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Pulso la tecla de arriba mientras vuelvo a leer.
Las letras pasa por mi ojos pero no prestó atención a lo que leo.
Hoy de mañana lleve a Joseph al aeropuerto.
Pasamos un momento muy íntimo hoy. Al levantarme el desayuno estaba servido y con un señor hunter recién bañado.
Fue raro encontrarlo tan cómodo, como si fue normal que estuviera en Mi casa.
Luego de terminar de  desayunar .Ayude a limpiar las cocina.
Cada toque o roce que teníamos...Fue cómodo y agradable.
Cada vez que su mano o codo rozaba por mi brazo o espalda, un estremecimiento recorría mi cuerpo. Hasta ahora de sólo pensar me daba piel de gallina.
Tengo que admitir que me gustó ver a Joseph Hunter  dormir en mi sofá,preparando el desayuno y usar mi baño.
Suspiró.
Parezco una adolescente  enamorada.
¿¿ENAMORADA??
Me levantó rápidamente de mi silla.
¿No puedo esta estar enamora de el?. ¿ O si?.
Camino hasta la cafetera.
Puede ser que sienta admiración o... Qué me gusta su desempeño en su trabajo.
Pero enamorarme de el... no creo.
Recojo la taza de la máquina y bebo.
Pero que tiene de mal que me gustó de le.
Nada ¿ Verdad?

《Nada malo, pero esta COMPROMETIDO》.

Odio cuando mi maldita consciencia tiene la verdad.
Todo fue culpa de ese maldito beso, que nos dimos en la gala.

-- Gracias Joshep por acompañarme en la velado y a mi cuarto.
--No hay de que - me guiña el ojo.

Abro la puerta pero sus dedos me detienen.

--¿Suceda algo?- pregunto.

Su dedo recogen mi rostro. Su otro mano cae en mi cintura -¡Josehp!- me atrae a su cuerpo y baja su rostro a mi altura.

-- Trató de recomendarle por ayudarme - susurra.
-- No es necesario éso...- pero mis palabras fueron silenciadas por su exquisitos labios su mano se mueve a mi nunca manteniéndome quieta.

Su lengua trata de entrar a mi boca. Hasta que lo logra. Una lucha entra dientes y lengua se inicia. Muerde mi labio superior y trató de hacerle los mismo. Su mano acaricia mi cinturón.

-- Ale ya llegaste que bie...

Me separó abruptamente de Joseph.
Giro y me encuentro con mi hermana en pijama.

-- Oh lo siento - vuelve a entra al cuarto.

Me separó. Sus ojos están más oscuros de lo normal y esos labios hinchados y rojos.
Sonríe -- Fue un placer conocerte - Estira mi mano y besa mis nudillos
-- Igual Joseph.

Se aleja. Antes de irse me lanza un guiño y una sonrisa se plasma es sus labios...

Me recuesto  por la mesa.
Siempre me preguntó que pasaría si mi alocada hermana no interrumpía aquél peso.
Muerdo el labio y alejó eso pensamiento de mi cabeza.
Un golpe proviene de la puerta.

-- Adelante.

Se abren y aparece Marck.
Marck  es como me secretario de respaldo.
Un chico tímido y capas de hacer muchas cosas.
Sus ojos azules me miran detrás de esa gafas de montura de hierro.
Pasa su pálido dedos por su cabello castaño claro y se arregla la corbata.

-- Tiene un paquete, jefa.

Dejó mi taza de café medio básica y m acercó a mi escritorio.
-- ¿De quien es? - preguntó ordenando algunos papeles.

Marck no me responde pero de aleja de la puerta a hace pasar a un hombre con uno enorme ramo de rosas blancas.

Los papeles se me deslizan de las mano y caen al piso con un Plof.
M

arck señale a joven un lugar en donde colocar eso enorme 'paquete'.

El muchacho saca de abajo del brazo unos papeles --¿Usted es la Señorita Ryaned?.- pregunta mientras me tiende los papeles.

Asiento despacio con la cabeza y recojo lo que me tendió.
Firmó sin haber leído nada. Le devuelvo los papeles.
-- Esto es todo, tengan un buen día - se despide con una inclinación de su gorra.
Me acerco a las flores colocada en la esquina de mi escritorio, me olvidó de los papeles que eché y tocó uno de su suave pétalo de la rosa.
Tienen un pequeño rubor en las puntas.
Rebusca la traje y la encuentro. Es de color blanco con pequeñas puntos rosa.
Una caligrafía elegante esta escrita en el dorso de la tarjeta.

Gracias por recibirme en tu hogar.
Pd: Ojalá que se repita de nuevo x.
JH.

Paso mis dedos por su enérgica letra. ¿Cómo  un hombre puede tener un caligrafía tan sensual?.
¿ Y por que estoy pensando que su letra es sensual?.
Bufo como un caballo.
Marck se encuentra mirándome.
-- Es de una amigo - susurro recogiendo los papeles.
El sólo asiente y me entré un sobre de color marrón.
-- Esto llegar ayer - comenta - son los contratos de constructora que va a compensar las obras en Bastón.
-- Ok, gracias Marca,- Lo miró - ya te puedes retira.
El asienta y sale por donde entró.
Dejo a un lado los papeles y vuelvo a donde fueron colocadas las rosas.
Poco hombre me han regalados flores. Pero siempre eran rosas Rojas o lirios. Pero jamás Blanca con un pequeño rubor en las puntas.
Por que siento esa necesidad de llamarlo y agradecer y decirle que en cualquier día puede volverse a repetir.
M

e alejo de las flores y la muevo de su lugar.
La colocó en un estante pegado a la pared.
Camino despacio hasta me escritorio.
El olor a rosas se huele por los aires.
Suspiró como un estúpida y miró hacia las rosas.
Me siento de nuevo en mi silla y ordenó un poco.
Trató de leer el contrato pero el de nuevo es tan mis pensamientos.
¡Lo odio!.
Me viene el casi beso que ocurrió en la cocina, el beso del evento.
Me tocó la cara.
¡Dios!.
De nuevo miró las rosas y luego el teléfono. Lo agarró y lo muevo entre mis manos.
No se si llamarlo o no.
Desbloqueó y voy a la lista de contacto, busco entre la J. Y ahí está su nombre. Elevó el dedo enzima de la pantalla sin tocar. Bufo y lanzó mi teléfono al escritorio.
Me sacó el calzado y estiró las piernas.
Vuelvo a ordenar los papeles y los colocó en cada lado.
Busco el contrato y me propongo a leer.
Justo cuando mi teléfono vibra en sima de un montón de papeles.
Lo recojo con manos sudadas. Leo el nombre y mi corazón bombea rápido.
Joseph Hunter.

 Beautiful Destruction. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora