminata llego hasta la casa de los norteamericanos y toco la puerta, por suerte tenia una copia de la llave, abrió la puerta y buscó por todo el primer piso ¿No había nadie?

Suspiro y se tiro en el mueble de la sala, pero un pequeño ruido le llamo la atención, camino a paso lento hacia el segundo piso.

Una puerta entre abierta, se asomo.

—A-Allen~—

El estadounidense entraba y salia de Erzsebet con total rudeza y aguantándose el asco que sentía, pero su razón estaba nublada y solo pensaba en como le haría pagar a F.

Los ojos de Oliver se llenaron de lágrimas, nunca pensó que Allen lo llegaría a engañar... Y sobre todo con la chica más odiada del instituto.

Ver la espalda sudada de su novio y la cara de placer de la europea le daba ganas de vomitar.

Una mirada rápida y sus ojos se encontraron con los de la húngara, la chica sonrió victoriosa.

Ahora lo entendía, ella le contó la historia al moreno, ella arruino su vida...

La gota que derramo el vaso y cordura de Oliver.

Con un paso rápido entro al cuarto y antes de que Allen se diera cuenta el ingles enterró su cuchillo en la cabeza de este.

La pelirroja dio un grito de horror, el cuerpo inerte del americano cayo sobre ella.

Se lo quito de encima y vio a Oliver que comenzó a reír de manera maniática, sus ojos sin brillo alguno...

Quiso escapar pero un fuerte dolor en la pierna se lo impido.

El cuchillo clavado en su pierna, el pecoso se le comenzó a acerca de manera lenta y le sonrió con dulzura.

—Y dime puppet... ¿Quién es F?—

Se escucho el sonido de algo contra la puerta de la morada de los italianos.

—Yo abro—

El alemán se paro y a paso perezoso se acerco a la puerta.

Al abrir la puerta pego un salto hacia atrás, su cara demostraba shock.

El resto de chicos se acercaron a ver para quedar igual o peor que el alemán.

En el umbral de la puerta estabaa cabeza del norteamericano junto a la de húngara y una nota doblada que decía: Hola F.

Flavio reprimió sus ganas de vomitar, vamos que era un mafioso... No era la primera vez que veía un cadáver o bueno... Cabezas, no debería afectarle, tal vez era el hecho de saber quien era el asesino.

Cogió la nota y la abrió.

Hola F! O mejor dicho Flavio, te preguntarás como lo sé... Me lo dijo la señorita que tienes al frente, pobre estúpida... Pensó que si me lo decía la dejaría vivir.
Seguro te preguntas ahora... ¿Acabaré cómo esos dos? Pues no, ellos fueron malos... Ellos se buscaron terminar así cuando se revolcaron en el cuarto de Allen.
¡Deberías estar feliz! Ahora estas a salvo, no como yo... Obviamente tengo que salir de la ciudad y tal vez del país...
¡Pero te escribiré cada vez que pueda!
Y tal vez... ¡Un día nos podamos ver!

Con amor:

—Oliver

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Y llegamos al final de la novela! Próximamente agradecimientos!

Esta unikornia se despide.

*Huye*