Fue una apuesta pero Te Amo [#1]

Capítulo 37

—No entiendo cuál es tu problema, Thais. No tiene nada de malo que vayas con Matt a su baile de graduación

—Pues eso, es su baile de graduación, no tengo nada que hacer ahí —guardé mis libros en mi casillero

—Eres su novia ¿lo sabes verdad? —la miro cejuda. ¿Qué clase de pregunta es esa? — No me mires así. Tú eres su novia, él quiere pasar esa noche contigo, su baile de instituto. Su baile de graduación... ¿Lo entiendes?

—Sí pero... No sé

—¡Dios! A veces me dan ganas de abrirte la cabeza en dos —me fulminó con la mirada.

—Ok, ok. No quiero ir al baile con él porque es la última noche que pasaremos juntos antes de que se vaya —me recosté de mi casillero

—Creí que se iría después de la graduación

—Sí, la graduación es en la mañana, él se va en la tarde...

—Entiendo pero tienes que ir... ¿O prefieres que vaya con otra?

—No... Pero es que... Estoy segura que ese día estaré con los ánimos en el suelo, y no quiero arruinarle su noche

—¿Cambiarías de opinión si voy con Tyler?

—No

—Thais, vayas o no al baile, será la última noche de Matt, y tú que eres su novia tienes que pasarla con él. Estoy segura de que él quiere lo mismo, pasar su última noche contigo.

Me quedé callada, tampoco es que tenía mucho que decir. Como siempre, o como la mayoría de las veces mi querida mejor amiga tenía razón.

—Iré a hablar con Matt... —le comuniqué

—Está bien, te veo al rato ¿si? —asentí y cada quién se fue por un pasillo diferente. Ahora mismo tenía clases de baile pero la profesora avisó que no vendría, por lo tanto tenía dos horas libres.

~Matt💘

¿Estás en clases?

Le envío a Matt. Me siento en uno de los banquitos de ese pasillo a esperar que me respondiera. Unos minutos después, sentí mi celular vibrar.

Si
¿Pasó algo? ¿Estás bien?

No es nada. No te preocupes

—Bien Thais, vamos a ver que nos inventamos para hacer en estas dos horas —Murmuré para mi misma. Me paro, me coloco mi mochila y comienzo a caminar hacia la biblioteca. Apenas me senté, cuando mi celular vibró sobre la mesa.

—¿Dónde estás? —me pregunta en cuanto contesto

—En la biblioteca.

—Voy para allá

Cuando quise responderle, él ya había colgado. Tapo mi rostro con mis manos sintiéndome frustrada y no sé por qué.

—Mi amor... —Me volteo y lo veo dejar su mochila en la mesa y sentarse a mi lado. —¿Qué pasó, preciosa? —me preguntó dulcemente

—¿A qué viniste? Tenías que quedarte en tu clase.

—Es lo que menos me importa ahora mismo... Dime, ¿qué tienes?

—Ya te dije que nada. Sólo...

—¿Sólo que?

Suspiro por décima vez en la mañana. —Solo quería estar contigo —Murmuré mirando sus preciosos ojos azules

—Oh cariño... Ven aquí —arrastró su silla para estar más cerca y me abrazo, sin antes darme un beso en la frente.

—Te voy a extrañar mucho —susurré sobre su pecho

—No es tiempo para hablar de eso, ¿está bien?

—No quiero que te vayas, Matt. No quiero

—Shh... No hablemos de eso. Vamos a disfrutar del tiempo que nos queda juntos, dejemos la despedida para otro día.

•

—No me gusta verte así, bebé —me dice dejando un beso en mi hombro desnudo

—¿Cómo quieres que esté si mi novio se va del país en menos de dos semanas? —respondí borde, me acomodo en la cama dándole la espalda

—Voy a volver para año nuevo...

—Ni siquiera pareces muy afectado por eso... Se nota que estas feliz por irte de aquí

—¿Escuchaste lo que acabas de decir? ¿Cómo se te ocurre decir que yo estoy feliz por irme de aquí?

—Eso es lo que parece...

—No lo puedo creer... No puedo creer lo que me estás diciendo.

Al sentirlo moverse, me doy la vuelta y lo empezando a cambiarse.

—¿Te enojaras conmigo por decir la verdad? No seas inmaduro, Matt

Thais, cállate

—No te creas que estás diciendo la verdad. Tú no tienes idea de todo lo que estoy haciendo para volver antes y no durar tanto allá. Deja de ser egoísta y de pensar en ti. De pensar que tú eres la única afectada aquí

—No estoy siendo egoísta —me defendí

—Sí lo haces, Thais. Tú no sabes lo fuerte y doloroso que es para mi terminar contigo de esta manera, pero ni siquiera te das cuenta porque la única que sufre por esto eres tú. ¿Y sabes algo? Uno de los dos tiene que ser el fuerte en esta relación