—¡Avery, más te vale arreglar tu cuarto antes de irte!
—¡Sí mamá, lo sé!
La mujer soltó un largo suspiro y continuó haciendo sus labores, no sin antes volver a arreglar su cabello [c/c] en un moño, dejando ver las visibles canas que a penas comenzaban a salir de sus raíces.
Cualquiera que la viera diría que a pesar de sus años, aún mantiene su figura joven y dispuesta a cualquier cosa. Y ella contestaría con lo contrario, añadiendo las visibles arrugas que salen de sus ojos, pero ahí estaba su marido para complementar que se veía igual de hermosa desde el día en que la conoció.
Y tampoco se debía de olvidar de él, quien mantenía su cuerpo en forma (qué no se deje engañar, algunas veces se queja del dolor de espalda) y su energía era ilimitada, si bien sabemos a lo que se refiere.Hablando de su marido, le vio por el rabillo del ojo entrar en el salón con su chaqueta de mezclilla por encima de su hombro y sonrió al ver a la mujer sentada en el cómodo sillón con un libro bastante grueso entre sus manos.
—Mira, mira a quién tenemos aquí. –sonrió él caminando hacia ella y dándole un beso en los labios. —Si es mi querida flor [__].
—Cariño. –saludó ella en un tono contento. —¿Qué tal en el trabajo?
—Mhm, cómo siempre, pensando en ti amor mío.
—Sammy... –sonrió ella dulcemente y se acercó para besarle de nuevo.
—Ew, ¿no podéis hacer eso en otro lugar?
La pareja se giró hacia la joven voz femenina que provenía del marco de la puerta, Avery tenía una ceja arqueada mientras miraba a sus padres en busca de alguna respuesta y con una mochila en una de sus manos.
Costaba creer que aquella joven si tenía bastante parecido entre los dos, a pesar de que tan solo tenía quince años, que ya es mucho decir. Era bastante dulce y cariñosa cuando quiere igual que su madre. Testaruda y energética igual que su padre. Heredera del color de los ojos de Sam y heredera de la forma y color de cabello de [__].
Era tan bonita, que incluso Sam no paraba de decir que se parecía mucho a su mujer cuando ella tenía su edad.
—¿Perdón jovencita? –reprimió Sam. —Vivimos en el mismo techo. ¿Y adónde crees que vas con esa mochila?
—La he dejado irse a dormir este fin de semana a la casa de Nate y Elena con Cassie. –intervino [__] agarrando suavemente la mano de su marido, para próximamente susurrar. —Así estaremos los dos solos.
—He oído eso mamá. –rodó Avery sus ojos.
[__] soltó una alta carcajada y Sam sonrió divertido ante el contagioso sonido.
Avery se acercó al sofá para sentarse y suspiró elevando su mirada hacia sus padres que estaban intercambiando algunos besos y sonrisas entre ellos.Frunció levemente el ceño pensativa, ella... Los veía como unos padres normales, se querían y parecían tranquilos como cualquier otro matrimonio. Pero simplemente no lo entendía y seguía sin creerlo.
—Mamá, papá. –llamó ella indecisa, sin saber cómo reaccionarían. —¿Os puedo hacer una pregunta? Pero quiero que seáis sinceros.
Sam y [__] dirigieron su mirada a su hija, con la sonrisas fuera de sus rostros y sustituidas por una mirada de preocupación. Se miraron entre sí y [__] se incorporó dejando el grueso libro en la mesita que tenía al lado.
—C-claro cielo, ¿qué ocurre? –preguntó ella algo nerviosa.
—¿Es eso verdad? ¿Es todo cierto lo que me ha contado Cassie? –Avery miró a sus padres en busca de una respuesta.
—Tendrás que ser más específica jovencita. –dijo Sam soltando una risa nerviosa y echando una mirada a [__].
—¿Es cierto que habéis sido cazadores de tesoros? ¿habéis peleado con mercenarios? ¿el tío Nate y la tía Elena también lo son? ¿Y Sully también? ¿Y-.
—Espera, espera, espera. –Sam interrumpió la rápida sesión de preguntas de su hija. —¿Te lo ha contado todo Cassie?, ¿cómo lo sabe?
—¿Eso significa qué es cierto?
[__] suspiró y sonrió tímidamente mirando a su hija que se encontraba ansiosa por saber la verdad. Se levantó del sillón y caminó hasta el sofá para sentarse a su lado, Sam imitó sus acciones y se sentó en el lado opuesto.
Intercambiaron miradas entre sí y asintieron.—Tendremos que contártelo todo por lo que veo. –sonrió su madre. —Creo que ya iba siendo hora.
—Así es. –asintió Sam. —¿Por dónde empezamos...?
—Bueno... Todo empezó cuándo tu padre tuvo que entrar en la cárcel por-.
—¿¡Estuviste en la cárcel!? –intervino Avery mirando a Sam con cierto asombro y sorprendida. —¡Joder papá!
—¡Ese lenguaje Avery! –dijo él frunciendo el ceño, luego miró a su mujer. —Creo que no ha sido la mejor parte para empezar.
[__] le miró con una nerviosa mueca en sus labios y se encogió levemente los hombros soltando un pequeño 'lo siento' entre dientes. Sam negó con una leve sonrisa y miró de nuevo a Avery, dispuesto a contarle desde cero todas las aventuras que han pasado juntos. Desde su entrada y supuesta muerte en la cárcel de Panamá, las aventuras para encontrar el tesoro de Henry Avery, -de ahí su actual nombre-, encontrar Libertalia y haber peleado a muerte con mercenarios junto con los tíos Nathan y Elena, y Sully.
[__] sabía que iba a ser una larga noche, pero merecía la pena si iba a estar junto a su maravillosa familia.
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Y hemos llegado al final de you might be.
Bastante triste de acabarla, pero ansiosa por llevar a cabo más ideas para fanfics de Sam. ❤He disfrutado escribiendo de verdad, y ha sido gracias por el apoyo de mis pequeñas y fieles lectoras, pinche_pris CamiiSmiile ZoeNayla RubyWolffxxx Saraviaz. 💕
Muchísimas gracias por leer y espero que os podáis quedar para más en el futuro. ❤
Mi siguiente short fanfic de Sam se llamará "truthseeker", espero que podáis disfrutar de ella como de esta cuando salga. ¡Gracias! ❤
-m.
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You might be » Sam Drake x lectora.
Fanfic» Después de todos los eventos ocurridos, [__] decide que lo mejor sería continuar sus aventuras junto con Sully y Sam, que es actualmente su pareja. El pasar tiempo juntos, los haría unirse mucho más. · Historia corta inspirada en la canción "you...