Shall we skate|SeungxPhichit

16. ¿Tú?

Al llegar al puerto un carruaje nos esperaba, los hombres que me habían llevado bajaron nuestras cosas y permanecieron en el barco, me explicaron la hora y el día en el que pasarían por nosotros, dijeron que tenia que ir solo ¿que demonios? ¿iban a dejarme así nada mas? suerte que Kyun Sang estaba conmigo porque los nervios me estaban matando, cuando sentí su mano sobre la mía una sensación de seguridad me recorrió y me permitió tranquilizarme para poder apreciar los hermosos caminos por donde avanzábamos.... 

Una vez dentro del palacio todo comenzó a ser mas familiar, era un enorme y hermoso lugar... Un guardia nos escolto hasta llegar a la sala principal donde reconocí de inmediato al hermoso hombre sentado en el trono cruzado de piernas con el codo recargado en el antebrazo, el largo cabello negro caía por sobre sus hombros a la altura de su cintura, se veía demasiado relajado para ser el emperador, creí que mi boca no podía abrirse mas por la impresión pero al notar al hombre alto de gran porte y en ese traje militar mi mandíbula termino por caer al piso

levantándose del trono, seguido por su acompañante avanzo hasta quedar frente al moreno          -¿tan impresionado esta por mi presencia señor embajador? que ha sido tan descortés como para no presentarse- sonrió dulcemente 

Pase saliva mientras parpadeaba en repetidas ocasiones tratando de asimilar lo que veía, junte las palmas a la altura de mi pecho haciendo el saludo tipico mientras hacia una reverencia seguido por Kyun Sang -discúlpeme su alteza, soy Phichit el embajador de Tailandia y el es            - señale con la mano -Kyun Sang segundo al mando de la guardia real de Joseon y mi mano derecha en esa nación- 

sonrió nuevamente -es un placer tenerlos aquí- noto la mirada del moreno posarse en el hombre que lo esperaba a un par de pasos atrás pero no se inmuto, no tenia porque darle explicaciones

mi mente se aclaro ante esas ultimas palabras, cambiando mi expresión de asombro por una de molestia y confusión -puedo preguntarle ¿porque uso métodos tan agresivos para traernos aquí? una persona muy querida para mi resulto gravemente herida-

mostrando confusión en su mirada -no se de que me esta hablando, yo no ordene nada agresivo llevo meses tratando de convencer a Tailandia de hacer tratados con nosotros y aunque nuestra relación con Joseon no es la mejor por ahora- llevo la mirada al mas alto a un lado del moreno y después regreso a los ojos marrones -no planeo comenzar una guerra, un acto agresivo podría detonarla-

-estoy seguro que fueron sus hombres quienes nos atacaron- me mantuve firme

-en ese caso permitame ofrecerle una disculpa, haré que mi general Kenjiro Minami tome cartas en el asunto ya que esto no era lo acordado- su rostro lucia serio 

no podía desconfiar de esa mirada así que asentí de inmediato -por fortuna aun esta con vida-

-es un alivio- sonrió -lo mejor sera que vayan a sus habitaciones a descansar, el viaje fue largo... nuestro palacio cuenta con un área de aguas termales que seguramente serán de su agrado asegúrense de relajarse, ya hablaremos de negocios mañana por la mañana- 

Uno de los guardias que se encontraba en el lugar se apresuro a indicarnos el camino, hicimos una reverencia nuevamente y dimos la vuelta este Yuuri tenia demasiada confianza en si mismo pero su sonrisa y sus bellos ojos eran los mismos... lo extraño era ¿que hacia Viktor a su lado y con ese uniforme militar? ¿seria su guardia?  sonreí mientras caminaba seguido de mi poste, en definitiva esos dos habían nacido para estar juntos 

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En cuanto los vio salir rodó los ojos, dio media vuelta y salio del lugar comenzando a avanzar hasta su habitación real, seguido por el hombre que lo acompañaba sin pronunciar palabra; una vez que escucho la puerta cerrarse tras de ellos comenzó a desatar el obi* liberando el kimono     -¿puedes creer que se atrevió a cuestionarme? ¿quien se cree que es?- abrió la bella prenda roja con sus manos para colocarlas en la cintura dejando ver la hermosa piel de porcelana mientras soltaba una risa -el estúpido se trago todo sin problemas, es una pena que el general Lee siga con vida Joseon y sus tratados con los mongoles no merecen un buen trato de nuestra parte... si el no me fuera tan útil-