PRIMER ENCUENTRO.

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PRIMER ENCUENTRO

Éste era el momento del día en el que más deseaba ser capaz de dormir.

El instituto.

¿O sería más apropiado emplear el término «purgatorio»? Si existe algún modo de purgar mis pecados, esto tenía que contar de alguna manera. El tedio era a lo que menos me había conseguido acostumbrar y, aunque parezca imposible, cada día me resultaba más monótono que el anterior. Supongo que ésta era mi manera de dormir, el sueño se define como un estado inerte entre periodos activos.

Me quedé mirando fijamente las grietas del techo de la esquina más lejana de la cafetería, imaginando dibujos en ellas. Era una manera de sofocar las voces que parloteaban dentro de mi mente como el gorgoteo de un río. Ignoré el centenar de voces por puro aburrimiento. Cuando a alguien se le ocurre algo, seguro que ya lo he oído con anterioridad más de una vez. Hoy, todos los pensamientos se concentraban en el trivial acontecimiento de una nueva incorporación al pequeño grupo de alumnos. No se necesitaba mucho para provocar su entusiasmo. Había visto pasar repetido el nuevo rostro de un pensamiento a otro, desde todos los ángulos posibles. Sólo era otro chico humano. La excitación que había causado su aparición resultaba predecible hasta el aburrimiento, era como mostrar un objeto brillante a un niño. La mitad o más del rebaño de chicas se imaginaba ya enamorándose de él, sólo porque era algo nuevo que mirar. Puse más empeño en no prestar atención. Sólo hay cuatro voces que bloqueo por una cuestión de cortesía: las de mi familia, mis dos hermanos y mis dos hermanas, quienes están tan acostumbrados a la ausencia de intimidad en mi presencia que rara vez se dan cuenta. A pesar de ello, les concedo toda la privacidad posible. Procuro no escucharlos si puedo evitarlo.

Lo intento con todas mis fuerzas, claro, pero aún así... me entero de cosas.

Vivi pensaba en ella misma, como de costumbre. Había captado su reflejo en las gafas de sol de alguien y se regodeaba en su propia perfección. La mente de Vivi era un charco poco profundo de escasas sorpresas.

Luffy estaba que echaba chispas después de haber perdido un combate de lucha libre con Law la noche anterior, necesitaría de toda su escasa paciencia para llegar al final de las clases y organizar la revancha. Nunca he sentido que me entrometía en sus pensamientos porque nunca ha pensado nada que no pudiera decir en voz alta o poner en práctica. Sólo me siento culpable al leer la mente de los demás cuando me consta que les gustaría que ignorase ciertas cosas. Pero si la mente de Vivi es un charco poco profundo, la de Luffy es un lago sin sombras, tan transparente como el cristal.

Y Law estaba... sufriendo. Reprimí un suspiro. Sanji. Nami me llamó por mi nombre, pero sólo sonó en mi cabeza y le dediqué de inmediato toda la atención.

Era lo mismo que si la hubiera oído hablarme en voz alta. Me alegraba que en los últimos tiempos hubiese pasado de moda el nombre que me habían puesto. Menos mal, ya que hubiera resultado un fastidio volver la cabeza automáticamente cada vez que alguien pensara en algún Sanji...

En ese momento no voltee a verla, a Nami y a mí se nos daban muy bien esas conversaciones privadas, y era raro que nos pillaran durante las mismas. Mantuve la mirada fija en las líneas que se formaban en el techo. ¿Cómo lo lleva?, me preguntó. Torcí el gesto, pero sólo pareció que había cambiado ligeramente la posición de la boca, nada que pudiera alertar a los otros. Era fácil que pensaran que lo hacía por aburrimiento. El tono de la mente de Nami ahora parecía alarmado y leí que vigilaba a Law con su visión periférica. ¿Hay algún peligro? Ladeé la cabeza hacia la izquierda muy despacio, como si contemplara los ladrillos de la pared, suspiré, y luego me volví hacia la derecha, de nuevo hacia las grietas del techo. Sólo Nami se dio cuenta de que estaba negando con la cabeza. Ella se relajó. Avísame si la cosa se pone fea. Moví sólo los ojos, primero arriba, hacia el techo, y luego abajo. Gracias por ayudarme con esto.

ZORO: CAZADOR DE VAMPIROS (ZOSAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora