― Entonces, ¿Qué haces aquí en Japón?
― He venido por una competencia junto con mi entrenador.– respondió.
― Oh -solté- ¿En qué compites?
― Patinaje artístico.
― ¿Patinas? ¡A mí también me gusta patinar! Aunque más que nada lo hago como pasatiempo. Mamá es el que si compite de manera p... – callé y él noto mi repentino cambio de humor de confiado a nervioso. ― A-ah... ¡Digo Yuuri! ¡Yuuri compite de manera profesional! – exclame alarmado moviendo mi cabeza y brazos de manera frenética. ― ¡Tu no oíste nada! ¿Entiendes?– Amenace apuntándole con mi dedo. Por su parte él solo soltó una suave risa lo cual me relajo, por alguna razón.
― Este bien. Pero ¿Mamá? ¿Yuuri?– interrogo alzando una de sus cejas. Aclare mi garganta.
―Sí, sí. Veras, yo no soy de origen Japonés, soy Ruso. –puse una mano en mi pecho, el asintió, mostrando interés en lo que decía. ―Bueno, ya te tengo suficiente confianza. Supongo que decírtelo no será problema. Pero que te quede claro que este es un asunto muy personal.–Nuevamente asintió. Suspire― Bueno, yo nací en Rusia. En aquel entonces yo vivía con mi abuelo. Pero él murió de causas naturales. Por lo que termine viviendo con mis padres biológicos. Lo demás es inútil contarlo, por lo que iré al punto. Acabé en Japón. Solo. Y sin un hogar. Llorando en un aeropuerto. Llego Yuuri y su familia. Ellos me acogieron. Y así es como termine en este lugar. Hablando contigo en este parque.
― Vaya... supongo que de allí el apodo de "Mamá" –asentí algo avergonzado. Otabek puso una mano en su cabello y lo despeino un poco. Luego me volvió a mirar. ― Sin ofender, pero, tienes un asco de padres. –Fue sincero. Yo solté unas risotadas.
― ¿A que si? ¡Pensé que nunca escucharía algo como eso!– solté unas risas más― ¡Me hiciste el día! –él sonrió. Yo empecé a calmarme.― Pero, la verdad es que me gusta estar aquí.–Mis labios se curvaron en una sonrisa y mi mirada se suavizo. Empecé a balancearme en el columpio.
― Yo igual. Japón es un lugar hermoso, además, te pude conocer después de todo. –le dedique una sonrisa y el me la devolvió. Un agradable silencio se formó por unos minutos. Yo fui quien lo rompió primero
― Entonces, ¿Competencia, eh? Pero ¿cómo? ¿Cuántos años tienes para empezar?
― Tengo doce años, Yuri.
― Oh.
― ¿Qué ocurre?
― Es solo te creía más joven.
― ¿Sera por mi estatura?–mordí mi labio culpable, él lo entendió― así que fue por eso, tranquilo, ya me ha pasado. De todos modos ¿Tu cuantos tienes?
― Nueve.
― Lo que me sorprende es que hables tres idiomas a tan corta edad. Bueno, suponiendo que eres ruso debes de hablarlo. ¿No?
― Конечно, вы говорите!*
― Heh –Yo solo reí.
― Como sea. ¿Qué decías?
― Ah, pues practico patinaje artístico, en la categoría junior. –asentí, él prosiguió― La competencia será en una ciudad vecina. Sin embargo, me hospedare aquí. Si llego a pasar tendré que ir a otro país para poder llegar al Grand prix final.
― ¿Entonces te iras?
― Es muy probable. Gane o pierda dejare Japón en algún momento.
―Ya veo. - Él bajo la mirada ― Pues, espero que te vaya bien. Cuando ganes una medalla de oro podremos volver a vernos y festejar. Pero antes de que te vayas ahora que sé que sabes patinar, podemos ir a una pista a la cual frecuento ir. Creo que si Yuuri está libre él también podrá venir con nosotros. Oh, eso sería genial. Estar en este parque es agradable, pero prefiero mil veces más ir a la pista.–le observe― ¿Entonces qué dices?
― Me parece bien. Me gustaría conocer a "Mamá". –golpee su hombro y el soltó un leve quejido ― Hey ¿por qué?
― Tienes prohibido decirle de esa manera a Yuuri. Él ni siquiera sabe que yo le digo así. Y no tengo intenciones de que se entere. Así que callado te ves más bonito ¿Entendido? –Otabek sobo su hombro y asintió con una mirada de disculpa aun conservando la leve sonrisa.
― De todas maneras, ir a patinar con más personas puede ser divertido. –sonreí.
― Solo esperemos que Yuuri se desocupe de todos sus pendientes. Merece un descanso. –Mencione. Otabek Asintió.
*: ¡Por supuesto que se hablarlo!
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Mamá.
FanfictionRecuerdo como lagrimas caían de mis ojos mientras los melancólicos recuerdos de mi abuelo se manifestaban. Recuerdo como un suave tacto paro mi llanto. Recuerdo amables palabras que no entendía. Recuerdo su mirada piadosa hacia mi persona. En efecto...