Dulce Luna

4.

Desperté sobresaltandome al escuchar varios gritos.

Lili sal ya de baño o juro que tiro la puerta abajo.- habló una chica con el pelo largo y rubio.

Basta ya, la vais a despertar.- ésta en cambio tenía el pelo castaño y recogidos en una coleta alta.

Ya estoy despierta.- conteste adormilada.

Oh, lo sentimos, soy Marlene Mckinnon y ella es Alice logbottom.- habló la rubia.

Anissa Destrom, un gusto.-

Lili salió del baño y al instante las dos chicas fueron hacia el encerrandose y susurrando cosas hacia la pelirroja.

¡Se puede saber qué haces aún en la cama!.- Lili ya vestía su túnica y estaba con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

Mm.. ¿dormir?.- intenté poner cara inocente.

¡Vamos prepárate!.-

Ya voy, ya voy. ¿Siempre eres a si de malhumorada por las mañanas?.- Lili cómo respuesta me lazo un cojín que pude esquivar a tiempo.

•••

Me encuentro en la tienda de Ollivander's con la profesora McGonagall para obtener mi varita.

Bien querida probemos con esta.- dijo el señor Ollivander.

Cuando toqué el mango empezaron a salir chispas blancas y amarrillas de ella.

Madera de arce, núcleo con fibra de corazón de dragón, 13 pulgadas e inflexible.-

Buena varita.- habló la profesora McGonagall.

•••

Tenéis una hora.- habló el profesor Slughom.

Remus, sabes que yo no sé mucho sobre estos temas.- hablé con tono de preocupación, lo último que quería era que suspendieran a mi amigo por mi culpa.

En la clase de pociones nos han mandado hacer amortentia, la mayoría de los ingredientes no los conozco y de los que lo hago fué gracias a Remus ya que se ofreció a darme clases.

Tranquila, conmigo dando clases te aseguro que al final del año serás la mejor estudiante.- Me relaje un poco al oír aquello y al ver la sonrisa de tranquilidad que me brindaba el ojimiel.

Mejor que tú lo dudo.- Sonreí-. Pero igualmente ¿como haremos con la poción de hoy?.-

Creo que de eso nos encargamos nosotros.- Susurraron en mi oído, Sirius tenía una sonrisa lobuna ya característica de el.

¿Qué vas a hacer?.- pregunté con el ceño fruncido.

Contar hasta 10 y agacharos.- el azabache volvió a su sitio y nos dispusimos a hacer lo que dijo.

8...9...10. Nos agachamos a la vez que una bomba de humo verde se dispersaba por toda la clase mientras chispas de todos los colores estallaban en todos los lugares.

Sirius, James y Petter no paraban de reír al ver a los Slytherin rascarse sin parar mientras se iban poniendo cada uno de un color fosforito, además a varios de ellos como a Severus Snape les iban creciendo la nariz hasta casi rozar el suelo, a otros en cambio las orejas, los brazos, la boca...

No tardamos ni un minuto en unirnos a sus risas, desde debajo de las mesas todo parecía una burbuja en la que se contemplaba perfectamente el espectáculo.

Tuvimos que esperar 5 mnt hasta que el humo se disipó para ponernos de pie a duras penas debido a la continua risa.

¡El responsable de esto va a tener un severo castigo!.- el profesor Slughom estaba furioso, casi se parecía al tono de cabello de Lili.