seven

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Narrador Omnisciente.

—Hijo —habló el padre de Jimin al entrar a su habitación—, un compañero te busca.

—¿Eh? —cerró el manga que estaba leyendo mientras estaba acostado— ¿Un compañero?

—Sí. —asintió— Uno media alto y pálido.

—miró confundido— No me digas...—saltó de la cama— Ya voy a atenderlo.

—Ah, yo me tendré que ir a una cena con Fany, si quieres cenar está todo en el refrigerador.

—¿Y los niños? ¿Me los tengo que fumar yo?

—Por suerte no, los cuidará tu tía. Y cuida la casa, Jimin. No quiero fiestas.

—No te preocupes, alta paja para hacer fiestas también. Prefiero quedarme en mi cama leyendo manga.

Luego de la charla que le dio su padre, se fue a atender a ese compañero que no sabía ni quién era. Abrió la puerta e inesperadamente vio a Yoongi.

—¿Eh? —se sobó sus ojos con sus manos para tener una visión más clara— ¿Yoongi? ¿Qué haces en mi casa?

Yoongi observó a Jimin, para él era raro ver al segundo sin uniforme. A parte de eso, con la ropa suelta; esos shorts que dejaban ver sus muslos fuertes que a cualquiera le atraía.

—Vine a hablar contigo y a devolverte tu chaqueta, que me había prestado el otro día. —respondió.

—Oh, espera —miró a los lados—, ¿viniste solo?

—No si vine con mi madre y mis veinte gatos, ¿no ves?

—Bueno, es raro que estés solo, porque siempre estás junto a tu amigo ese... Hoseok, creo que se llama. Y también es raro que vengas tú a mi casa.

—Y agradece que me tomé el tiempo de venir hasta tu casa, Jimin. Primero fui a tu casa, y al final me enteré que vivías con tu padre ahora.

—Te enteraste que mis padres están separados y ando viviendo en cualquier lado, ¿no? —rió— Pasa, que hace frío afuera y no quiero que te enfermes. —abrió más la puerta para que el contrario pudiera entrar, haciéndose un poco de un lado.

—Permiso. —decía mientras se adentraba a la residencia. Jimin cerró la puerta a sus espaldas y caminó hacia él, dirigiéndolo hacia la sala de estar— Es una bonita casa.

—¿Quieres algo de tomar? ¿Una birrita, fernecito?

—Lo último que tomaría es una birra.

—Bueh, señor aplicado entonces, ¿licuado?

—Si no es mucha molestia. —respondió— Dejaré tu chaqueta aquí. —puso esta sobre una mesa pequeña que estaba en el centro de living.

—No era necesario que me devolvieras la chaqueta. Podías quedártela, tengo muchas iguales.

—No me gusta usar cosas ajenas. Se siente incómodo utilizar una chaqueta que no es tuya.

—Mentira. Tú tienes algo que es mío hace mucho tiempo.

—¿Eh? ¿De qué hablas, Jimin?

—Llevaste mi cordura.

—No entendí. —ladeó su cabeza.

—Fooo —rodó sus ojos—, mejor voy a traer ese coso.

—Coso. Habla bien, animal. Al licuado no se le dice coso, se le dice por su nombre.

perfect student ; jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora