8.

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Deslizó mi dedo por la pantalla.
--¿Hola?.
-- Ale, soy Joseph.
-- Ah, Hola, ¿cómo  estas?
Se aclara la garganta - Bien, ¿de seguro pensaste por que tienes tanta llamadas de mi?.
No era la primera que me llama.
Cuando la primera llamada llegó lo dejé sonar, como la segunda, tercera y cuarta.
Me quedé mirando la pantalla pensando en ¿contestarle o no?.
Hasta que al fin decidí contestar.
-- Ah,perdón, pero tenía una reunión y no lleve el teléfono - miento.
-- Claro, sólo quería saber si te llegó las rosas.
--Sí, son hermosa.
Murmurar un como tu. No se si lo oí bien, pero ojalá que si.
-- ¿Perdón?.
-- Que... si te llegó la tarjeta.
-- Si, gracias.
--No me tienes que dar la gracias. La pasé muy buen con todo. Igual con el incidente de la hija de tu Secretaría - se escucha hojas moviendo - Me olvide de preguntarte ¿cómo esta la niña?.
No voy a admitir que también pase muy bien alado de el.
Así que contestó la pregunta.
--Esta...normal, esta empezando su primer cóctel de medicamentos.
--Que mal, y la madre, ¿cómo se encuentra ella?.
Me apoyó contra la silla - Lo esta llevando muy bien. Gracias por preguntar.
-- No hay de que - el calla y sólo se oye su respiración.
-- Ale - susurra.
-- ¿Sí?.
-- ¿Vas a venir a la conferencia? - murmullo lentamente.
Su voz lenta y ronca produce que mis dedos de los pies se encajan.
Alejo el teléfono de mi y respiro.
¡Mierda!. ¿cómo  su voz puede hacerme eso?.
¿Realizó un pacto o que con el demonio para hacer que todo lo que haga o diga sea sexy?
Escucho su voz preguntan si estoy ahí.
-- Sí, perdón pero esta atendiendo un asunto - vuelvo a mentir.
-- No haz contestado mi pregunta, señorita Reynard.
-- Claro, voy a ir.
-- Voy a estar esperando tu presencia - se oye otro voz - Me esperas un montó, Ale.
--Oh, si tienes algo que hacer no te preocupes por mi.
-- Sólo esperarme, ¿Sí?.
Se escucha su voz  desde lejos contestando a alguien.
Espero unos minutos escuchando como habla con la otra personas.
Su voz cambia.
Es más fría y sería.
Me imagino en su escritorio con la vista detrás de el.
Con su traje, el pelo despeinado y esos severos ojos verdes.
-- ¿Ale? - escucho su voz ronco.
Me colocó mejor en la silla.
El ruido del cuero se oye en mi oficina.
-- Sí, estoy aquí.
-- Bueno, ¿como va las cosas ahí?- pregunta.
Comentó pequeñas cosas.  No todas.
Recuerda que el es tu ' Contrincante'.
-- ¿Y por Londres?.¿ cómo va la cosas?.
-- Normal. Estoy preparando las fichas para la conferencia.
-- ¡Ah! - miró el reloj.
11:45.
¡Maldición!. Estoy hablando más de 30 minutos con el.
--Lo siento, señor Hunter, pero tengo una reunión a las 12 - comentó.
--¡Oh! - escucho su risa - Lo siento, a pasado volando los minutos.
-- Sí. - afirmó - Fue un gusto conversa con tigo, señor Hunter, gracias por las flores.
-- No hay problema, Ale, el gusto fue mío, adiós y te espero en Londres, no faltes, besos.
Corto la llama y guardó el teléfono en mi cartera.
Este hombre puede poner mi mundo pata para arribas y también mis sentimientos.

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 Beautiful Destruction. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora