Sábado 3 de enero. Día gris y lluvioso. El ambiente gélido atraviesa mi rostro pálido y me pregunto si podría ir a ver a mis padres. Hace tiempo que no voy a visitarlos, ya que me mudé a Madrid por falta de autoestima. Necesitaba cambiar de aires y lo hice. Me pregunto cómo estarán mis padres y si alguien allí en el pequeño pueblo de Noruega, donde vivía antes, habrá alguien que ahora me vea como una más y no la rarita que siempre he sido.
He notado desde pequeña que tengo algún sexto sentido o algo parecido, ya que veo en el rostro de la gente lo que piensa, lo que siente y lo que pasará en un futuro. Es como si no correspondiera a este mundo, siento que debería estar en otra parte pero, sin embargo, mis padres siempre me han dicho lo contrario. Ellos me decían que eran tonterías, que era indeciso lo que decía en aquellos tiempos. Aún sigo pensando en porque a mí me tocó sentir lo que nadie más podría sentir y vibrar.
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LA ELEGIDA
VampireHace millones de años, cuando los licántropos dominaban el mundo y tenían a los vampiros bajo su dominio, uno de ellos se enamoro de la especie contraria. De ese amor dio fruto una niña preciosa a la que le pusieron el nombre de Aura y se la entrega...