perfect student ; jimsu

eight

Narrador Omnisciente.

—Ven, cariño. —dijo Jimin acariciando su entrepierna lentamente— Te necesito.

—negó— N-Nunca lo he hecho.

—Entonces te enseñaré cómo hacerlo.

Yoongi fue lentamente hacia Jimin, mientras se retiraba su camiseta, ahora tenía calor, y demasiado calor.

—Arrodíllate, Yoonie.

El nombrado obedeció, quedando frente a la entrepierna del contrario y sus nervios aumentaron aún más.

—¿Q-Qué hago?

Bajó su ropa interior, haciendo que su miembro saltara contra el rostro ajeno. Yoongi tragó seco al ver la polla de Jimin, y recordó también la teoría de la L.

—Sólo chúpalo. —lo movió hacia delante— Estoy muy caliente así que hazlo rápido y bien. Oh, y no muerdas, ¿sí? A este dulce no se le puede morder, sólo se lo succiona.

Sabía que su rostro estaba enrojecido, aun así, tenía que devolver lo que había hecho por él. Lamió sus labios, sacó su lengua tímidamente y lo pasó sobre toda la longitud gruesa.

—Eso, cariño. Lámelo más. —lo tomó de su cabello— Ahora mételo en tu bonita boquita.

Hizo lo que pidió el opuesto, lo metió bruscamente dentro de su boca. Movió su cabeza y por primera vez lo succionó, haciendo que el opuesto gruñera y apretara más el agarre que tenía sobre su cabello.

Respiró por la nariz y siguió tranquilamente, movía su boca con lentitud, percibiendo cada vena que poseía la polla del contrario; su saliva sobresalí de sus labios, su mandíbula chocaba con los testículos cada vez que su boca llegaba hasta lo profundo.

—No te apresures, cariño...—gruñó— Sólo sigue sin apuros. Tenemos toda la noche para hacerlo una y otra vez.

Las paredes de la cavidad bucal que apretaba deliciosamente a Jimin provocaron una señal de que no aguantaría.

—Saca tu bonita boquita Yoonie...

Retiró lentamente su polla de la boca, Yoongi, con unas varias lamidas más y jaladas hizo que Jimin se viniera en su mano.

El mayor se acercó hacia el rostro de Jimin, sentándose en su regazo para estar más cómodo.

—¿Cómo estuve?

Sonrió y limpió sus labios con su pulgar.

—Excelente, Yoonie. —dejó un diminuto beso sobre sus labios.

—se sonrojó— Ahora tengo vergüenza.

—¿De qué?

—¿Cómo le daré un beso a mi madre? No voy a poder ni siquiera saludar.

—carcajeó— No hay que tener vergüenza por eso, Yoonnie... Hay cosas peores.—sonrió ladino— Con la misma boca que con la que me la chupaste vas y le dices ''te amo'' a tu madre.

× × ×

—¿Qué haces llegando al día siguiente, hijo? —preguntó la madre de Yoongi— Ayer tú te fuiste de aquí y hoy recién vienes, ¿qué andabas haciendo? Estuviste toda una noche fuera de casa, estaba muy preocupada.

—Estaba con alguien, estudiando. No te preocupes, má. —respondió Yoongi mientras tomaba algo de su desayuno— Voy al instituto. Adiós. —fue hacia la puerta.