Loco Amor (Stony)

Cap. 8

-Gracias por todo mi amor... No tengamos miedo... Todo ira bien aunque me oigas llorar... Skull.

Un castaño dormía tranquilo en aquella cama de hospital, desde que había despertado en aquel lugar solo se mantenía velando por los sueños de su amado hombre rojo.

Lentamente abría sus ojos debido a la luz de la habitación, como era de costumbre siempre veía esas esposas en su muñeca sujetándole para no escapar.

Siempre era lo mismo, despertar, desayunar, ir al baño y bañarse con un gorila que se suponía que era el vigilante personal, comer, ver de lejos a su amado, cenar y así sucesivamente.

Sonrió ante el recuerdo de su amado, siempre le veía dormir tranquilo, en paz como si fuese un angel caído... Pero la realidad era otra.

Esa hermosa sonrisa se quito ante un recuerdo que siempre le perseguía.

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Ante el miedo trataba de respirar y pedir ayuda, pero todo era en vano, ya llevaba un tiempo atrapado en aquel lugar.

Oscuridad, frio y soledad.

Era lo que siempre le rodeaba, el miedo a esas personas que constante le hacían daño.

Amarrado en una silla, se pies a cabeza, sumergiéndolo en agua verdosa para luego sacarlo.

Tony trataba de respirar mientras que tocia, llevando ya una hora en esa tortura fue sacado para ser tapado con una manta.

-¿Cuál es tu nombre?

Preguntaba un hombre de bata blanca con lentes y unos ojos verdes que le miraban con intensidad.

-A-an-anth-Anthony... E-ed-war...S..tark...

Trataba de decir pero el frio, el miedo, la soledad... La locura le envolvían rápidamente acabando con su consciencia y razón.

Con miedo miro aquel hombre que le mirada serio.

-¿Quién eres?

-Y-yo... s-s-so-oy... I-iron... Man...

-¿Quiénes son tus padres?

-H-howard... S-stark... M-m-maría... Sta..rk...

Aquel hombre sujeto sus lentes con la yema de sus dedos, se acomodo tranquilo y con delicadeza sus lentes para luego pasarse a su barbilla.

-Volved a sumergirlo.

-¡NO!

Pero fue demasiado tarde, unos hombres de uniforme lo habían vuelto a sumergir en aquellas aguas.

Sacándolo y metiéndolo con violencia, el castaño solo mantenía en su mente aquellos ojos azules que le miraban con amor y tranquilidad.

Steve... ¡Ayúdame!

-¿Cuál es tu nombre?

Cuando se dio cuenta estaba de nuevo frente aquel hombre. Tony solo puso susurrar su nombre despacio.

-An-anto..ny... E-Edward... S-s-stark...

-¿Quién eres?

-Y-yo... Soy... I-i-iron...

Tony fue interrumpido por aquel hombre que había dado la orden de volver de meterlo en las aguas.

Tony hacia todo lo posible por respirar, su mente se sentía quemar y una gran soledad hundía su corazón.

Cuando fue sacado tosía fuerte para vomitar una gran cantidad de esa agua. Pero fue sumergido nuevamente.

Steve...Steve... Ayúdame por favor... ¡Steve!

-Yo... Soy... A-an-thony.... E-d-ward... S-sta...rk...

Decía nuevamente, aquel hombre solo anotaba en una libreta los resultados exitosos con una sonrisa.

-¿Quién eres?

-Yo soy... Yo...

-¿Quién eres?

Volvió a preguntar el hombre sonriendo con malicia, el castaño solo temblaba de miedo y frio.

Un hombre se acerco al de bata para susurrar algo en su oído para sonreír con mas satisfacción.

-¿Quién eres?

Pregunto nuevamente mirando a Tony con una mirada intensa y una sonrisa de oreja a oreja.

-Yo soy... Yo... ¿Quién soy?

El castaño miro con confusion para mirar aquel hombre, su cara reflejaba miedo, interés y curiosidad.

Ese hombre solo sonreía ante el mas hermoso resultado, Tony solo lo miraba con unos ojos que poco a poco se apagaban y quedar sin vida para sonreír tímidamente pero cuando reacción estaba rodeado de sangre y cuerpos.

En su mano llena de sangre, miraba con terror ante aquella escena.

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-¡¡Aahh!!

Gritaba un castaño sosteniendo su cabeza fuertemente con su otra mano libre, las lagrimas no tardaban en salir de sus ojos y gritar con dolor.

Los doctores y enfermeras del lugar acudían al paciente para tratar de tranquilizarle pero un rubio entro y le sujeto fuerte de los hombros.

-¡Tony! ¡Cálmate! ¡Tony!

El castaño con rabia le dio un puñetazo en su mejilla para mirarle con ojos vacíos y con gran enojo.

-¡No me toques!

Un doctor gracias al capitán logro inyectar un tranquilizante en el brazo del castaño para verle caer poco a poco en sueño.

Cuando confirmaron que el castaño estuviese dormido poco a poco comenzaron a salirse de la habitación para solo dejar al capitán y al castaño.