Capítulo 6.

15 2 0
                                    

- Intenta girar el rostro un poco más.- Dije para sacar la última foto.

- Está perfecto Sean, puedes ir a cambiarte.- Dije más incomoda de lo normal.

Puede que me guste ver las pollas, pero muchas ya me están agobiando. Hago un mohín de disgusto al saber que no puedo jugar con mi pato. Lástima. No se ni para que demonios lo traje.

Hoy es sábado y los sábados son los días aburridos para mí. Estaba pensando en ir a la playa, o quedarme en el hotel leyendo.

Los sábados en nuestra terminología de la universidad significa salidas a discoteca; salidas significa emborracharse; y emborracharse significa sexo.

Observó a Lee y la espero a que termine de desmontar todo para ir a comer juntas. Es algo que hacemos todo los días.

Salimos del edificio donde estamos trabajando y nos dirigimos al pequeño establo de comida que esta en la esquina.

- Bien. ¿cómo te fue con Cristián ayer?.- Le pregunte curiosamente mientras sacaba una menta de mi bolso.

- Genial. Mejor que nunca.- Dijo de manera cortante, sin querer añadir más palabras. Wow, que extraño.

Levantó mi ceja y la observo durante unos segundos.

- ¿Que?.- Pregunta incómoda. Algo la está carcomiendo por dentro.

- ¿Ya se lo diste, verdad?.- La miré de manera desafiante mientras tomaba un sorbo de cerveza.

Escupió todo lo que tenía en la boca y solté una carcajada. Se delataba tan fácilmente. Limpió todo rápidamente y me quedo mirando fijamente para luego soltar una carcajada igual que la mía.

- Dios, es tan bueno. No me importaría repetir con el.- Dijo tranquilamente tomando su cerveza. Bien, hay estaba mi Lee de vuelta.

- Su manera de besar; cada una de las palabras excitantes. Dios, cómo me ponían. ¡Esta dotado de lo suyo, eh!

Solté varias carcajadas y por ultimo hice que Lee chocará su cerveza con la mía.

Hablamos un rato más y me dijo que pasaría un rato por la casa de sus padres y luego llegaría al hotel.

Nos despedimos y tomamos rutas diferentes. Pedí un taxi y le di la dirección mientras en mis auriculares sonaba John con su impresionante canción de all of me.

Pasan 20 minutos y le agradrezco al señor con una sonrisa, le pago y me dirijo rápidamente hacia el piso 35.

Lo primero que hice fue tirar mis zapatos en mi cuarto, dirigirme a la cocina y prepararme un sándwich. Es lo más rápido (y seguro que no se me queme) para hacer.

Saco lo necesario y luego de un tiempo me siento en el taburete de la cocina a devorar todo rápidamente.

Cuando siento que mi estomago va a explotar me introduzco en el baño y luego de despojarme de mi ropa me introduzco en la ducha.

Dejo que el agua relaje mis músculos y comienzo a masajear mi cuerpo. No se cuanto demoro en la ducha pero observo mis dedos y están todos arrugados. Agarró una toalla y la amarro a mi cuerpo para dirigirme a mi cuarto y colocarme la primera ropa que encontraba.

Me acuesto en la cama y me dejo llevar por los brazos de morfeo.

*

Me levantó de golpe. Me incorporó en la cama y miró la hora en mi teléfono.

6:00 p.m

Bostezo y me dispongo a ir a la cocina por un vaso de agua. Al momento que salgo al pasillo me sobresalto al encontrar a Cristián sentado en el sillón del lugar.

- ¡Ah!

- ¡Ah!

Gritamos asustados y luego estalló a carcajadas al igual que él. Lo saludo con un beso en la mejilla y le pregunto por Lee.

- Está en su cuarto. Me dijo que apenas te levantaras fueras a su cuarto.

- Bueno, gracias.

Voy a la cocina a por mi vaso de agua y me dirijo a la habitación de Lee.

- Aquí estoy.- Digo tirandome en su cama. Observo un montón de bolsas y me imaginé que fue de compras.

- ¿Para qué tantas bolsas?

- Iremos a una fiesta.- Dijo rebuscando algo en su maleta.

- Bien, que te va... Espera, ¿iremos?.- Dije irónica.

- Si, has escuchado bien.- Dijo seria mirándome fijamente.

Solté una risa irónica y me la quede esperando que soltará la risa igual, pero nunca paso. Me puse seria enseguida.

- No iré a ningún lado

- Si

-No.- Gruñí entre dientes.

Soltó un resoplido y paso las manos por su cabello lentamente. Estaba estresada.  Frunci el ceño y estaba dispuesta a salir de su cuarto pero su propuesta me pareció de lo más interesante.

- Haré lo que quieras.

- ¿Lo que yo quiera?.- Pregunté irónica. ¿Esto realmente estaba pasando? ¿Cristian le ha afectado tanto?

Me quede unos segundos en Shock, pensando, analizando. Nunca había llegado tan lejos.

- ¿Vas a contestar o no?

- Bien. ¿A que hora hay que estar lista?

- En una hora. Así que mejor ves moviendo tú gran trasero y apurate.- Dijo sacandome a rastras de su cuarto.

- ¡Hey! mi trasero no es grande.

Soltó una carcajada desde el otro lado de la habitación. Giré mi cuerpo y me encontré con la mirada burlona de Cristián.

Le muestro mi dedo del medio al momento en que estalla en risas y salgo corriendo hacia mi habitación.

Bien. Ahora, ¿Como un puto vestido puede combinar con un yeso en un brazo?

X. E. S. +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora