Capítulo 32

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Puedo sentir el fluir de la sangre por mis venas, me siento expuesto, como si todo mi ser pueda ser observado por los aquí presentes, me siento desnudo ante esta bella mujer.

-Christian pedirte que cuides de ella y de mi nieto estaría de más porque sé que darías tu vida por ellos al igual que yo. Pero hoy aquí frente a estas personas te entrego a uno deis más grandes y valiosos tesoros. Amala y respetala cada día de tu vida,  venerala como lo más valioso. Porque mi dulce niña, hoy convertida en mujer, es mi más grande y preciado tesoro. Ana hoy me siento ti me siento el hombre más bendecido del universo-

-Ray la cuidaré y amaré el resto de mi vida. Las puertas de nuestra casa siempre estarán abiertas para un gran hombre, padre, abuelo y suegro. Gracias por darme a este maravilloso regalo de vida.

Al unir nuestras manos mi cuerpo se estremece​, está es la mujer con la cual compartiré mi vida, mis penas, mis alegrías, todo lo que soy y lo que tengo. El reverendo pregunta quién entrega a mi nena y Ray responde con orgullo que el la entrega, después nos  pregunta si estamos aquí por nuestra voluntad y al unisono respondemos que "si lo estamos". Describir las emociones que nos embargan en este momento sería imposible porque cada palabra quedaría corta ante todo lo que mi corazón siente en esto momento.

-Christian y Ana. Estos jóvenes aquí presentes nos han demostrado que el amor no se mide en cuántos ceros Posee tu cuenta bancaria o tu nivel social. Ellos nos han demostrado que el poder del amor es la fuerza que puede no solo cambiar el destino o tu vida sino todo aquello que viene lleno de maldad y dolor convertirlo en un experiencia llena de amor y fe. Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!  Esa es la frase con la cual podríamos describirlos perfectamente. Cada uno por su cuenta ya son personas de bien, dispuestas ayudar a al prójimo, aman a su familia, cuando decidieron unir sus caminos usaron el poder del amor para resistir todas esas pruebas que el destino les puso. Recordé una frase que Ana usó para darle a conocer el sexo del bebé a Christian y cito tal cual en este viaje nos embarcamos dos, sobrevolamos a pesar de las turbulencias y tormentas, hicimos una pequeña parada y en este viaje de nuestro amor un nuevo pasajero se unió a la aventura. Ese nuevo pasajero fue un precioso bebé aquí presente, siento ellos como pareja lograron superar todo, como familia serán invencibles.

La reflexión del reverendo me lleva a recorrer cada una de las pruebas que la vida nos puso, nos enamoramos en medio de la maldad y pobredumbre humana, si nuestro amor sobrevivió a eso podrá sobre vivir a todo. Observo a la mujer que se encuentra a mi lado y es perfecta. Algo muy bueno debí hacer en mi otra vida para merecer tanto, ella es todo lo bueno. Llega el momento más esperado por mí, decir nuestros votos.

-Ana, quizás nuestra historia de amor no fue como la que haz leído en los libros de romance que tanto amas, no llegue en un caballo a rescatarte de una torre o no te escribí miles de cartas llenas de cursilerías. Si hubo rescate porque me alejaste de una vida llena de soledad y vacío, tú con tu angelical sonrisa, con tu inocente alma llenaste mi vida de amor y esperanza. Recorrimos caminos llenos de espinas, enfrentamos batallas llenas de oído y pobredumbre humana, fue entonces cuando entendí que las historias de romance solo muestran aquello que no se tiene en la vida, porque ellos no hablan de mujeres guerreras, mujeres valientes, fuertes, por eso es lo que eres tú mi pequeña. Nadie comprende nuestra historia y nuestro amor porque no saben lo que es despertar y ver tu hermoso rostro y escuchar tu bella sonrisa la cual ilumina mi vida. La sencillez de tu alma, de tu esencia te hacen única
Eres mía, soy tuyo de eso no hay duda.  Hoy aquí frente a Dios me entrego a ti , para compartir mi vida contigo. Puedes confiar en mi amor, porque es real. Prometo serte un esposo fiel, renunciando a que exista otra mujer en mi vida, la única con la que podrías compartirme en un futuro sería nuestra hija.  Compartir y apoyarte en tus esperanzas, sueños y metas. Mi voto estará contigo para siempre. Cuando caigas, te levantaré, cuando llores te confortaré, cuando rías compartiré contigo tu gozo. Todo lo que soy y todo lo que tengo es tuyo desde este momento hasta la eternidad. Prometo comprarme un caballo si es necesario para rescatarte en todo momento, aunque un jet es más rápido. Uno mi vida a ti y ante Dios para sellar nuestro amor y así poder ofrecerle a nuestro hijo un hogar lleno de amor y fe. Él te puso en camino, pero fuimos nosotros quiénes cambiamos nuestro destino. Agradezco a Dios tu vida en la mía. 

-Christian, llegaste a mi vida de forma poco usual, nuestra relación ha sido todo menos conveniente. Muchas veces las circunstancias parecían imposibles pero nunca pensé que no valdría la pena. Esta relación ha cambiado en la forma que veo el amor. Me enseñaste que el amor y las relaciones pueden ser dependiendo del empeñó, dedicación y ganas que le pongas, que debes cuidarlo, protegerlos de todo y ante todos, fallaste y fallé pero las ganas de estar nos mantuvieron en pie. Nuestra declaración de amor es uno de los momentos que están en el tope de nuestra historia de amor, el nacimiento de nuestro hijo y hoy este día. Gracias por hacerme sentir cada día que soy tu todo, tu más. Yo hoy aqui ante Dios y ante nuestro hijo prometo amarte y honrarte. Eres y serás el único el hombre en mi vida por ello sabes que jamás podría serte infiel. Cuidarte cuando enfermes, guiarte de nuevo a lo más sencillo de la vida cuando tu trabajo te absorba. Procurar que al cerrar la puerta de nuestra habitación los negocios y el mundo queden detrás de ella y ser solo nosotros. Evitar que tus obsesiones sobre nuestra seguridad y bienestar te ciegen, ser tus luz en momentos de oscuridad, tu alegría cada día. Eres y ser siempre el amor de mi vida.  

La ceremonia continua es el turno de Kate y Elliot, ellos serán los padrinos de lazo. El reverendo llama a los encargados, el lugar está sumido en un cómodo silencio, hasta que Elliot hace de las suyas.

-Yo me opongo-

Dice. Rompiendo la seriedad del momento. Provocando la risa de Ana y los invitados.

-Lo siento reverendo pero pensé que ya iba en esa parte-

Ese hijo de puta madre no puedo escoger otro momento que no fuese en nuestra ceremonia, para hacer sus chistes, Ana y los invitados ríen, mientras que yo quiero matarlo. Mía y Luke nos dan las arras. Todos ríen ante el comentario no típico por parte de Ana al decir que ella no promete cuidar mi dinero, al contrario, gastarlo porque eso me haría muy feliz.

-Lo que Dios ha unido que no lo separé el hombre. Los señores Christian y Anastasia Grey.





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