《14》

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¿Estas bien?

¿Eh?

Algo está mal. Puedes contarme, solo si gustas. No te obligare.

Pues...– callo por un momento. Guarde silencio, esperando pacientemente a su respuesta.

He notado que has estado muy cambiado. Digamos... que has perdido brillo. – comenté. Yuri bajo la mirada. ― Si quieres que te dé un ejemplo, seria tu forma de actuar. Estas más callado que de costumbre. – guarde silencio en caso de que Yuri fuera a decir algo. Nada ocurrió. ― ¿Quieres hablar al respecto?

Mamá. – escupió. ― Y no. Aún no.

Está bien. – respondí deteniendo el columpio. Yuri me observo algo alterado. Quizá pensó que me moleste con él. Pero no estaba molesto. Solo me quería acostar en el césped para poder ver el cielo. Nada más.

Al acostarme, pose ambas manos sobre mi pecho. Cerré los ojos. No planeaba dormirme, pero la luz del día me impedía mantener los ojos abiertos.

¿Tienes más amigos? – Me pregunto.

Supongo. – Dije de manera suave y directa. Nuevamente el silencio se formó. Escuchaba murmuras de Yuri. Quizá desesperado por romper el silencio. Yo me aventure a hablar primero. ― De hecho, tengo un amigo. El cual es muy especial para mí. – Pause ― Como tú. – Yuri sonrió.

Y... ¿cómo se conocieron? – Suspire.

No sé si quieras saberlo, Yuri. Puede ser un tema delicado para ti. – Como pude, observe a Yuri el cual aun seguía en el columpio.

Estaré bien. ¿Podrías decirme? – pidió ― Ah, solo si quieres.

Lo conocí cuando intentó suicidarse. – nuevamente, fui directo. Yuri abrió los ojos con sorpresa. Quizá por la inesperada respuesta. ― Por suerte, logre detenerlo antes de que saltara. Él estaba pasando por un momento difícil. De hecho, aún sigue pasando por eso. Su depresión ha durado por mucho tiempo. Gracias a él, he logrado comprender mejor los problemas de los demás. – Me acomode y cerré los ojos, otra vez. ― Siempre que tengo la oportunidad de visitarlo, no lo dudo. Él necesita un hombro del cual apoyarse. Es fuerte. Pero aún no sabe caminar por su cuenta. Por decirlo de alguna manera. – Una suave risa salió de mis labios.

¿Problemas?

Muchos problemas. – Me senté en el césped abriendo mis ojos para observarle. – Tanto familiares como los de los que suceden en su entorno. Me explico que lo que detono la bomba para hacer que casi se quitara la vida fue un problema amoroso. – Explique con paciencia. ― Un chico... del cual estaba enamorado. Ese chico era su razón para seguir adelante. Pero el chico consiguió a alguien especial, que no era él. Y eso destrozo su mundo. Bueno. Tristemente, aun siente algo por él. – guarde silencio y aparte la mirada de manera fugaz. ― Me duele verlo así, Yuri. – Agregue.

Debe de ser difícil. – Suspiraste con una sonrisa derrotada.

Lo es. – guarde silencio. Dudando de si decirlo o no. Al final, continúe. ― ¿Sabes porque te conté sobre él? – Negaste con tu cabeza de manera frenética y me observaste. ― Porque estas siguiendo sus pasos. Tu entorno se distorsiona. Mantente arriba. No caigas como él. Por favor. – Yuri apretó las cadenas del columpio ― Me duele verlo a él así. Imagina como estaré si llegas a pasar por lo mismo. – Rogué. Yuri bajo la cabeza.

Te prometo que no caeré. Puedes confiar en mí. – me observo decidido. Una sonrisa de alivio se formó en mis labios. ― Pero... ¿Sabes?

¿Si? – tardo en responder. Al final agrego un;

Eh, no. Mejor no. No es nada. – Le mire con una ceja alzada. No le creia.

Yuri...

Lo sé, lo sé. No te preocupes, no escondo nada. – Solto una risa cansada y agacho la cabeza. Un tenso ambiente se formo. Por mi parte, no sabia que agregar. Pasaron varios minutos de silencio. Me limite a acostarme en el suelo y cerrar los ojos. Darme mi tiempo de pensar en esto.

Entonces, ― Yuri rompio el silencio. –En dos días te irás ¿Verdad? –Aparté la mirada con culpa. Yuri lo notó.

No te preocupes. Iré al aereopuerto el día que te vayas.



Mamá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora