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Sabía de quien estaba hablando pero mi mente se quedo en blanco en ese momento.
Sólo escuché los sollozos de Sam, las voces de los enfermeros y de la televisión.
Me levantó de apoco del asiento.
Escucho a Sam pronunciar mi nombre.
Mi mente está tratando de procesar todo la información de hoy.
Dos hombre roban enfrente de mi narices.
Una construcción fallida.
Una amiga que me miento todo este tiempo.
Un ex que es padre.
Y un hombre que con sólo hablar ya me tiene a sus pies.
Literalmente hoy fue un día de mierda.
Recojo mi cartera y salgo corriendo.
Corro hasta que mi condición física lo permita.
Veo a los lejos un taxi. Lo paró y subo al pequeño espacio.
-- ¿A donde la llevo,señorita? - pregunta el hombre.
La verdad... ni yo se donde voy a ir. Sólo se que quiero estar sola  y lo más lejos posible de Canadá.
Y también necesito un abrazo...
-- Al aeropuerto Por favor.
Parejas pasean por las calles, grupos de amigo dirigiéndose a un fiesta y yo aquí sola en un taxi sin saber a donde ir.
Busco mi teléfono y llama a Marck.
-- ¿Si? - su voz adormilada se oye.
-- Lo siento Marck. Por molestar a esta altas hora de la noche.
-- No hay problema jefa. ¿Pasa algo? - pregunta un poco más despierto.
-- Sólo quiero que me compres un boleto de avión para Londres. Si se puede para ahora. Por favor.
Se escucha atreves del móvil a el moviéndose.
-- Voy a hacer todo lo posible.
En silencio se oye a través del teléfono.
El chófer del taxi me mira a través del retrovisor.
Estoy echo un desastre. Todavía con la ropa del trabajo. Que consistía en un pantalón de vestir, camisa a botones y unos zapatos bajo.
El pelo despeinado por el viento.
Y una cara demacrado.
-- Jefa conseguí uno boleto. Pero el vuelo sale en 5 minutos.
-- Igual y gracias.
-- Para eso estoy. ¿ Puedo hacerle una pregunta?.
Susurró un  pequeño sí.
-- ¿ Usted está bien?- pregunta.
Sonrió de mala gana y contestó.
-- No, nada esta bien.
El hombre del taxi me avisa que ya llegamos. Le pagó y bajo del coche.
El aeropuerto esta muy calmado a lo noche.
Pocas son las  personas son la que suben a los aviones o esperan a algún familiar o amigo.
Con paso lento me acerco a la casilla y retiro el Boleto.
-- Gracias de nuevo, Marck.
-- Para eso estoy jefa, algo más en que puedo ayudar.
-- Sí - afirmó - No cuentes  a nadie a donde fui.
Y con eso corto la llamada.
El vuelo da su último aviso por los altavoces
Me acerco a la rampa y entregó a la azafata el Boleto.
Ya dentro del avión me acomodo en uno de mis asiento.
Mientras la azafata avisa que vamos a despegar. Yo cierro los ojos. Y trató de dormir.

Una azafata sonriendo me despierta

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Una azafata sonriendo me despierta.
Le devuelvo la sonrisa.
Recojo mi cartera y bajo del avión.
El aeropuerto de Londres está muy movido por las tarde.
Miró el gran reloj que esta en medio del aeropuerto.
01:37 PM. El vuelo duro como 8 horas. Por tantas escalas.
Observó carteles con nombres e apellido de personas. Familiares dando la bienvenida a sus parientes. Hombre de negocio en traje.
Voy al baña. A tratar de arreglar mi cabello.
Ya con la cara lavado y el pelo en su lugar busco un taxi.
El alegre conducto me pregunta a donde quiero ir.
Trago salido y me quedo en silencio.
No tengo dinero para pagar. Sólo tengo dólares canadiense.
Le digo que me lleve a una casa de cambio.
El señor me sonrió. Y pone rumbo a alguna casa de cambios.
Ya cambiado los dolares a euros .
Y de sacar una tarjeta de crédito. De nuevo pido al señor que me lleve al Borngbon . Sí, el hotel de Joseph.
-- Ya llegamos, señorita - dice mientras me sonríe.
El hotel tiene un estructura moderna y elegante.
-- Muchas gracias ,señor - saco un fajo de dinero y le entrego.
El miro con asombró el dinero.
-- Vamos, cojalo.
El hombre parpadea y luego agarra el dinero.
-- Muchas gracias, señorita.
Bajo del coche y lo sonrió.
-- No, gracia a usted.
Veo a un hombre feliz alejándose.
Estoy tan casada solo voy directamente a recepción.  Pido una habitación.
Ya señorita me avisa que solo tienen la suit desocupada.
Acepto esa habitación. Paso mi tarjeta de crédito. Me entrega las llaves. Voy caminando hacia los ascensor.
Luego de que llegué a mi habitación. Ni tengo interés en mirar lo que me rodea, sólo deseo dormir.
Tiró mis cosas al pie de la cama y me lanzó a la cama. 
Suspiró.
Me duele el cuerpo.
Sólo me quedo en la cama admirando el velador.
¿Trace un papá?. Qué ironía¿no?.
Ahora ya se por que Sam no podía ni ver su cara.
No me duele que Trace me haya engañado con Sam. Lo que en verdad me duele es que hasta hoy en día mi "amiga" guardó ese secreto.
Jamás he sido buena para hacer amigos. Sam es mi un a amiga mujer, por decirlo.
Tango más amigos hombre.
Las mujeres son muy hipócritas. También los hombres pero no tanto como las mujeres.
Las mujeres luchan entre sí por verse más lindas ya se en el mejor zapato,vestido,maquillaje y muchas otras cosas más. Hasta son capaces de acuchillarte por la espalda. Mejor divo todo ser humano es así.  Lo que yo he conocido.  También  no todos son asi. Existe mujeres que son en verdad muy sencillas y buenas amigas, pero creo que yo no he encontrado todavía esa clase de "amiga".
Cierro los ojos y me duermo.
Me Desperté con la vibración del teléfono.
Lo tenía en modo vuelo antes de subir al avión y lo desactive al llegar al hotel.
7 llamas de Sam y 5 mensajes
10 mensajes de Trace.
2 llamadas de Joseph.
Al único que devuelvo la llama es a Joseph.
-- Hola - su voz sensual me contesta.
-- Hola, Joseph, soy Alexandra.
-- Oh, Hola, ¿cómo estas? -
-- Bien ¿y tu?, me llamaste, ¿ Necesitas algo?. - pregunto girando en la cama.
-- Sí, quería saber si ya has llegado a Londres y si vendrás a la conferencian
-- ¡Demonios!  - contestó y miró el reloj. Han pasado 5 horas desde que llegué a Londres.
Escucho su risa a través del teléfono.
-- ¿Qué  hora es la conferencia? - pregunto moviéndome por el cuarto.
-- A las 07:30 PM. - el me responde.
Ahora son las 05:07. Sólo me quedas dos horas. Bueno ni dos horas, una hora con treinta minutos. Para conseguir un vestido y arreglarme el matorral que tengo en la cabeza.
-- ¿Ale?.
-- Sí, estoy aquí. Es que tengo un inconveniente. Pero estaré en tu conferencian. No lo dudes.
El vuelve a reír -- Ok, no faltes. Y cuídate, besos.
Corto la llamada y tiró el teléfono a la cama.
Paso las manos por mi rostro.
Ni siquiera tengo una muda de ropa... Ni me he bañado.
Recojo mi billetera y salgo del cuarto y voy para el lobby.
Miró el reloj.
Tengo una hora con treinta cinco minutos para conseguir un vestido y un salón  de belleza.
Salgo a la calle.  Pido ayuda a un joven que pasa por ahí.
Donde me explica como llegar a un centro comercial.
Como dijo el Papa Francisco ' Recen por mi' para que pueda encontrar un vestido decente y alguien que arregle mi cara y cabello.
Bueno eso de la cara sería un milagro. Pero con el cabello creo que se podrá...creo.

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⏰ Última actualización: Apr 26, 2017 ⏰

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