Dentro de la pequeña casa aquella mujer de cabello negro cubierto de canas seguía cuidando del moreno que yacía sobre la cama, sus heridas estaban sanando pero su aspecto aun era bastante deplorable, lo había aseado y estaba dándole de beber cuando escucho la voz tan familiar
-¡Kyun Sang! por aquí- grito mientras se ponía de pie caminando hasta la puerta para encontrarse con el rostro conocido sonrió pero de inmediato cambio su expresión al toparse con aquella cara seria -¿quien es el?- señalo con la mirada
-Abuela- la tomo de las manos -el es nuestro rey -buscando con la mirada - ¿como se encuentra?- avanzo dentro de la habitación
su gesto mostró lo avergonzada que se sentía hizo una reverencia considerable mientras decía -discúlpeme su majestad-
-no es necesario, nadie debe saber que estoy aquí, por favor no lo haga- sonrió débilmente y siguió al mas alto dentro de la habitación; al entrar su corazón se estrujo, el moreno se veía débil, delgado, lastimado... avanzo hasta el, ignorando que el mas alto sostenía su mano izquierda, delicadamente llevo sus manos a los costados del menor abrazándolo tratando de no acercarse demasiado para lastimarlo, solo lo suficiente para sentirlo -necesito un momento a solas por favor-
el mas alto lo miraba extrañado y un tanto molesto, soltó lentamente la mano izquierda, en la que ya había colocado el anillo de jade en el dedo anular, embonaba a la perfección como le había dicho el otro, le lanzo una mirada a su abuela que se encontraba parada en la entrada de la puerta, esta le asintió y avanzo hasta ella saliendo le habitación
una vez que escucho los pasos alejarse dejo las lagrimas correr por su rostro sin parar, comenzó a besar el rostro del moreno asegurándose de cubrir cada centímetro de su delicada piel -perdóname- sollozaba -yo permití que te hicieran esto, no te protegí lo suficiente- acaricio la mano derecha, los nudillos tenían costras de raspones, los roso suavemente con el pulgar mientras seguía sollozando....
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Después de unos momentos con el, donde no pudo hacer mas que llorar, se limpio el rostro con las mangas y salio de la habitación buscando a la señora Yoon, la encontró en la entrada hablando con su nieto mientras acariciaba su rostro, aclaro su garganta para no interrumpir demasiado en el momento, ambos giraron en su dirección -gracias por lo que esta haciendo por el, me asegurare de que manden lo necesario para usted y nuestro embajador mientras continué aquí y le gratificare sus servicios-
-no es necesario su majestad, lo hago por mi nieto- giro buscando los ojos marrones que la veían nervioso -el... aprecia demasiado a este hombre y si el merece su cariño entonces también el mio-
frunció levemente el ceño -de cualquier forma me asegurare de que cuente con lo necesario... lo mejor sera que no me aparezca por aquí nuevamente, para no causarle problemas pero quisiera que me mantuvieran informado sobre su estado ¿usted es medico acaso? note que sus heridas están sanando pero no comprendo el porque no ha despertado en todo este tiempo-
el mas alto hizo una pequeña mueca ante la pregunta -se podría decir que es algo parecido... curandera seria lo mas adecuado, pero una muy sabia, estoy seguro que esta haciendo un buen trabajo con el señor Phichit-
asintió -no tiene de que preocuparse, me encargare de el sin problema... sus heridas están sanando pero su cuerpo esta demasiado débil, necesita tiempo... no se preocupen serán los primeros en saber cuando despierte-
Ambos hombres asintieron, se despidieron y se marcharon... lo mejor era no permanecer ahí demasiado tiempo.
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Shall we skate|SeungxPhichit
Fiksi PenggemarPhichit Chulanont es un patinador profesional Tailandes, amante de la fotografía, en especial cuando son de el mismo y de los hamsters... En su temporada libre decide viajar a Corea del sur para vacacionar... pero ni en sus mas locos sueños habría...