María miraba la foto desconcertada, no podía ser aquello que estaba viendo con sus propios ojos.
-¿Me estás vacilando? ¿De dónde has sacado esa foto? Si esto es una broma de mal gusto, no me hace ni puta gracia.-Habló María enfadada.
-¿Enserio te crees que estoy para bromas? Te recuerdo que hace unos días murió mi novia.-La miró serio.
-Esto no puede ser, pero, ¿cómo?.
-No lo sé María, yo también estoy igual que tú, desde que te vi no he parado de preguntármelo.-Izan se vio interrumpido ya que el bus había llegado.- María tenemos que irnos ya, el bus ha llegado.
-Lo siento Izan, yo no voy, tengo que saber de que va todo esto.-Y sin decir nada más, cogió su bolso y se marchó a casa de Alex.
En ese momento Izan subió al bus y se dirigió a Granada, pero lo que él no sabía era lo que le esperaba cuando llegase.
Mientras tanto, María llegó a la casa de Alex y abrió la puerta, tenía una copia de la casa, al igual que Alex de la suya, nunca se sabe que puede pasar.
-¿Alex, estás aquí?- Preguntó María nada más entrar.
-Sí María, ven, estoy en la cocina preparando la cena, no sé porqué no me sorprende que hayas venido.
-No te vas a creer lo que me ha pasado, sigo todavía en shock.
-¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?-La miró preocupado.
-Sí, o eso creo.-Dudó la muchacha.- Alex, ¿Te acuerdas de la chica a la que iba a su funeral?-Él asintió como respuesta.-Pues resulta que es idéntica a mi.
-María, ¿Qué dices? ¿Te has fumado algo?
-Alex, estoy hablando enserio, Izan me ha enseñado una foto de ellos dos juntos, es igual a mi.
-¿Y te fías de alguien que ni conoces? María, no pensaba que fueses tan tonta.-La miró sorprendido.
-Vamos a ver Alex, ¿qué gana inventándose algo así? A ver, dime.
-Pues no sé María, pero yo que tú no me fiaba tan rápido de un extraño.-Dijo mientras sacaba la pizza del horno.-Venga vamos a dejar este tema ahora, necesitas descansar, cenamos y luego vemos a ver que hacemos.
María y Alex se sentaron a cenar en silencio.
Mientras ellos cenaban, Izan llevaba ya dos horas en el bus, pensando sin parar en el tema de esas dos chicas, en cuanto llegase iba a tener una larga charla con sus ex suegros, tenía que llegar al fondo de todo esto.
***
Alex y María ya habían acabado de cenar y después de una larga charla habían llegado a la conclusión de que María tenía que hablar con sus padres.
-Venga cielo, quédate a dormir.-Le suplicó Alex.
-Ay Alex no insistas, quiero irme a mi casa, prepararme mentalmente para afrontar cualquier cosa que me digan mis padres mañana.-Dijo la chica cansada.
-Como veas, ya no voy a insistir más.-El chico se dio por vencido.- Pero antes de que te vayas quiero asegurarme de que te vas bien.-Dicho eso, se lanzó sobre ella y la dio un gran abrazo, que en ese momento María necesitaba más que nada.
-Muchas gracias por todo Alexito.-Le dio un sonoro beso en la mejilla y se marchó.
Después de diez minutos andando, llegó a su apartamento y cayó rendida encima de su cama, estaba muy cansada, tanto mental como físicamente.
Al día siguiente se levantó y llamo a su mejor amigo para asegurarse de que seguía en pie lo de cubrirle el día en el trabajo, y después de eso, cogió su coche y se dirigió a la casa de sus padres, que vivían a las afueras de Madrid en una gran casa.
Veinte minutos después llegó a la casa de sus padres, metió el coche en el garaje y subió a buscarles, solo esperaba que hoy no estuviesen en la oficina, aunque ya tenían sus 60 años, no se cansaban.Cuando llegó al piso de arriba, llamó varias veces a sus padres y ninguno de ellos respondió, decidida a irse salió su padre de uno de los despachos de la casa.
-María, hija mía, que sorpresa, no te esperábamos.-Saludó su padre dándole un cálido abrazo paternal.
-Esa era la idea papá.-Rió la chica.- ¿Dónde está mamá? Me gustaría hablar con lo dos.
-Está en la cocina, que hoy le ha dado por intentar hacerse ama de casa y lleva todo el día metida ahí haciendo bizcochos y esas cosas.-Sonrió- Ahora vamos a buscarla y hablamos ahí tranquilamente, me tienes intrigado con el motivo de tu visita.
-Ahora lo descubrirás papá, no hay prisa.-Dicho eso se dirigieron a la cocina.
Cuando entraron a la cocina, se encontraron con un panorama muy gracioso, la madre de María soplando a un bizcocho que se le había quemado, y maldiciendo en voz alta.
-Hola mamá.-Saludó la muchacha riéndose.
-María cariño mío, que sorpresa.-Se acercó y la dio un gran beso en la mejilla.-Siento mucho que me hayas visto en esta situación.-Rió la madre.
-Que va mamá, una de las mejores situaciones que he visto en mi vida.-Y se echaron a reír los tres.
-Ahora dinos cariño, cual es el motivo de tu repentina visita.-Habló su padre.
-Mamá, papá, voy a ir al grano, ¿Tengo alguna hermana?-La cara de sus padres cambió totalmente.
-¿Por qué dices eso cielo? Ya sabes que eres hija única, ¿por qué íbamos a esconderte algo como eso?-Habló su madre.
-Pues no lo sé mamá, pero hace unos días trajeron a una chica muerta al hospital, había fallecido en un accidente, y ayer su novio, me enseñó una foto suya con ella, y resulta que es idéntica a mi.-Les miró a ambos.- Sino es mi hermana, ¿qué más podría ser?
-María, hija, tenemos que contarte algo.-Los padres se miraron entre ellos.- No debimos retrasar lo inevitable, y creo que ya es demasiado tarde para contártelo, sólo esperamos que algún día nos perdones por no habértelo dicho antes.-Habló su padre apenado.
NOTA DE LA AUTORA:
Lo primero, buenas a todos, me gustaría deciros que esto es muy importante para mi, y me gustaría saber si a la gente le gusta o no, así que por favor, el que lo lea que vote y comente🙏🏻🙏🏻
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Otra vida.
AléatoireMaría Hernández es una mujer de 25 años que trabaja en un hospital de Madrid. Un día como otro cualquiera en urgencias le toca atender a un chico, Izan Torres, que ha tenido un accidente de camino a Granada, en el cual ha perdido a su novia. Izan ac...