No estoy consciente del tiempo en que eh estado encerrado en la oscuridad.
Tampoco estoy consciente de quien soy, ya me acostumbre a las torturas de este lugar.
¿Por qué siempre te tengo en mi mente..?
¿Steve?
Ese nombre me ronda en...
Era lo que sentía en momentos tan horrorosos como esos.
Nunca olvidare los rostros de quienes me hicieron daño, de las personas quienes me corrompieron.
Cada día era lo mismo, una rato choques eléctricos, ver como torturaban a otras personas o como los mataban, apuñaladas... Violaciones. Eso era lo que mas odiaba en esos estúpidos momentos.
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Estaba en cuatro, dos hombres me penetraban con violencia, sin importar cuanto gritara, sin importar mis lagrimas o suplicas, lo hacían, en mi boca un miembro que me obligaba a chuparlo para venirse los tres y así sucesivamente, a veces las penetraciones eran de 4, dolía, dolía mucho.
Cuando lo hacían, me amarraban, también me ponían unos que otros juguetes en mi ano en este caso eran dos vibradores.
Siempre lloraba, esperaba por la ayuda de mis amigos... De mi familia.
Siempre... Siempre.
-Eres una maldita puta...
Uno de esos hombres me susurro en mi oído para luego morderla.
En la oscuridad, siempre veía la sonrisa de alguien y unos ojos llenos de malicia hacia mi.
-Háganle sufrir...
Vi como esa persona se marchaba, dejándome con esos hombres.
-Por favor... Paren... ¡POR FAVOR!
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-Ugh...
Un castaño abría sus ojos con mucho trabajo, sentándose en una cama matrimonial, agarrándose de su abdomen se levanto para dar pasos lentos y salir de aquella habitación dándose cuenta de que estaba en el submarino de su cariño.
Iba caminando agarrándose con una mano la pared y con la otra en su abdomen con mucho cuidado.
-Esas malditas pesadillas otra vez...
Pensó para dar un leve gruñido por el dolor, cerro los ojos y con la respiración acelerada se sentó en el suelo.
-¡Tony, cariño!
Pov. Tony
Reconocería esa voz en cualquier parte, abrí mis ojos para mirarle con amor.
-Cariño.
Sonreí, como no amarlo cuando fue el quien me salvo de todo, cuando fue el quien me ayudo, me cuido, me amo... Ante todo lo corrompido que estaba.
-¿Qué haces acá? ¡Deberías estar en la cama descansando!
El me abrazo para cargarme tipo princesa, amaba eso de el, que siempre me consentía en todo.
Cuando llegamos a la habitación, me acostó con cuidado cuando se iba a retirar le agarre de su uniforme.
-¿Sucede algo?
Me pregunto preocupado, yo solo asentí para abrazarlo sin importar mi herida. Quería sentirlo, amarlo... Siempre.
-Otra vez... Esas pesadillas me atormentan.
Susurre, vi como se ponía triste para corresponder mi abrazo y darme un beso en mi frente.
-Yo siempre velare por ti, cariño.
Sonreí ante su respuesta, el se acostó y yo hice lo mismo pero en su pecho y caer rendido en el sueño.
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-¡Iron Man!
¿Quién?
Era un hombre rubio de ojos azules, tan azules como el cielo.
Esos ojos... Los he visto en otro lado... pero...
¿Dónde?
Vi como corría para atacar una sombra que venia hacia mi, el no logro llegar a tiempo, caí en la oscuridad, cuando abrí los ojos el me miraba con alegría, con tranquilidad... Con amor.
¿Quién eres?
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Cuando abrí nuevamente los ojos, desperté solo, un poco triste me levante y busque a mi cariñito, la herida ya no dolía tanto como antes pero si hacia movimientos bruscos podría sangrarme.
Cuando llegue a la puerta de la sala de juntas en donde siempre estaba mi cariño con los demás escuche algo que me llamo la atención.
-Hoy en la noche, atacaremos a los vengadores... Los hare pagar por lo que le hicieron a MI Tony, especialmente al Capitan America.
Los ojos del Capitán América... Son los mismos ojos de aquella persona...
Capitan America... ¿Quién eres?
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Se suponía que lo iba a subir ayer, pero pasaron algunas cosas...
