POV Félix: Estaba esperando a Fefi, el cual me dijo que vendría con la chica nueva, pero llevaba ya casi una hora esperándole y este no llegaba! Cansado de esperar y suponiendo que este no vendría, me dispuse a ordenar papeles de la recepción y tal, pero justo cuando me pongo a ello, Fefi llega... —Siento el retraso, no encontraba a Cami por ningún lado... —Si me querías encontrar haberme llamado al teléfono. —A ti no te gustan esos chismes, lo has dicho millones de veces... —Pero esto era una emergencia y te dije que si era una emergencia me llamaras. Estos parecían no callarse así que tosí un par de veces para llamar su atención. —Oh, disculpa, Félix, esta es Cami, se la da genial la hipnosis y controla bastante bien a los pacientes. Según escuchaba a Fede hablar vi a Golden, un paciente que no encontrábamos desde la mañana. —Golden?! Donde has estado?! Q has hecho?! Estábamos preocupados! —Uh... —Joy me le encargó mientras hacía recados.—saltó Cami. —Eso explica por q no sabíamos nada de él... —A que te refieres? Preguntó Golden. —Verás, Joy está en el hospital... —Hospital?! Por qué?!— preguntó Golden preocupado. —Nada, solo un golpe, es un tema largo y delicado del que hablar aquí y ahora... Bueno, Cami, entonces, nos echarías una mano? —Claro, con gusto, pero he de deciros una cosa. —Ya que Golden está completamente recuperado de su enfermedad, en cuanto yo me va ata del hospital, él vendrá conmigo ya que no tiene padres. —Supongo que está bien, pero- —Y OS pido que mientras trabaje aquí Golden también pueda quedarse en lo que antes era su habitación. —Lo hablaré con mi gerente, aunque creo que no habrá problemas. —Bien, eso es todo, empecemos ya mismo. —Oh, b-bien, en esa salida te puedes cambiar, hay un uniforme de mujer adentro... —Ok, ya me lo pongo. —dijo entrando. —Golden vuelve a ti cuarto y no incordies. —Incordiar...? —repitió molesto volviendo a su cuarto. —Y que hay de mi? —preguntó Fefi desde atrás. —Oh, pues...—yo me giré. —Era broma. —rió abrazándome desde la cadera y depositando un suave beso en mis labios.
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—Oh~ con que este era tu amiguito perdido, eh~ —Q-qué...? —dijo este totalmente rojo. En privado puede que sea más valiente, pero en cuanto hay alguien más se vuelve muy tímido. Yo aproveché el momento y mientras me daba la espalda me puse sobre esta.
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