Jules.

Capítulo 1. El comienzo

El despertador.

Ese maldito despertador que nunca me deja dormir en paz.

-Levanta el culo de ahí, pequeña dormilona.

Si se preguntan quien ha dicho eso... el genio de mi hermano se le ha dado por venir todas las mañanas a decir estupideces.

Aunque pienso que es muy eficiente de cierta manera.

Emily concéntrate que debes ir al Instituto.

Me levante y me dispuse a prepararme, me duche y salí a cambiarme.

Me puse un sostén de Bob Esponja junto a unas bragas iguales, me coloque unos shorts, una remera blanca en cuello de V, mi preciada chaqueta de cuero, y mis bellísimas New Balance moradas.

Tome mi mochila y baje.

Había silencio en la casa porque mi hermano trabajaba día y noche para que podamos llegar al mes con la comida.

A mi en cierta manera me molesto que haya optado por conseguir un trabajo sólo él pero me ordenó que yo no trabajara.

Se preguntaran ¿Y nuestros padres? Ellos andaban en cosas ilegales, sólo mi hermano lo sabía. Cuándo me enteré de lo que hacían también me enteré de la muerte de mis padres...

Que más da.

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-¡Emily!- reconocí ese grito, la loca de mi mejor amiga

- ¿Que chisme te traes ahora Jessica?- digo, la conozco y se pone loca cuando algo esta por suceder.

Ya entrando por las grandes puertas del Instituto vamos hacía nuestros casilleros.-A que no crees esto Emmy.- ese es un apodo que me puso cuando éramos pequeñas.

- Bueno, por ahí andan diciendo que vendrá... ¡Un nuevo muchacho! -Dice gritando.

- ¿En verdad?... -Digo con voz chillona. -. Tranquila Jess -Digo y me pongo seria.

En realidad no me interesaba si alguien nuevo venía al instituto, me daba realmente igual.

Mientras caminamos a clase de Literatura Jessica me cuenta sobre como la paso anoche en una cena importante con sus padres.

Ya en clase le digo a Jess que guarde silencio así presto atención, no me atrevería a volver a desaprobar una materia, a mi hermano le cuesta pagarme la institución ya que voy a un buen instituto.

cuando terminamos la jornada escolar vamos por algo de tomar a nuestro lugar favorito.

Como me encanta y es mi batido preferido pido un frappe de oreo y a Jessica le pido un frappe de frambuesa.

-Ten bonita- me dice el muchacho del mostrador, bastante apuesto a decir verdad.

《Pon la mente en blanco, perra》

Cierra la boca, fresa.

vale si, estoy hablando con mi conciencia.

en cuanto terminamos vamos a mi casa ya que Jess no quería volver a su hogar por problemas de sus padres que se la pasan día y noche discutiendo.

《Noche de perras》

Cierra el hocico.

- Hola pequeño renacuajo- Y ahí esta mi bello hermano poniendo apodos tontos...

- Cierra la boca Alex, por cierto, hola.- digo y le doy un beso en la mejilla

- Prepare la cena, no pense que vendría Jessica-dijo el, dios mío, esta nervioso.

- ¿Que tal Alex? - Le responde ella tan cortante como sólo ella sabe ser.

Ahg.

Bueno... ¿vamos a cenar?- digo tratando de que esto no se vuelva mas incomodo de lo que ya es.

Cenamos rápido y nos despedimos de mi hermano, nos dirigimos a mi habitación y pongo una película.

- Aún te gusta. -Le digo a Jessica más afirmando que preguntando.

- Tú lo has dicho, estoy colada por tu hermano... que locura.

- Es normal, creo... -Le respondo indiferente.

- ¿Sabes algo? Ya te llegará la hora de enamorarte, cuando lo hagas no te tienen que importar los demás si no tu felicidad. Entonces lo que trató de decirte es -Hace una pausa y tose -. Que pienses primero en ti y no en los otros, si no lo haces no serás feliz.

Le doy las gracias por lo que acaba de decirme y la abrazo.

- Vamos a ver una película, elige una buena o te golpeo -Me dice amenazante pero luego con una sonrisa me golpea con el codo.

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- ¡Es una porquería! ¡¿Porque rayos tuvo que morir la chica?!

- Si que estas loca amiga... -Me dice Jess.

Me recuesto en la cama, estoy demasiado agotada.

Cierro los ojos por un momento, no lo soporto más y caigo en un profundo sueño.