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Lo bueno de no tener auto: no contaminar.
Lo malo: no llegar rápido a un lugar.
Y eso me paso a mi.
Joseph gira el volante a la izquierda y busca un lugar vacío.
Lo encuentra, alado de un ambulancia.
Apaga el motor.
Bajo apresurada y voy hacia las puertas del hospital.

Joseph me ayudó a llegar rápido, estaba tan desesperada que fue tan amable en traerme.
Las puertas se cierran tras de mi, busco con la mirada a Sam.
El olor a medicamento llega hasta mi nariz. Escaneo las incomodas sillas de plástico azules ,y la encuentro apoyado por la pared mirando el vacío.
Sam se ve demacrado, sus ojos están hinchados y rojos ,su cabello es una maraña en su cabeza y lleva su falda,camisa que utilizó hoy en el trabajo.

Me acerco a ella.

--Sam - me mira, su cara se arruga.

Se acerca a mi y me abraza.

-- Ale - sollozo - Jay.
-- ¿Qué sucedió?- pregunto.
Se aparta y me mira, lágrimas cae de sus ojos verdes -- Se desmayó y no despertaba.

Levantó mi mano y trató de limpiar sus lágrimas. En mi campo de vista parece un pañuelo desechable.

Giro y me encuentro con Joshep.

--Gracia - sonrió recogiendo, seco las lágrimas de Sam.
-- De nada - dijo y se aleja.

Sam se seca las lágrimas y se aleja.

--Lo siento, por llamarte a esta hora, pero, - Solloza - fuiste la primera persona en pasar por mi mente.
--Sabes, que por cualquier cosa puedes llamaré y no importa la hora.
--Sí, pero - lleva su mano a su cabeza y frunce su cejas - ¿no quiero abusar de ti.
-- Sam, ¿estas bien? - pregunto mirando su rostro volverse pálido.
-- Sí, pero me está dando un dolor se cabeza - apoya su muñeca en la cabeza - y estoy viendo doble - parpadea.

La tomó del brazo y la llevo hacia donde se encuentra Joseph sentado,en una de las sillas de plástico.

-- ¿Qué le pasa? - Pregunta levantándose.
-- Creo que le está bajando su presión -dijo ayudando a sentarse.
-- Voy por una enfermera - vuelve a desaparecer.
-- ¿Haz comidos algo? - preguntó.

Ella niega con la cabeza.

-- ¡Samantha! - la regaño.

Suspira y se pasa los dedos por la maraña de pelo.

-- Como quieres que coma cuando mi bebé,- sollozo - esta mal.

La rodeó con mi brazos y dejó que lloré en mi hombro.

Joseph llega acompañado de una enfermera.
Se acerca y me sonríe.

-- Disculpe, pero debo revisarla - dice apartando a Sam.

La levanta y la acompaña hasta desaparecer entre una puerta.

Hunter ocupa el lugar de Sam.

-- ¿Estas bien? - pregunta palmado mi pierna.
Suspiró cansada -- Sí - lo miró con una sonrisa cansada - ¿Cuándo vuelves a Londres? - preguntó.
-- Mañana - comenta.
-- ¡Qué!.- me levantó de mi asiento - Ve a dormir.

El sólo sonríe.

-- No te preocupé , luego de aquí voy a los Estados Unidos, - se recuesta - por el tema de mi conferencia.
-- Oh, y gracias por invitarme y traerme hasta aquí - me acerco y lo besó en la mejilla - Enserio, mucha a gracias - sonrió.

Su cara está en shock, su mejillas toman un color rosa.

!Joseph Hunter, se ha sonrojado!

Se aclara la garganta -- No hay de que.

Sam vuelve, ya con un poco de color en el rostro.

--¿Ya esta mejor?.
-- Sí, se me a bajó la presión. - Me mira - ¿No ha salido nadie preguntando por los familiares de Jay?.

Niego.

--- Dios, necesito saber que pasó con mi bebé - se siento a mi costado.

--¿Sabes que va salir de eso no? - cojo su mano - Porque tiene los genes de su madres, una mujer muy luchadora que en vez de saltar los obstáculos los patea.
Una pequeña sonrisa cruza sus labios --Gracias Ale ,- me abraza - por todo.
-- No me debes agradecer, sabes que voy a estar para ti y Jay.

Mi bolsillo vibra.

Me apartó se Sam y cojo mi teléfono.

De: Trace.

Pasa por tu departamento y no está. ¿Dónde esta?

Para: Trace.

Hola, estoy en el hospital.

No pasa un minuto y me responde.

De: Trace.

¿¿QUÉ???. ¿¿Qué te pasa??.

Para: Trace.

No soy yo, es Jay.

De: Trace.

Llegó en 20 minutos.

-- ¿Familiares de Jay Cross? - dice un doctor saliendo de las puertas dobles.

Sam salta de la silla y yo con ella.

-- ¿Qué tiene doctor? - pregunta angustiada.
Los ojos claro del doctor nos mira -- No lo sabemos, por eso debemos realizar algunos análisis.
-- Bueno - murmura Sam.

El doctor sólo asiente y se aleja pero vuelve de nuevo.

--Si me quiere acompañar para realizará los análisis - señala la puerta.

Sam asiente y se apresura.

Vuelvo a mi lugar donde se encuentre Joseph con la cara todavía roja.

--- ¿Quieres comer algo? - pregunta - ,como apenas comiste la cena.

Le sonrió amablemente.

-- Ya vuelvo - palmea mi pierna y se aleja.

En eso que se va Joseph se escucha la puerta siendo abierta.
Trace entra en el hospital. Su pelo despeinado,el traje puesto todavía ,con su chaqueta en su antebrazo.
Debo admitir que este hombre es guapo.

Mueve su cabeza buscando. Hasta que sus ojos celestes me ven.
Camina hacia mi y me estira a su pecho.

-- ¿Tu estás bien? - murmuró entre mi cabello.

Asiento y correspondo el abrazo.

-- Sam - lo miro -, ella no está bien.
-- ¿Dónde está? - la busca con su mirada.
-- Fue a acompañar a Jay - me siento de nuevo -. Se está realizando unos estudios.

Coloca su saco en una de las silla y se siente en sus talones.

-- ¿No se sabe que tiene? - pregunta.

Niego con la cabeza.

El sonríe --Sabemos que va a salir de esto, es muy fuerte como su madre.

Pasó mis dedos por su cabello.

--No tuviste que haber venido -
Se encoge de hombros -- No tenía nada interesante que hacer.

Se siento alado mío y sus brazos me rodean.
Estamos un buen tiempo así, los médicos salen y entran de las puertas acompañados de una enfermera o un familiar.
Subo una pierna mía al muslo de Trace ,y me acurrucó contra su pecho.
El olor a tabaco y penetra en mis fosas nasales.

-- ¿Haz fumado? - pregunto.
-- Sí, sólo uno.
Lo golpeó el pecho -- Me prometiste que no fumaras más - lo regaño.
-- Lo sé, la noticia que me comentas te me llegó de golpe, y debía distraerme - susurra pasando su mano por mi espalda.
-- Idiota.
-- Así me quieres - su mirada celeste me atrapa.
-- Te quise - lo corrijo.
Si frente toca la mía -- .¿Por que cortamos ?-- murmuró.
--Por que me engañaste.
-- Y si volvemos.
-- No - me alejo con el y le palmado la barbilla.
Giro y me encuentro con Joseph parado con un emparedado y un café entre las mano y con la frente fruncido.

 Beautiful Destruction. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora