Sábado en la noche y una típica canción de Billy Joel resonaba en el bar donde miraba su whisky en las rocas derretirse con el transcurso del tiempo.
¿Cuánto había pasado desde que entró a ese lugar con olor a nicotina barata, sueños destrozados y alcohol? No sabía pero a juzgar por la manera en que las gotas del hielo caían en su amarillenta bebida, podía deducir el gran rato ahí sentado ya que de la pila de hielos iniciales ahora solo quedaba un pequeño cubito que luchaba desesperadamente por no descongelarse.
Inútil e irónico.
Sonrió un poco antes de agitar su bebida y deshacer ese pequeño cubo que dio una férrea batalla contra la temperatura durante ese tiempo. Al igual que él por tantos años.
¿Cuánto?
No tiene idea pero ¿En realidad importa?
Honestamente no sabe y, aún con más honestidad, no quiere saberlo porque en cualquier momento, el ahondar en esos pensamientos le haría terminar de derretirse como ese pedazo de hielo y diluirse en recuerdos dolorosos y fragmentos relativamente amargos.
"It's nine o'clock on a Saturday..."
Escuchó Tsukishima salir de las bocinas del bar, riendo un poco ya que el reloj exactamente marcaba las nueve de la noche del sábado. Justamente de todas las estúpidas canciones de ese hombre, debían poner esa.
Esa jodida canción que le recordaba los últimos veinticinco años de su vida, de su "exitosa y feliz" vida.
Giró sobre su asiento junto a la barra para observar a los demás clientes y ver si podía satisfacer su mente creando alguna historia loca que le sacara de ver el hielo derretirse y moverse de lado a lado mientras ayudaba a Billy con los coros de "Piano man".
Uno era un joven de cabellos negros y tez morena obsesionado con tomarle fotos a todo lo que pudiera. Pasó unos diez minutos haciendo de fotógrafo hasta que una pareja que constaba de un hombre azabache de lentes junto a otro hombre, que lucía mayor a comparación con el azabache, de cabellos grisáceos platinados y azules ojos llegó al bar. En instantes pudo observar como el brillo en la mirada del moreno desaparecía, opacada por el resplandor de los anillos que ese par usaba. El brillo era tanto que Tsukishima chasqueó la lengua y desvió la mirada, temiendo que si miraba otro rato a sus sortijas seguramente se quedaría ciego por el destello dorado que salía a todas direcciones.
No pudo escuchar mucho ya que el par de enamorados solo entró al bar a dejarle algo al moreno antes de salir entre risas y pequeños besos; el rubio en ese instante decidió tomarse de un tajo su whisky y pedir una bebida cargada de vodka para ver si así evitaba que su índice glucémico se disparara por la dulzura que la pareja desprendía.
Al recibir su trago, observó al hombre que minutos antes felicitaba a la pareja por su boda oficial (o algo así pudo distinguir entre Billy Joel y el marcado acento ruso del hombre de ojos azules) mirar a su celular con una sonrisa nostálgica, pidiendo un Tonic & Gin en lo que limpiaba sus lágrimas.
Ah, con qué era eso.
Tsukishima suspiró a modo de comprensión con ese hombre ya que varias veces había visto esa sonrisa; era esa sonrisa que aparecía para aparentar que el dolor no existía, que solamente rememorabas bellos recuerdos sin que te dolieran cuando por dentro miles de cuchillas se clavaban en tu alma a la misma vez. La misma asquerosa sonrisa que veía en su espejo desde hacía veinticinco largos años.
Por un momento sintió pena por el moreno, quizá porque esa silueta de un vaso lleno de alcohol siendo sujetado por una temblorosa mano adornado por una triste sonrisa le reflejaba al Kei de hace veinte años que se aferraba a torturarse viendo sus fotografías mientras decía que estaba feliz por él, que no era nada y demás estupideces hasta que la botella quedara vacía o su juicio lo suficientemente nublado como para ni siquiera saber bloquear el celular y seguir con el dolor de ver esas imágenes que rompían el poco corazón que le quedaba.
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When you were young
FanficTsukishima se encontraba con el corazón destrozado esperando por un hombre guapo que le salve de esos días pasados,como si fuera tan fácil deshacer esos ayeres donde su piel sin arrugas se derretía con el calor de un flamante burla porque lo ha inte...