6. El pago

295 47 20
                                    

Phichit:

Una vez dentro de mi habitación, después de asearme, comencé a revisar la ropa que tenía, me sentía muy entusiasmado por compartir el desayuno con su majestad y debía vestir apropiadamente para ello; después de buscar un poco encontré un conjunto rojo con una cinturilla amarillo oro -¡perfecto! él dijo que este tono me favorecía- puse el conjunto por encima de mi visualizándome, sonreí satisfecho antes de cambiarme rápidamente, arregle mi cabello lo mejor que pude y salí rumbo al comedor.

.

.

.

Seung:

Regularmente comía solo, no me gustaba compartir esa hora con nadie así que estaba agradecido con "su reina" por preferir permanecer en su habitación... pero hoy las cosas serían diferentes.
Mande preparar la mesa para dos personas y ordene los mejores platillos, ante las miradas expectantes de mis subordinados mantuve una actitud despreocupada, una vez que estos se marcharon me arregló el cabello y me acomodó el hanbok, mientras esperaba a mi invitado, todo debía ser perfecto para la ocasión

Al verlo entrar con ese conjunto rojo y el cabello arreglado de esa forma, la comisura izquierda de mis labios se elevó satisfecha, como sospechaba, mis palabras tenían tremendo peso en el moreno, lo cual era un alivio después de verlo por ahí causando revuelo con semejante cuerpo bien formado y ese tono de piel canela que llamaba tanto la atención, rodé los ojos ante el recuerdo de las expresiones de mis soldados, como si jamás hubieran visto a un hombre así

-su majestad- se inclinó el más bajo con su acostumbrada sonrisa, esa que me causaba extrañas sensaciones

-joven embajador- respondí en un tono juguetón mientras le extendía la mano indicándole tomar asiento a mi lado

-¿lo hice esperar? Si es así discúlpeme, es un honor compartir la mesa con usted-

Negué con la cabeza -no lo hiciste, deja esas formalidades... es justo que me hables con confianza, después de todo se podría decir que somos...- lleve mi mirada hasta la mano derecha del piel canela, notando el anillo de jade -amigos- en un acto inconsciente lleve mi mano hacia la contraria levantándola para admirar el anillo en los finos dedos -como lo esperaba, te sienta de maravilla- no puedo creer que haya quedado justo a la medida, anteriormente había tocado sus manos solo un par de veces pero recordaba la medida a la perfección

Los ojos marrones se abrieron como platos ante esta simple acción, lo escuche pasar saliva antes de decidirse a girar la mano y entrelazar sus dedos con los míos

Sentí mi rostro enrojecerse mientras llevaba la mirada de nuestras manos entrelazadas a los ojos marrones, levantando la ceja izquierda mientras mantenía la mirada

-disculpe mi atrevimiento- soltó al caer en cuenta de sus actos mientras abría los dedos liberándome –solo quería agradecerle-

Reafirme el agarre, negándole el escape -si vas a hacerlo deberías ser capaz de mantenerlo además ¿me estas ignorando con lo de la formalidad?- apreté la mano contraria notando la obvia diferencia de tamaños, al fin podía apreciarla como era debido, aquella era más chica, fina y suave, no comprendía como era posible viniendo de un hombre provocarme tanta calidez con un simple agarre, lleve ambas manos por debajo de la mesa -comamos, espero sean de tu agrado los platillos-

Su expresión dejo ver lo sorprendido que estaba con lo que estaba pasando pero aun así no intento liberarse de mi agarre, tomo los palillos con la mano libre, intentando maniobrar para probar algo, fracasando en el intento

Shall we skate|SeungxPhichitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora