Dulce Luna

2.

Me encuentro en el gran comedor con los perfectos de la casa, Remus Lupin un chico de pelo castaño y ojos color miel y Lili Evans una chica pelirroja con ojos verdes.

Minnie como ellos llaman a Minerva McGonagall, jefa de la casa de Gryffindor, les encargo guiarme por el castillo hasta hacerme más o menos a la idea de donde se encuentra cada cosa.

Anissa, ¿tú qué opinas?- Remus y Lili están discutiendo sobre quién debería de guiar a los niños de primer año mañana.

Yo creo que deberían de hacerlo ambos y dejarse de estupideces- me divierte ver la cara de ambos cuando se enfadan, sobretodo Lili que se pone del mismo color que su pelo.

Eso no es justo.- habla la pelirroja.- debería de hacerse uno cada año.

Evans!!!.- un chico de pelo azabache y ojos marrones se tira sobre Lili haciendo que el jugo de calabaza que tenía se le derramase sobre la túnica.

¡¡Maldito seas Potter!! ¡Mira lo que hiciste!.- Lili le fue a dar una bofetada pero Potter la esquivó.

Tranquila pelirroja, si quieres te ayudo a limpiarte.- dijo Potter con una sonrisa pícara.

Remus y yo no podíamos parar de reirnos, era muy divertido cuando se enfadaba la pelirroja.

Lili salió del gran comedor a grandes zancadas mientras Potter la seguía de cerca pidiéndola perdón.

¿quien es esta preciosidad?.- a mi lado se sentó un chico con pelo negro largo y ojos grises-. Soy Sirius, a su servicio-. Cogió mi mano depositando un beso corto en ella.

Sirius deja a la chica, es su primer día.- habló Remus con un tono seco y con el ceño fruncido.

Tranquilo lunático, no sabía que era tu chica.-

¿Qué? No soy su chica.-

Señor Lupin, señorita Destrom deberían de ir yendo a clase, no querran llegar tarde.- detrás nuestro estaba Minnie.

Con tanto espectáculo no nos dimos cuenta de que casi todos los del gran comedor se habían ido a sus respectivas clases y solo quedábamos nosotros y unos pocos de Slytherin.

Ya vamos profesora.- Remus se levantó al igual que yo dispuestos a irnos.

Señorita Destrom el profesor Dumbledor le espera después de cenar en su despacho-.

Gracias profesora.-

Después de eso nos dispusimos a salir del gran comedor juntos al perro de Sirius detrás nuestro.

Toca herbologìa con Huffelpuff.- informé mientras miraba mi horario.

Vaya pequeña parece que compartes varias clases con nosotros, ¿verdad lunático?.-

Será un año entretenido.-

Espera.- dije mientras me paraba-. ¿Me has llamado pequeña?.-

Sí, ¿algún problema pequeña?.- puso una sonrisa lobuna-.

Pues sí, no me llames así.-

Vale pequeña.-

Continué yo sola mientras Remus y Sirius reían atrás, apenas le conozco desde hace un día y ya no me cae bien.

•••

Cómo odio a esas malditas cosas lloronas, ¡me a mordido!.- exclamé enfadada mientras nos dirigimos a clase de DCAO.

Tranquila Aniss, fue culpa tuya, ¿a quién se le ocurre meter el dedo en la boca de una mandrágora?.- hablo Lili mientras se reía.

Cállate.-espeté enojada.

Sirius se echó en el suelo del pasillo a reírse sin parar.

¡No te rías maldita foca retrasada! ¡Si sigues así te lanzaré maldiciones hasta que termines escupiendo babosas!-.

Tranquila pequeña, si quieres se me ocurren muchas maneras de que se te pase el enfado.-

Su maldita sonrisa de cerdo egocéntrico la odio.

¡Déjame en paz!.-

Continué hasta mi siguiente clase que compartíamos con Slytherin.

En todo el día no había pensado en que hago aquí o en todas las cosas que aún no sé. Tampoco e pensado en mis padres, el hecho de que casi no los recuerde ayuda una pequeña parte pero vagos recuerdos se cuelan en mi memoria haciéndome divagar sobre el tema. No se como sentirme, no puedo sentirme triste, menos porque los chicos y las clases me ayudan a distraerme, la verdad tengo miedo de quedarme sola, de razonar y entender todo lo que a pasado hoy. Después de la cena tendré que ir a hablar con Dumbledor aunque cada vez tengo menos ganas, no se si quiero descubrir más, solo quiero huir, esconderme en este mundo donde parece demomento que todo es mágico e increíble.