- Te he dicho que no
- Que si
- ¡Que no maldita sea!Estoy segura de que nuestros gritos se escuchaban por todo el pasillo. Estábamos discutiendo Lee y yo nuevamente y sólo por un traje de baño.
- No me pondré esa cosa con un puto yeso en mi brazo. Pensarán que estoy loca.
- A la mierda lo que piensen, te lo llevaras y punto.
Dijo tirándolo en mi maleta apuntó de darle un lapso mental y a mi un paro cardíaco. Personas más terca que nosotras ninguna.
Me mantengo firme y lo sacó cuando está distraída empacando su maleta.
- Mierda. Eso duele.- Dije mientras me sobaba la cabeza. Me ha tirado una tapilla.
Me fulmina con la mirada y cierro la maleta decidida. Esta vez he ganado yo. La ignoro y me dirijo hacia mi armario para buscar mi ropa interior.
La introduzco toda sin organizarla y observo la pequeña caja plateada. ¿La llevaré?
Muerdo mi labio inferior y observo a Lee hablar por teléfono más emocionada que nunca.
La guardó sin que se de cuenta en mi maleta y salgo de la habitación dirigiéndome hacia donde estaban el resto de compañeros.
Me monte en el bus, y busqué un asiento doble para guardarle el puesto a Lee.
Pegue mi cabeza junto a la ventanilla y saque mi ipod para escuchar musica. Coloque el modo aleatorio y la voz de Adele inundo mis oídos a las 5 de la mañana. Que relajante.
Cerré los ojos y sólo sentí cuando el cuerpo de Lee se pegó junto al mio para caer en un profundo sueño.
*
-Despierta. Ya llegamos al aeropuerto.- Escuche decir a Lee.
Parpadee varias veces y salí a toda velocidad para agarrar mi maleta.
Una vez adentro, con pasaporte y con el directivo de la universidad y los múltiples profesores nos ubicaron a todos en un mismo avión.
A17. Era mi asiento. Lo busque rápidamente y junto al A16 estaba Lee. Bien, mucho mejor así.
Le Sonreí a Lee y le dije para cambiar de asiento. Quería la ventanilla. Acomode mi brazo para que no me molestará y me dispuse a ver cómo el avión partía rumbo a mi hogar.
Los nervios comenzaron a crecer a medida que pasaba el tiempo.
8 horas demoraba el viaje. 8 horas para volver al lugar donde nací.
Pase todo el viaje riendo con Lee. Está saliendo con el guaperas, o más bien Cristián, y eso realmente me encanta. El me cae demasiado bien.
- Y bien, ¿Ya lo hicieron?- Le pregunte de manera picará mirando como se ruborizaba.
- No, bueno sí.- Dijo nerviosa.- Emm, si pero no, ¿Entiendes? No me la ha metido pero hemos jugado mucho.
Solté una carcajada. Realmente la trae loca.
- Shh, callate. Deja la bulla.
Cambie de tema enseguida. El profesor Fraylich se había colocado de pie y lo que menos quería era que viviera con sus absurdas charlas sobre la madurez.
- ¿Piensas quedarte en casa de tus padres todo este tiempo?.- Le pregunté rogando en mi interior de que dijera que no.
- No lo creo, sólo los iré a visitar entre semana. De todas maneras tengo que verlos, me hacen mucha falta.
- Bien.- Asiento y me dispongo a mirar por la ventanilla cómo las nubes acompañan al radiante sol.
Miro la hora en mi diminuto reloj (que por cierto no veo nada) y observo que faltan 3 horas para aterrizar.
Bien. Dormire un poco.
*
Abro mis ojos y lo primero que observo es un gran mar. Hemos llegado, me emociono y veo a la gente diminuta, corriendo de aquí para allá.
Giró la cabeza y me encuentro a Lee dormida en mi hombro.
- Hey.- La zarandeó un poco.- Lee...- No se levanta. Está tiene el sueño más pesado que un hipopótamo (realmente no se si los hipopótamos son pesados para dormir xD)
La muevo un rato más y al no tener resultado le grito en el oído.
- ¡Lee!
- ¡Ah! ¡Ya estoy aquí!- Grita asustada y con los ojos casi afuera de sus órbitas.
Todos los presentes sueltan una carcajada y esta apenada agacha la cabeza y me muestra el dedo corazón.
- Señoras y señores por favor ajustar sus cinturones. Bienvenidos a Puerto Rico.- Dijo la azafata.
Todos hicieron lo indicado y al momento de aterrizar fui una de las primeras (junto con Lee) en salir.
Al salir lo primero que sentí fue en calor, el fascinante calor junto a la buena salsa de esté lugar.
Se sentía tan bien volver.
Le sonrió a Lee y observó que suena su teléfono. Se aleja un poco de mí y observo que está muy emocionada hablando.
Escuchó durante un rato al director diciendo las precauciones y aclarandonos el porque estábamos aquí.
"Sólo cosas de estudio". Si claro.
Lee se coloca al lado mío y agarra mi antebrazo. Se le ve muy sonriente.
- ¿Me puedes explicar a que se debe tanta felicidad?.- Le susurré disimuladamente.
- Mira hacia atrás.
Gire mi cuerpo y me encontré con la sonrisa de Cristián.
Genial, ahora estaré de violín entre estos dos.
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X. E. S. +18
Fiksi UmumTu cuerpo junto al mío. Entre sabanas enredados. Jugando a odiarse cuando no pueden separarse ¿Soñaste algún día con esto? Salió de lo improvisto, de la nada. Tu cuerpo junto al mio. Entre sabanas enredadas. Que no saben quererse sin necesidad de...