Allí se encontraba, sus pies descalzos casi enterrados en la cálida arena de la playa y sus [c/o] ojos proyectaban la brillantez y el reflejo del sol que descendía lentamente en el horizonte acompañado del anaranjado cielo.
Una sonrisa encantadora adornaba en su rostro mientras dejaba que la brisa bailara con la tela de su blanco vestido.Le encantaba el vestido, demasiado dirían algunos. Pero le hacía sentir especial, le hacía sentir aquellas burbujas en su estómago desde la primera vez que se lo puso. Largo y ligero era su estilo, con algunas flores del mismo tono adornando el cuello del vestido y la cintura.
Era cerrar sus ojos y volver a imaginarse el momento, el momento en el que su vida estaba aún empezando.
Sonrió al recuerdo de tener a su amiga Elena preocupada por el peinado de ella, estresada de que si [__] lo quería suelto o recogido, y al final las dos mujeres se decantaron por un peinado sencillo que resaltara el bello rostro de la novia con su natural maquillaje.
Recuerda cómo los nervios se desvanecieron mientras reía con Elena y las damas de honor, momentos antes del cambio de su vida.Y el apoyo que recibió de parte de ella, Elena, quién era la que se encontraba más a su lado en esos momentos. Asegurándole de que no tenía que temer a nada y que si se sentía insegura, tenía todo el derecho a parar la boda y decir no.
Pero [__] ya tenía su respuesta desde hace tiempo y había estado esperando a este día para decirla. Nadie iba a parar su pies, bueno, salvo los tacones que llevaba (y qué segundos antes de salir al altar se los había quitado), que la estaban matando.Seguía murmurando la melodía que sonaba, no era la típica del estilo nupcial, sino una más alegre y ligera, Sam y ella optaron por una alternativa.
Sam. Cómo olvidarse de su marido.
Sonaba tan bien decirlo en sus labios que seguramente se pasaría las primeras dos semanas de casados llamándole así. Tenía tantas ganas de presumirle al mundo entero que estaba recién casada con aquel hombre tan atractivo. Que si vuelven con el tema de viajar y haya mujeres que se le acerquen seductoramente, él pueda levantar su mano con el anillo y decir 'perdón pero tengo una hermosa esposa esperándome'.
La situación le causó gracia y negó con la cabeza sonriendo.La mirada de Sam cuándo le vio en el altar era digna de haber sacado una foto.
Sully había sido elegido por [__] para ser el que la acompañara de camino al altar, y ella no se podía quitar las palabras del hombre mayor cuándo le decía por lo bajo que Sam estaba perdidamente embobado mirándola, cómo si ella misma se tratara de un tesoro que andaban buscando.
Perdidamente embobado se quedaría corto para definir la encantadora sonrisa que llevaba, de pie junto a su hermano menor.Toda la antención estaba centrada en ella, en cómo el vestido le quedaba a la perfección a la vez que algunos invitados sacaban fotos para el recuerdo.
Pero [__] no era capaz de ver a las personas que la miraban, sólo podía escuchar cómo su corazón estaba a punto de salir de su pecho disparado y en cómo los nervios volvían a atacar su cuerpo, haciendo que sus piernas temblasen levemente.Se centró en conectar su mirada con la de Sam, entonces sus nervios desvanecían y un calor envolvía su cuerpo, bastante reconfortante. La hacían sentir que era capaz de seguir adelante, lista para dar el gran paso.
Sí quiero.
Eran las palabras que diría una y otra y otra vez, sólo para que todos se enteraran.
Observó el anillo que tenía en su dedo anular de la mano derecha y nuevamente sonrió satisfecha. Era demasiado bonito y se ajustaba a la medida de su dedo. Tenía pensado no quitárselo nunca porque quería que reluciera en su mano.
-¿Qué está haciendo mi querida y hermosa esposa aquí sola?
Su cintura fue rodeada por un par de brazos que la juntaron contra un robusto cuerpo y una cabeza descansaba en su hombro. Giró su cabeza para depositar un beso en la mejilla de Sam, quien sonrió ante el cariñoso afecto.
-Sólo pensaba. -contestó [__] dirigiendo su mirada hacia el horizonte. -Sigo sin poder creer que estemos casados.
-Creételo porque estarás a mi lado durante muchísimo tiempo. -contestó él alargando la el 'muchísimo'.
-Y no podía pedir más. -acarició las manos de Sam que aún seguían en su cintura. -¿Qué tal te ha ido la charla con Sully? Supondré que bien porque sigues vivo. -rió ella.
-Ha ido de maravilla, aunque pensé que me iba a matar cuándo te quité la lencería de la pierna con los dientes.
[__] rió a carcajadas cuándo recordó el momento. Sully era cómo una figura paterna para ella, tantos años estancados juntos en las aventuras con Nathan hacían que [__] no temiera en verlo como un padre que se preocupaba del dúo cada vez que ocurría algo.
Y era algo cómico ver su reacción en la fiesta de después de la boda, donde [__] optó por atreverse a poner un encaje blanco de lencería sujeto alrededor de una de sus piernas para que Sam se arrodillara ante ella y le quitara la lencería con los dientes, mientras todo el mundo gritaba al unísono y aplaudía.Sam trató de apartar el calor en sus mejillas cuándo lo hacía, evitando la mirada asesina de Sully penetrando en su alma.
Fue gracioso ver a Elena grabar la escena con una de sus cámaras.-Está bien cariño, no te matará sin mi consentimiento. -sonrió.
-Si quiero que alguien me mate, serás tú con tu amor, señora Drake.
-Tenlo por hecho.
La distancia entre los dos se selló en un beso apasionado, esta vez con los brazos de [__] rodeando el cuello de Sam para tenerle más cerca.
No lo quería dejar irse nunca más.
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You might be » Sam Drake x lectora.
Fanfic» Después de todos los eventos ocurridos, [__] decide que lo mejor sería continuar sus aventuras junto con Sully y Sam, que es actualmente su pareja. El pasar tiempo juntos, los haría unirse mucho más. · Historia corta inspirada en la canción "you...