Gabriela

III

Gabriela acostumbrada hacer pijamadas con sus amigas, entre las cuales se encontraba su mejor amiga, Andrea, con la cual no habian secretos, ambas de la misma edad compartian sus sueños y a veces los mismos deseos, por ello, no fue extraño cuando Gabriela le conto del encuentro sexual que tuvo con Esteban.

- Oh Gabriela, eres una perra sucia, ¿Como hiciste eso?, exclamó Andrea.
- ¿Tú ? ¿Preguntandome eso a mi?, ríe Gabriela.
- Sí, eso creo. Dijo con una mirada hacia arriba.
- No seas ingenua Andrea, si hace pensar poco te acostaste con uno de 22 ¿no lo recuerdas?
- Aún vivo esos momentos de placer en mi cabeza, cuando empezo a penetrarme lentament....
- Ya callate, no exijo detalles, muchas gracias, dijo libremente Gabriela.
- jajaja okey okey, pero para tu proximo "encuentrito secreto" o como quieras llamarle, me tienes que incluir ¿Vale?
-Lo pensaré, dijo Gabriela con voz media burlona cortando la llamada telefonica.

Ese fin de semana Gabriela solo invito a Andrea a dormir a su casa, como de costumbre su madre se tomo su pastilla para dormir y a eso de la media noche ya la casa era de ellas y de Esteban que dormia en su habitación.

Gabriela junto a su amiga entraron silenciosamente hasta la cama del fortachon, metiendose desnudas una a cada lado, él no despertó, y solo se acomodó, ambas amigas se miraron a media luz, aquella que entraba por la ventana y solo dejaba ver la silueta de sus rostros, ambas posaron sus manos en el pecho del joven, luego en su vientre y asi bajando hasta su bóxer, el aún sin despertar volvio a acomodarse, entonces ellas decididas le bajaron lentamente su ropa interior dejando libre aquel miembro que deseaban con ansias.

Gabriela, como ya lo conocia fue la primera en tocarlo, sonriendo y sintiendo que su amiga también tenía la mano en el.

- Esta grande, le dijo Andrea, notando que este comenzaba a crecer.

Ambas comenzaron entonces a masturbar aquel miembro somnoliento, provocando un gemido y el despertar de Esteban, que sin dar crédito a lo que pasaba solo las saludó

- Hola, muy buenas noches jovencitas, acomodandose para disfrutar de aquel escenario nocturno.

Andrea lo destapó ya sin pudor y encendio la luz para verlo con detencion, le encantaba su cuerpo desnudo y bien marcado, sin soltar su sexo duro lo beso, en un beso que le movio todo, provocando que se humedeciera, solto su pene y puso sus pechos en la boca del amante al tiempo en que Gabriela se agachaba para comenzar a comerse aquel pedazo de miembro que la volvia loca, lo lamió, trago y disfruto con movimientos lentos y suaves. 

Andrea observaba mientras se arrodillaba sobre el rostro de Esteban, haciendo que este le diera sexo oral, metiendo su lengua en su sexo humendo, dando tirones suaves a su clitoris, ella no soporto y se sento en su cara, piernas abiertas, tomo su cabeza y lo obligo a seguir, su amiga seguia tragando y succionando mientras se masturbaba, de pronto Andrea lo solto y bajo obligandolo a ver, llego al miembro que seguia en la boca de Gabriela.

- Dame, le dijo Andrea a Gabriela. Quiero que juntas lo hagamos acabar.

Lo besaron, lamieron, tragaron alteradamente, lo tomaban con ambas manos, hasta que el no dio más y solto un chorro de esperma sobre ambas bocas que tragaba todo lo que salía, la escena fue tan fuerte que Esteban sin pensarlo y aun duro les abrio a ambas las piernas y penetro a una primero y luego a la otra hasta hacer que ambas acabasen con su duro miembro.

Los tres amantes, cansados se miraron, rieron y se besaron, pero asi como llegaron ambas jovenes se retiraron, sin hacer ruidos o comentarios, su tarea estaba hecha, sus deseos apaciguados y su perversa amistad estaba en paz... Al menos por esa noche.