CAPÍTULO 6

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KATE

Estaba emocionada, la adrenalina se apoderaba de mi cuerpo. Las ganas de humillar de nuevo a los imbéciles de los Ortiz se hacían presente en mi. Con una sonrisa triunfante me levante y les saque el dedo como toda una dama que soy.

-¿Princesas sabéis usar una moto?-pregunto con sorna el mayor de los Ortiz.

Me acerque a él con amenaza.

-Me vuelves a llamar princesa y juro que te lo haré pasar muy mal-dije dándole un empujón con el hombro.

Sin decir nada más nos dispusimos a ir donde estaba todas las personas con sus motos y sus chupas de cuero. Cuando nos vieron los chicos presentes esbozaron sonrisas asquerosas llenas de lujuria. Asqueada aparte la mirada de uno que pasó su lengua por sus labios, un escalofrío se apoderó de mi, ignorándolo, mire desafiante a los Ortiz.

-¿Nos prestáis una moto o la tenemos que robar?-pregunté con voz burlona, los chicos me fulminaron con la mirada y yo solo les sonreí.

-Te daremos una-dijo el mayor de los Ortiz.

-¿Y como se que no esta saboteada?-pregunté alzando las cejas, este me miro incrédulo.

-Eso seria muy rastrero hasta para mi.

-Yo no te conozco, no se como eres-dicho eso le deje un poco extrañado.

Le arrebate el casco y me coloque, le hice una señal a mi hermana y esta se puso enfrente de mi con el ceño fruncido.

-¿Qué quieres?-preguntó incrédula, le sonreí.

-Se me acompañante en esta carrera por favor-dije poniendo los ojos del gato con botas que siempre funciona con ella.

-¡Dios! ¡Un día esa maldita mirada me va a matar!-dijo mal humorada, empecé a saltar de alegría como una niña pequeña-Como me mate, caerá en tu conciencia y te arrepentirás de haber matado a la hermosa de tu hermana gemela ya no podrás verte en el  espejo porque recordaras a quién mataste, hasta tal punto de que te suicidaras por la culpa. Logrando que mamá, papá y nuestros hermanos caigan en una depresión  y lo echaran de la casa y también se suicidaran y así acabara el gran linaje de los Collins, por una maldita carrera-dijo dramáticamente rodé los ojos.

-Y como no hagas esta carrera, llorare hasta tal punto que caeré en una inmensa depresión, no saldré de casa, no comeré y no beberé. Dejare la escuela de espías y me dedicare a la prostitución, después de eso, me drogare y me convertiré en una bendiga y me arrastrare de calle en calle pidiendo de comer, y cuando muera mis restos se los comerán los gatos callejeros de la calle y así morirá tu hermana gemela.

Nos quedamos un momento en silencio, pero como era de esperar, mi hermana, en un suspiro me hizo una señal, para que me subiera en la moto. Dicho eso me subí y ella se subió pero al revés, con la cara mirando a las personas de atrás, con las manos, se agarro a mi cadera con fuerza, maldiciéndome por ser una imbécil.

-Te odio.

-Te quiero.

-Y yo, imbécil.

-Puta.

-Zorra.

-Vamos a dejar las tonterías y centraros en las carreras-dijo el menor de los Ortiz, le sacamos el dedo medio, logrando que este alzara las cejas.

Suspire y me concentre en la chica de poca ropa que tenia en la mano una bandera, con una sonrisa, hizo que muchos tíos que estaban presentes se le cayera la baba, incluidos Seth y Matt.

-Yo me la follaba-dijo Seth con una sonrisa que hizo que la chica se sonrojara.

Rodé los ojos, cuando esta dio la señal, salí volando de allí, los presentes se quedaron alucinados ante la destreza que tenia con la moto.

-¡ME CAGO EN TU PUTA MADRE, ESTA ES LA ULTIMA VEZ QUE ME LLEVAS A UNA CARRERA!-grito Ash, me reí a carcajadas.

-Hermanita, siente el aire que choca en tu cara, cierra los ojos y veras que estas volando-dije para tranquilizarla, en un suspiro lo hizo.

Pude oír como se empezó a reír.

-Ostia es verdad, es alucinante-hizo el amago de quitar las manos de la cintura, pero rápidamente se las puse.

-No hagas eso, si no, si que vuelas de verdad-dije un poco nerviosa, esta gruño pero me hizo caso.

Íbamos en cabeza, pero una Honda, se pego tanto a nuestra Ducati, que ambas motos chocaron, logrando que la nuestra perdiera el equilibrio. La risa del tío retumbo en mis oídos y con la sangre hirviéndole, choque con él, mandándolo fuera de la carretera. Con un grito, mi hermana y yo nos empezamos a reír. De nuevo otra Kawasaki, se puso a nuestra misma altura, con una sonrisa me pegue bastante a la moto, el conductor me miro sin entender nada.

-Un...dos...tres-dicho eso solté las manos y en un movimiento ninja cogí una piedra y se la tire a la rueda, logrando que esta se pinchara.

-¡KATE, KATE!-grito mi hermana en un grito, sonreí.

-Mujer de poca fe.

De nuevo retome el control de la moto y adelante a unas cuantas motos, cuando íbamos terceras, nos percatamos que los dos primeros eran los hermanos Ortiz, con una sonrisa, adelante al menor, logrando que este maldijera. El mayor, nos miro con incredulidad, como si no se creyera que fuéramos buenas montando a moto.

-Hola amor-dijo mi hermana sacandole la lengua cuando le adelantamos y ganamos.

Cuando los que estaban en la linea de meta nos vio, se quedaron anonadados, sin creerse que ganáramos a los hermanos Ortiz, menos Seth y Matt, quién se estaba riendo a causa de las caras de odios de los hermanos.

-Esto, no acabado, pienso en destrozaros-dijeron los dos en un grito.

-Gemelas: 2 Imbéciles: 0. Sera un placer humillarte las veces que sea necesario-dicho eso tire su casco en sus brazos y nos fuimos de allí.

Fuimos sigilosamente hasta nuestro cuarto, al llegar, sonreí al ver que el mayor de los Ortiz, se la había tragado. En su casco lucía una minúscula cámara donde se podía ver y oír todo. Con una sonrisa, encendí la voz y la cámara y vimos como estos estaban hablado.

-Esas gemelas me dan mala espina, son demasiados jóvenes para ser psicóloga y demasiado listas, no apartemos las miradas de estas, no sabemos lo que puede pasar-dijo el mayor de los dos.

-No lo sé, pero descuida no bajaremos la guardia.

Mi hermana y yo nos miramos y estallamos a carcajadas que retumbaron toda la habitación.

-No bajaremos la guardia-dije imitando la voz de estos.

-Descuida-dijo mi hermana con imitando la voz.

-Son ridículos.

-Imbéciles.

-Creo que voy a disfrutar mucho con esta misión-dije con malicia.

-Y tanto que disfrutaremos.







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